Lesly, la bailarina de Malinche que denunció en enero al productor Nacho Cano, se ha pronunciado ahora públicamente en el plató de TardeAR para contar su versión de los hechos y desmentir los argumentos sostenidos por el director del musical.

Este martes saltaba la noticia de la detención del productor musical por contratar a inmigrantes en situación irregular. Pese a que se le ha puesto en libertad sin cargos, pero a la espera de una citación judicial, el origen de todo ello se remonta al mes de enero. Entonces, una de las bailarinas procedentes de México se dirigió a la Comisaría Centro de Madrid para denunciar las condiciones a las que estaban siendo sometidos los bailarines que, como ella, habían llegado en diciembre a España.

A partir de la denuncia interpuesta por Lesly, la bailarina en cuestión, la investigación policial, que a día de hoy sigue su curso, pudo desvelar que los bailarines vivían en muy malas condiciones compartiendo habitaciones de cuatro en cuatro, con tan solo 10€ al día para la comida -que no para el desayuno ni la cena- y con horarios de lunes a sábado de 9:30 a 19:30 horas, y, en ocasiones, también los domingos. Además, en este sentido ha denunciado la precaria remuneración que recibían a cambio de estas largas jornadas: "Nos dijeron que íbamos a cobrar 300 euros al mes por trabajar de lunes a sábado desde las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde".

Ahora, con Nacho Cano bajo la mirada de la justicia y el caso en plena ebullición, Lesly ha visitado el plató de TardeAR donde ha podido contar en primera mano más detalles sobre lo sucedido. Según esta pudo señalar, al contrario que lo expuesto por Nacho Cano, no se le echó del musical por “conflictiva” sino por “razones personales” de la persona que le trajo a España. Sobre el permiso que tanto ella como el resto de compañeros procedentes de México tenían, confirmó que llegaron a España con visa de visitantes aunque todos eran conocedores de que la estancia se alargaría por tener que cumplir con el trabajo del musical: “Nos trajo en condiciones irregulares, entramos aquí como turistas con intención de quedarnos de diez meses a un año”.

La esclavitud no se romantiza

En otras líneas, coincidiendo con lo que habían adelantado fuentes de la investigación, Lesly también señaló que las condiciones de vida eran precarias, hasta el punto de compartir una nevera con 18 personas. Todo ello hizo que lo que al principio era para ella un sueño, acabó convirtiéndose en una pesadilla. Llegó a España “con las expectativas muy altas” para acabar viviendo en “una incertidumbre constante”. En el mismo plató, la bailarina que destapó el caso en enero sentenció: "La esclavitud no se romantiza. Este señor desde el principio lo hizo todo mal. Era mi ídolo y se me ha caído. Yo tenía toda la ilusión de hacer este proyecto y puse la denuncia por el instinto de supervivencia. Yo no tenía ni idea de lo grave que era solo buscaba ayuda y justicia".

Las declaraciones de la bailarina se producen un día después de que la Policía denunciara al productor por tener a sus 17 becarios en situación irregular y con el permiso de estudiante denegado. “Todos tenían la misma documentación y todos fueron resueltos a finales de mayo denegando el permiso de estudios y obligando por ello a la salida obligatoria”, señalaron fuentes policiales.

Pese a que sabían que su estancia se iba a alargar entre 10 meses y un año, fuentes de la investigación han señalado que los jóvenes desconocían que tenían el permiso de estudios denegado desde el mes de mayo. Así lo decidió la Delegación del Gobierno de Madrid cuando consideró que no tenían la formación relacionada con el trabajo que iban a llevar a cabo en Madrid. Una decisión que, por lo tanto, echaba por tierra los planes orquestados en un principio y que solicitaban a los jóvenes a hacerse pasar por turistas y hacer creer que volverían en un plazo de tiempo corto para que no les parasen.

Estas mismas fuentes de la investigación desmintieron también lo que la defensa de Nacho Cano sostuvo alegando que los becarios “no necesitan visado para entrar en territorio Shengen y para los primeros 60 días se solicitó una estancia por estudios en tiempo y forma”.

Al mismo tiempo que Lesly alzaba la voz, también lo hacía la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en defensa de Nacho Cano. Y es que una de las polémicas surgidas a partir de las declaraciones del productor fue su carga contra la policía y sus evidentes lazos con la derecha del país. Si contra la primera decía que él no era un criminal, “la criminal es la policía”, se mostraba especialmente cercano a la presidenta regional alegando que iban a por él por este motivo.

Poco ha tardado en contestar Ayuso, asegurando que “la presunta detención de Nacho Cano y la posterior campaña de desprestigio que pretenden hacer con él es inaceptable”. Y prosiguió: “Ayer aquí en España se mandó un mensaje muy importante a cualquiera que se atreva a disentir, también en la cultura, como está ocurriendo en los medios de comunicación o la empresa, y se ejecutó el atropello en la persona de uno de los artistas que mas ha hecho por la música en español a los dos lados del Atlántico y es además uno de los empresarios que más empleo ha dado al mundo del espectáculo con sus entradas, su talento, es decir, sus propios medios y en libertad”. Y sentenció: “La destrucción personal con fines políticos es Estalinismo”.

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