Las calles de la localidad valenciana de Buñol se preparan ya para la tradicional fiesta que tiñe de rojo el municipio. Una nueva edición de la Tomatina ha congregado a 22.000 asistentes nacionales e internacionales que esta misma mañana y hasta la 13 del mediodía serán testigos de una de las fiestas de Interés Turístico Internacional de la Comunidad Valenciana.
En declaraciones a los medios, el concejal de Tomatina del Ayuntamiento de Buñol, Sergio Galarza, ha señalado que se han preparado cerca de 120.000 kilos de tomates que serán lanzados desde siete camiones por todo el trayecto donde se hace el desfile. La empresa proveedora este año ha sido Frutas y Verduras Massanassa, con sede en la localidad vecina de Silla, y donde desde finales de abril llevan preparando la cosecha para la fiesta. Uno de los trabajadores de la empresa ha comentado que la particularidad que tienen estos tomates destinados íntegramente a la fiesta, “valencianos, de pera y blanditos”. Sobre esto también se ha pronunciado el concejal quien señala que los tomates que se lanzan durante el recorrido, son tomates no aptos para el consumo humano.
Por lo que hace a las cifras de asistentes, el concejal se ha mostrado satisfecho al asegurar que se va a producir un “lleno total”. Sin embargo, la euforia del momento no eclipsa la precaución dada la gran afluencia de gente que se espera. “Hay ganas y también mucho respeto porque son muchas personas en el recorrido, ya que este año contará con siete camiones, y esperemos que la fiesta transcurra con total normalidad y que a las dos de la tarde nos pongamos a limpiar y todo el mundo sea feliz”.
Las novedades de esta edición
Pese a tratarse de una casi octogenaria fiesta -en 2025 se celebrará el 80 aniversario-, en la edición de este año se han incluido dos novedades. Por una parte, una es referente al número de camiones que repartirán los tomates. Este año, como ha explicado el concejal, se suma uno nuevo, hasta un total de siete. “Van a haber siete camiones, en vez de seis, van a haber siete. Bajaremos uno por la calle San Pedro, que es la última calle del recorrido”.
Por otra parte, por lo que hace a las entradas para poder acceder a los camiones, también ha habido cambios. Según comenta Galarza, este año hay disponibles entradas VIP por 500€. Con este ticket, se puede acceder al camión y el objetivo es que “la gente pueda vivir lo que vivimos los de Buñol y saber lo que es la tomatina desde el camión”. Sin embargo, comenta igualmente que estas no han tenido demasiado éxito, dado que solo se han vendido “cuatro o cinco”.
Los orígenes de la Tomatina
Cada final de agosto, las calles de Buñol se tiñen de rojo al ritmo de la música y el ambiente de fiesta. Pero, ¿de dónde viene esta tradición? Los orígenes de la Tomatina se remontan a 1945. El último miércoles de agosto de ese año se celebró en la localidad valenciana un desfile de gigantes y cabezudos. A su paso, unos niños que se encontraban jugando provocaron que uno de los gigantes cayera al suelo. Este, fruto de la ira y el enfado, cogió todo lo que le venía de paso y empezó a lanzarlo contra el público, coincidiendo que en ese momento en una de las calles había un puesto de frutas y verduras. Entonces, público y participantes del desfile se enzarzaron en una pelea con lanzamiento de tomates.
Pese a la intervención de las fuerzas de seguridad para disuadir la pelea, al año siguiente se volvió a repetir la misma historia, hasta establecerse como algo tradicional desde esa época hasta el día de hoy.