Imagina repetir la misma acción una y otra vez durante el resto de tu vida. Loop es un cortometraje que invita a reflexionar sobre lo efímero del tiempo y acerca de la rutina. Algo que en el papel parece tan simple y que todos hemos cuestionado alguna vez al llegar a casa desde el trabajo ha recibido más de cien premios a lo largo de todo el planeta y participado en más de 240 festivales internacionales.

En la práctica, estos ocho minutos tienen muchas lecturas y, lo más importante, plantean demasiadas preguntas. ¿En qué momento nos resignamos a formar parte del sistema, a veces sin cuestionarlo? ¿Acaso es posible no hacerlo? ¿Qué pasa con quien rompe con según que normas? ¿Se puede extrapolar esta crítica al mundial de Qatar, a la ropa que vestimos...?

A todas estas y otras cuestiones responde el director Pablo Polledri (Argentina, 1975), en lo que en seguida deja de ser una entrevista para convertirse en un debate de dos personas -quien sabe si ilusas o soñadoras- en el que aparecen unas cuantas -de momento- quimeras con las que el mundo sería un poquito mejor o, al menos, menos injusto.

Originario del país latinoamericano, el cineasta vuelve a ponerse el brazalete en el terreno de juego de los cortos -en este caso, compartiendo capitanía con Iván Miñambres (Vizcaya, 1984)- después de El candidato, en el que analiza los intereses políticos, o Corp, en el que hace lo propio respecto de las grandes industrias. Siempre con ese toque de humor que caracteriza sus obras, nos cuenta también el trabajo que requiere esta manera de hacer cine.

PREGUNTA (P): ¿Qué dificultades se encuentra principalmente a la hora de grabar un corto frente a una película? ¿Cuánto habéis tardado en rodar ocho minutos?

RESPUESTA (R): Yo no hice ningún largometraje, pero sí te puedo contar las dificultades que tienen los cortos, duración, equipo…

En el caso de Loop tardamos un poco más de dos años en grabarlo. El proceso es bastante lento y junto al número de personas (el equipo se puede consultar al final de estas líneas) y la complejidad determinan el tiempo que puede llevar, pero por lo general en el mundo de la animación es bastante.

P: El tema del corto recuerda un poco a la película de El Show de Truman. ¿Se ha agravado el problema que tú expones aquí desde aquella histórica película o todo lo contrario?

R: Creo que lo que ha pasado es que de algún modo la sociedad ha aceptado el sistema basado en la automatización. Ha incorporado en su vida ese bucle del que habla el corto de modo exagerado, aunque lo ha hecho por supuesto de manera condicionada.

En el corto hay una pareja que rompe con eso, muestra un grado de conciencia y empieza a buscar una alternativa a lo que propone la sociedad, pero es una sociedad establecida a partir de ciertas herramientas y mecanismos, claro está.

No deja de ser una metáfora de muchas cosas que la sociedad, totalmente alienada, termina aceptando durante muchos años. Algunas veces incluso sin ni siquiera pensarlas, otras de forma inconsciente…

En esta sociedad terminamos aceptando durante años cosas sin ni siquiera pensarlas

P: Precisamente de esa pareja quería hablarte. ¿Qué pasa cuando alguien decide romper con lo establecido? Muchas veces nos quejamos de la monotonía, pero no solo no hacemos nada por romperla, sino que criticamos al que lo hace.

R: Pienso que entre todos entramos en un paradigma y nos cuestan mucho los cambios. Por supuesto, hay que ver de qué manera se rompen las normas, porque hay normas y normas; pero es verdad que cuando alguien hace algo diferente sin molestar a nadie -que no tendría que ser un problema- muchas veces nos cuesta respetarlo. Hay miles de ejemplos en la propia sociedad de que cuesta ver con buenos ojos al diferente, al que hace algo distinto, al que no sigue esa norma general.

Esto guarda relación directa con lo que hemos aprendido de pequeños. Ahora si echas la vista atrás te preguntas cómo pudieron ocurrir algunas cosas, también en algunos casos del presente… Pero asumimos que está dentro de una estructura.

En cualquier caso, cuando somos críos se nos educa para ser un eslabón más de la sociedad. No se nos despierta una búsqueda de la libertad, sino que se nos moldea para que todos nos adaptemos. Y eso se nota mucho cuando hablas con otras culturas, que de primeras te chocan, pero es porque uno está cerrado.

Escena de Loop

 

P: ¿Quién se beneficia en última instancia de este sistema? Evidentemente las élites, pero también hay mucha gente que tiene una falsa sensación de seguridad. Lo vemos cuando hay personas que no alcanzan los 1000 euros de salario y se consideran clase media, incluso alta.

R: La pregunta nos daría para hablar largo y tendido. Yo creo que los beneficios son de acuerdo con el objetivo de cada uno. Es algo que depende mucho de la posición social de la persona y los beneficios que esta puede obtener con el sistema establecido. Luego, ya dentro de las normas del juego hay gente que tiene más posibilidades de obtener beneficios y que los obtiene, pero algunos de estos, repito, dependen asimismo de cada persona.

De las pocas cosas en las que todos, o al menos una amplia mayoría estamos de acuerdo, es en que el tiempo es lo más valioso. Ahí sí se ve de manera muy clara la diferencia, porque hay personas que disfrutan de más tiempo que otros. En lo demás creo que es más personal, aunque por supuesto el sistema favorece más a unos que a otros.

Hay beneficios que dependen de cada persona, pero todos estamos de acuerdo en que el tiempo es lo más valioso

P: El corto refleja el día a día, pero esta ‘resignación’ a que “las cosas tienen que ser así”, ¿se puede extrapolar a situaciones más extremas?: el Mundial de Qatar, por ejemplo, comprar en superficies que sabemos que explotan a niños (aunque tampoco es fácil huir de ellas), etc.

R: La idea de Loop surge de que hay ciertas reglas establecidas y asumidas socialmente. Una idea interesante respecto a lo que dices es que a veces lo que se termina construyendo va más allá del bien y el mal.

En el corto hay una escena en la que una persona golpea a otra, pero los agentes nunca van a por él nada más que cuando algo se sale de lo establecido. Eso lo podemos extrapolar a cualquier ámbito.

Quiero decir, hay actos que no tienen el mismo amparo que otros. El bien y el mal es subjetivo en tanto en cuanto hay cosas que “se pueden llevar a cabo” y otras que no. Cuesta mucho para uno mismo admitir y cambiar según qué comportamientos. El caso de la ropa es muy clarividente, puedes dejar de comprar ahí o no. Es una manera de “lavarse las manos”, más allá de lo complicado que son ciertas transformaciones, por supuesto.

Por eso es muy honorable tomar algunas decisiones, romper ciertos paradigmas. Es una manera de buscar consenso también, que es algo súper importante, porque si cambia uno solo… Lo ideal es encontrar consenso y con ello una sociedad más pareja.

Lo que a veces se termina construyendo va más allá del bien o el mal

P: En el corto está todo muy bien hilado. La música que hacen los habitantes de la ciudad, el color rojo que refleja peligro, una carretera en forma de infinito que simboliza el bucle, la banda sonora… ¿Qué más detalles están hechos con mensaje?

R: En realidad todo lo que forma parte de los ocho minutos. Desde el guion todo tiene una intención. En animación esto siempre pasa porque permite dar rienda suelta a la imaginación y la creación.

Partiendo de esa base van surgiendo ideas, una con más significado que otras, por la esencia del guion o por otras cuestiones. En cualquier caso, todo son ideas que al creador le gustan e incluye con algún pretexto.

Hay otra escena en la que una niña intenta coger una manzana y el hombre de la pareja se la acerca y la policía la quita. Después, cuando la chica salta de nuevo deja de tener sentido porque la manzana ya no está.

Es un extracto muy pequeño, pero que a mí me gusta mucho porque refleja la inercia con la que la sociedad actúa a veces, más allá del contexto y la lógica. Es decir, en ocasiones hacemos algo por inercia porque es lo que se ha establecido, aún después de habérnoslo cuestionado.

Escena de Loop
 

P: Tanto en este corto como en otros en los que has trabajado (Corp o El candidato) empleas un toque de humor. Me recuerda de algún modo a las canciones que critican algo, pero son muy bailables. ¿Crees que así tu mensaje cala más?

R: En lo personal confieso que me gusta utilizar el humor, aunque tampoco es algo imprescindible. En cuanto a la forma de transmitir el mensaje, hay mil maneras. Se puede hacer con un tono lúgubre, más entretenida… y puede funcionar igual.

Es cierto que la risa es útil cuando tratas un tema que de base puede resultar aburrido, como en el caso de Corp, que trata de las empresas y demás. Y al margen de eso para mí es importante que el tono funcione dentro del corto. Es decir, alguien puede terminar de verlo sin que el tema le haya entusiasmado, pero que como corto te haya gustado o te produzca una sensación me alegra mucho.  

Sea como fuere, es importante señalar que con el tono no se pierde la idea. Es decir, no por usar el humor el tema deja de ser serio.

P: En Loop aparecen también las redes sociales. ¿Hasta qué punto han contribuido estas al sistema de alienación, al bucle del que hablamos?

R: La conducta alienante la tiene uno más allá de la herramienta, pero es indiscutible que existe toda una preparación -no solo en las redes, sobre todo en las aplicaciones- que lo que busca es captar tu atención.

Una vez que sabes que las aplicaciones no son inocentes, que se mueven en esta línea… tienes la responsabilidad de meterte y dedicarle tiempo, pero hay asimismo una parte externa en la dirección mencionada. Y las apps contribuye también a la alienación de la que hablamos, claro.

Existe toda una preparación en torno a las redes para captar tu atención. Y eso contribuye a la alienación

P: Loop tiene más de 100 premios. ¿Qué esperas que sienta la gente cuando lo vea?

R: Me gustaría que cuando alguien lo vea lo disfrute como corto, y si lo invita a pensar sobre cualquiera de los temas que hemos hablado ya me siento más que realizado. El mensaje está bastante claro, hay varios de hecho, y todos pueden ser percibidos.

Prueba de ello es que lo han visto niños y lo han entendido, unos en una dirección más concreta, otros en una más extensa… pero esto está igualmente genial, que cada uno lo haga suyo.

Equipo del corto

En este corto han participado:

  • Guion y Dirección: Pablo Polledri.
  • Producción Ejecutiva: Ivan Miñambres.
  • Dirección de Arte: Pablo Polledri.
  • Backgrounds: Leire Acha.
  • Animación: MCarmen Cambrils, Arkaitz del Río y Pablo Polledri.
  • Música: Joseba Beristain.
  • Dirección de Producción: Diana Cano.
  • Sonido: Joseba Beristain & Rafael del Campo.
  • Productora ejecutiva Movistar+: Guadalupe Arensburg.