Ahora con el Coca-Cola Music Experience en el horizonte -el festival tendrá lugar el fin de semana del 12 de septiembre- el recinto ‘Iberdrola Music’ sigue en el centro de la polémica por los eventos que se celebran en él debido a los niveles de ruido, que superarían los permitidos generando daños a la ciudadanía de Villaverde o Getafe, siempre con el recuerdo del conflicto recurrente con el festival Mad Cool.
Son varios los artistas que han pasado y seguirán haciéndolo previsiblemente en los próximos meses por este espacio ubicado cerca de la colonia Marconi, pero si hay un acto que destaca sobre el resto es el Mad Cool, que ahora vuelve a la palestra después de que la Fiscalía haya pedido dos años de prisión para el director y su empresa promotora.
La lucha vecinal ha favorecido que la Justicia dé un paso más en el seno de un escenario que para algunos se antojaba insostenible y que encuentra su origen hace un par de años -en lo estrictamente judicial-, cuando los niveles de ruido de aquel Mad Cool; el de 2023, sentó precedente respecto de la contaminación acústica. Sin embargo, la tesitura volvió a darse en 2024 y en la última edición.
Ahora, las quejas empiezan a dar sus frutos y los damnificados ven cómo un juzgado de Madrid ha abierto juicio oral contra Javier Arnáiz, líder del evento y protegido de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, por un delito contra el medio ambiente.
El Ministerio Público pide también que el máximo responsable de la cita musical sea multado y tenga prohibido poner en marcha cualquier festival durante al menos dos años. Asimismo, solicita que indemnice con 6.000 euros a varios de los vecinos de Getafe y Villaverde por las molestias generadas.
Las plataformas vecinales, como la Plataforma StopMadcoolVillaverde han celebrado la decisión jurídica, que también ha recibido el beneplácito del Ayuntamiento getafense, especialmente activo para que la Comunidad y el Consistorio de Cibeles buscarán una solución. Si bien la plataforma pide que la pena aumente hasta los tres años de cárcel (se han solicitado dos).
Medio millón de euros, muchas reuniones y cero soluciones
Fuentes municipales remiten un comunicado a ElPlural.com en el que exponen pormenorizada su opinión después de las últimas novedades. Así las cosas, en primera instancia la localidad de Getafe felicita a las entidades vecinales lo que califican de “logro” y les reitera su apoyo, a la vez que aprovecha para exigir por enésima vez que las administraciones competentes actúen “con responsabilidad” ante lo que consideran una “grave situación”.
“Deben tomar nota de esta situación y dejar de mirar hacia otro lado”, estiman dejando claro que “el impacto sobre la salud, el descanso y la movilidad de miles de familias es un hecho constatado que no puede repetirse”. “La Comunidad de Madrid ha financiado con más de un millón de euros el festival Mad Cool y la Delegación de Gobierno en Madrid lleva y coordinación interinstitucional del dispositivo de seguridad, movilidad y emergencia de los eventos”.
Después de meses de reuniones, en el punto actual el ayuntamiento de tinte socialista reclama al de Almeida que deje de conceder licencias hasta que sea capaz de garantizar el “estricto cumplimiento” de la normativa.
Historia del Mad Cool
El que se ha convertido en uno de los festivales más reconocibles de Madrid aterriza en la ciudad en 2016, pero no es hasta 2023 cuando se celebra por primera vez en el ‘Iberdrola Music’. Anteriormente lo hacía en los aledaños de Valdebebas.
Los índices sonoros dejaban patente que el ruido estaba muy por encima del permitido y varias fuentes así lo corroboraron. Entre ellas, la Policía Municipal de Madrid registró cerca de una veintena de actas por ruido; y el equipo municipal ‘azulón’ confirmó que los tres días que duró el festival la música estuvo claramente por encima de lo permitido.
Cibeles, en un atisbo de sanción dio el paso de multar con 22.000 euros al Mad Cool, pero a efectos prácticos los daños no supusieron grandes estragos, ya que cada año desembolsan hacia él varios millones de euros de dinero público en patrocinios.
“Grave perjuicio para la salud de las personas”
La presión vecinal ya consiguió que el festival cayera a los tribunales por la vía penal. Esa fue la base para que ahora aquella denuncia traiga consigo un castigo de verdad, y es que Árnaiz y la empresa organizadora de la cita están a un paso de sentarse en el banquillo por un delito contra el medioambiente en una de sus peores formas: cuando el ruido genere un “riesgo de grave perjuicio para la salud de las personas”.
Según adelantaba esta semana elDiario.es, la Fiscalía solicita dos años de prisión y una multa de 10.800 euros para el protegido de Ayuso y Almeida, así como la prohibición de que desempeñe funciones en la industria de los conciertos y de los festivales durante dos años. La cuantía económica podría alcanzar los 72.000 euros, mientras que las cuatro personas afectadas por el ruido deben ser indemnizadas con 6.000 euros cada una.