Después de varios meses de pandemia por la Covid-19, los expertos han localizado en primer caso en España. El pasado febrero, un viajero de origen desconocido aterrizó en las tierras vascas, concretamente en Vitoria. En ese momento, quizás no tenía ningún síntoma o simplemente se podría pensar que era un simple catarro, sin embargo, se trataba del SARS-CoV-2. Por ello, se podría hablar que el primer caso local de España se encuentra en la zona del País Vasco. Un inicio que desencadenaría miles y miles de muertes desde entonces.

Este estudio ha sido posible gracias a los expertos en genómica del laboratorio Idis, Antonio Salas y Federico Martinón Torres, de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

“En el estudio presentado, se realiza una investigación al más puro estilo policial a partir de la recolección de información de diferentes fuentes, básicamente evolutivas, geoespaciales y cronológicas (filogeografía)”, decía Antonio Salas, coautor del artículo publicado en la revista Zoological Research.

Madrid, principal difusor del virus

Desde entonces, el virus no ha cesado ni un segundo, y se ha introducido en nuestras vidas como algo cotidiano, nuestra “nueva normalidad”. El primer contagio de Victoria no sobrevivió durante mucho tiempo, pero creó una versión nueva de B3a, procedente ya de España, y ha sido una de las seis categorías que se extendieron por el país.

El primer clado B3a se transportó desde País Vasco al nordeste de Francia, otras zonas de Europa, Asia y Latinoamérica, así como otros territorios del país como Galicia, Madrid o la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, no fue la clase B3a la que más presencia tuvo en la fase inicial, sino el A2a5, que llegó a Madrid en marzo con procedencia de Italia, y así convertirse en el mayor foco de Europa.

Desde hace meses, se ha especulado que el epicentro de la pandemia se había producido en Madrid, pero, después de estos estudios, se sabe que no fue el único punto de propagación, aunque el estudio apunta que fue el principal difusor, con los clados A25a y B9, con origen en la propia ciudad.  

Poco después, llegaron otros dos clados procedentes de Portugal – A2a10 – y de alguna otra zona desconocida de Europa, quizás de Países Bajos o Austria – A2a4 – que aterrizó en la Comunidad Valenciana, y el segundo de las dos categorías, también en Navarra.

Los investigadores de la Universidad de Santiago, a través del análisis evolutivo de estas categorías, destacan que para poder expandir el virus fue necesario la medición de los conocidos como supercontagiadores o supercontactores. “Creemos que el papel de los supercontactores y no las variaciones ventajosas en el genoma del virus fue mucho más importantes para comprender y explicar la epidemiología del SARS-Cov-2", explica el doctor Federico Martinón, otro autor del artículo.

Este estudio es una continuación del proyecto pionero anterior del mismo grupo de investigación donde los autores se percataron del papel tan importante que cumplían los supercontadores – que se consideran responsables de entre un tercio y la mitad de los contagios – como uno de los principales motores del SARS-Cov-2.

En total, el proyecto ha analizado 41.362 genomas, de los cuales 1.245 forman la muestra de España y constituyen el mayor estudio a nivel global sobre las variables genómicas del SARS-Cov-2, sostiene la USC.