A estas alturas del partido, no hay duda,  los israelíes  cuando se ponen con las series, saben hacerlo  muy bien. Desde hace unos años,  producciones tan reconocidas como “Fauda” o “Shtisel” ambas en Netflix, “Our Boys” en HBO o “Perdiendo a Alice” en Apple TV+, gozan merecidamente del favor del público y la crítica.  La culpa la tienen  guiones bien construidos, actores estupendos, e historias heredadas de un país donde se mezclan incontables culturas y  amargas circunstancias políticas a la vez.

De los creadores de “Fauda”  Avi Issacharoff  y Lior Raz, llega el  último pelotazo de Netflix procedente de aquel país.  “Hit & Run” situada entre lo más visto de la plataforma desde su estreno hace 4 días,  combina el thriller político israelí con elementos de trama de suspense,  más típicos del policial estadounidense. Han participado también en el proyecto, Dawn Prestwich y Nicole Yorkin,  responsables  de la exitosa adaptación norteamericana de  “The Killing”.

‘Hit & Run”,  así es el último pelotazo israelí de Netflix

La historia arranca cuando muere atropellada por un conductor que se da a la fuga, Danielle la esposa de Segev Azulay (Lior Raz), un guía turístico de Tel Aviv, con un oscuro pasado en el ejército a sus espaldas. A partir de ese momento, tratará de averiguar qué hay detrás de la misteriosa muerte de su mujer. Las pesquisas le llevarán hacia una misión prácticamente suicida en  Nueva York, ciudad en la que destapa un complot político que pondrá patas su propia vida.

La primera mitad de la temporada,  aun cuando hay cosas que se las podían haber ahorrado,  frenética y vertiginosa,  no da  tregua ni respiro. El problema viene a partir del sexto episodio. Es entonces,  cuando la historia pierde fuelle y se desvanece,  debido sobre todo a desarrollos narrativos cada vez más estúpidos,  y a una resolución de la trama,  que ni de lejos está a la altura del resto de la serie.

A “Hit & Run” sí o sí,  le sobran varios de sus 9 episodios.  Resolviendo unas conspiraciones y otras, llega a ser algo  tediosa, enmarañada y agotadora. Ello por no hablar del protagonista,  una bestia parda que en su búsqueda de la verdad y sin medida alguna,  resulta cargante y cansino por demás, repartiendo  a diestro y siniestro, hostias como panes.

Lo que es incuestionable  es que sus creadores , saben manejar  el género del thriller sin dificultades y crear expectación al máximo. El problema es que ensamblar todas las piezas de tan complicado puzle, no siempre es fácil. Un último pero, son varias las producciones israelíes  entre ellas “Hit & Run” que ruedan en  inglés, con un marcado acento hebreo, restando fuerza sin perdón al relato. Unas y otras deberían hacérselo mirar. Por lo demás y salvando todo esto, no deja de ser entretenida.