Hace menos de tres meses desde que la Junta de Andalucía confirmara un caso de virus del Nilo Occidental VNO) en un niño, en Sevilla, y ahora se ha elevado la preocupación. En las últimas horas la Consejería de Salud de la Administración que lidera Juan Manuel Moreno Bonilla ha confirmado los dos primeros casos de contagio de esta infección de este verano en la comunidad, uno de ellos una mujer que ha fallecido. Como el pasado mes de abril, también ha ocurrido en otra localidad sevillana, en esta ocasión de Dos Hermanas.

Dos afectados por el Virus del Nilo en Sevilla

Según se ha conocido, uno de los afectados es una mujer de 71 años, que ha fallecido el pasado martes con patologías previas graves, mientras el segundo afectado se trata de un hombre de 72 años, quién ya ha sido dado de alta. Ha sido el laboratorio del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada el que, tras recibir muestras de las dos víctimas de esta infección, ha confirmado los positivos, tal y como ha comunicado la administración.

La mujer fallecida presentaba patologías previas graves en el momento del contagio y fue ingresada el pasado 5 de julio en el Hospital Universitario de Valme tras presentar síntomas compatibles con el virus del Nilo Occidental. Por su parte, el otro contagiado ingresó en el mismo centro sanitario días después pero ya se encuentra en perfectas condiciones. Este hecho ha llevado a la Delegación de la Consejería de Salud en Sevilla a elevar el nivel de riesgo de Dos hermanas de 3 a 5, como ya ha notificado al Ayuntamiento de esa localidad.

Con esta decisión, se ha llevado a cabo una actuación urgente de control de plagas sobre la población de mosquitos adultos del género Culex. Al mismo tiempo, también se ha decidido intensificar el plan municipal contra este animal -llamado Programa de vigilancia y control de Fiebre del Nilo de Andalucía- que esta localidad tiene en vigor desde el año 2021, lo que conlleva un aumento de la comunicación a la población sobre las medidas preventivas. Ahora está previsto que se celebre una reunión de coordinación del Consistorio.

La infección por el virus del Nilo Occidental es una zoonosis que se da en los animales y es transmisible a las personas en condiciones naturales. La enfermedad afecta a países del sur, este y oeste de Europa, mientras el virus se transmite entre las aves a través de la picadura de los mismos. Alrededor del 80% de las infecciones por el VNO en humanos son asintomáticas , pero la Fiebre del Nilo Occidental (FNO) es la presentación clínica más común.

Síntomas, tratamiento y prevención

Los principales síntomas de la fiebre del Nilo son muy parecidos a los de la gripe, aunque se pueden desarrollar otros bastante más graves, como dolor de cabeza, náuseas y vómitos, fiebre, dolores corporales, erupciones cutáneas, cansancio o agrandamiento de ganglios linfáticos. Sin embargo, si va a más y se desarrolla una encefalitis o meningitis, las señales de alarma serán dolores de cabeza, fiebre elevada, rigidez de nuca, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular y parálisis, como detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En cuanto a su tratamiento médico, no existe ninguna vacuna para la fiebre del Nilo Occidental, que en el 20% de las infecciones conlleva la muerte. En episodios leves, es posible reducir la fiebre y algunos síntomas con analgésicos. Cuando la enfermedad se agrava considerablemente, es necesario hospitalizar a los pacientes para tratar los síntomas de forma paliativa a la espera de que comience a mejorar, con medicamentos para el dolor.

Pero también se puede prevenir infectarse con un mosquito portador del virus del Nilo. Para ello se ha recomendado a los núcleos de población donde se concentra este insecto que hagan uso de telas mosquiteras en ventanas y puertas, evitar salir al aire libre al amanecer y al atardecer -momentos de mayor actividad del animal-, dejar las luces apagadas durante la noche, mantener una correcta higiene corporal o evitar el uso de perfumes intensos.

También puede ayudar el uso de ropa que cubra la piel lo máximo posible o sacudir las prendas si la han estado tendidas en el exterior. Asimismo, se puede recurrir al uso de repelentes de uso tópico, vestir con cosas claras, así como evitar las acumulaciones de agua en jardines, macetas, y otros útiles para evitar que sean usadas para el desarrollo de larvas de mosquitos.

Cabe señalar que los ancianos y las personas inmunodepresivas son las que tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad neuroinvasiva del Nilo Occidental. Según datos de la OMS, este virus provoca un 1% de inflamación en las meninges y el cerebro (meningoencefalitis), un 20% de fiebre controlable y un 80% de casos asintomáticos.

 

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