Nacho Cano es noticia desde el medio día del pasado martes. Lo es por haber sido llamado a declarar por la investigación sobre las presuntas irregularidades en la contratación de inmigrantes para su musical ‘Malinche’, pasando después a cargar contra los policías y denunciando una conspiración por llevarse bien con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Tras el revuelo generado, la pregunta que le han surgido a propios e impropios es si el productor está utilizando todo ello y presentándose como una víctima para acaparar la atención y darle publicidad a este musical, marcado desde sus orígenes por la polémica y por unos números que no despegan.

Conviene recordar que ‘Malinche’ ya empezó con mal pie. El musical de Nacho Cano iba a tener una pirámide de 30 metros de altura acompañada de un parking con 400 plazas y zonas de restauración en el distrito madrileño de Hortaleza, y también iba a contar con la artista Chanel como gran protagonista del espectáculo. Pero nada de eso se materializó, ya que tuvo que conformarse con una minipirámide y un espacio en una carpa de Ifema, con un escenario de 28 metros cuadrados de ancho y 24 de fondo, una pequeña cascada, cenotes, medio barco y mil butacas. Chanel, que había protagonizado varios musicales de éxito, abandonó el proyecto para representar a España en el festival de Eurovisión.

Las críticas tampoco acompañan al musical, ya que hay reseñas que no son muy agraciadas, como las que señalan el “humor verde y blasfemo”, “falta de respeto a símbolos religiosos y a personajes respetables de la historia” y que “las canciones son facilonas, los diálogos malos y los chascarrillos sin gracia”.

Este musical también llevó a Nacho Cano, en los primeros momentos del proyecto, a ser muy criticado por el trato de favor por parte de Isabel Díaz Ayuso por la estrecha relación de amistad que mantienen. El proyecto provocó movilizaciones vecinales, lo que le llevó a ser reubicado en Ifema, aunque eso no evitó que Cano siguiese siendo criticado por el favoritismo. Entre otras cosas, el ex de Mecano fue el protagonista único de un concierto en la Puerta del Sol en la Nochevieja de 2020, para poco después ser condecorado por la propia Ayuso con la gran cruz del Dos de Mayo. A cambio, Nacho Cano le dio cobijo a la presidenta madrileña en su casa de Ibiza en el verano de 2021.

Si todo esto no fuera poco, Nacho Cano ha sido denunciado por contratar presuntamente a inmigrantes en situación irregular, pero el origen del caso se remonta a enero, cuando una bailarina mexicana se dirigió a la Comisaría del Centro de Madrid para denunciar las pésimas condiciones laborales del musical. Este martes, tras pasar por dependencias policiales, convocó una rueda de prensa en la que descargó sendos ataques contra la Policía Nacional en el marco de la investigación. “Yo no soy el criminal, el criminal es la Policía”, sentenció. Unas palabras a las que añadió: “Aquí no hay nada que ocultar. Yo traigo con inversores, la Casa de México y la Embajada a esta gente, que viene de un país hermano a aportar arte y talento. ¿Y somos unos criminales? No, ellos son los criminales. Vamos a denunciarles, espero que quede algo de justicia en este país”. No sin antes terminar, lanzó una seria advertencia en clara alusión al Cuerpo Policial: “Si me encuentran muerto en la cuneta, ya sabéis quién ha sido”, dejó caer, después de haber denunciado un complot contra su persona por ser amigo de la presidenta madrileña.

¿Pelotazo y publicidad?

Ante estos datos más de uno ha pensado en el rédito que puede sacar el productor de la polémica. Según fuentes consultadas por ElPlural.com que prefieren mantenerse en el anonimato, este musical no ha sacado los números esperados y, tras la denuncia que el productor ha recibido por parte de una bailarina, que ha denunciado la contratación de inmigrantes irregulares, el productor, que cuenta con el apoyo de Isabel Díaz Ayuso y otros rostros del PP, utiliza el presentarse como una víctima para conseguir popularidad a la obra musical.

Una postura que en cierta medida comparten desde Más Madrid, que han denunciado que se trata de una obra “que solo han elogiado Ayuso y los suyos y que ha cosechado poco público y muchas críticas de ser racista, vulgar, un bodrio o bochornosa”. Del mismo modo, señalan que la detención por contratar presuntamente a inmigrantes irregulares y sus declaraciones posteriores “no hacen sino reforzar ese paradigma del chanchullazo y los amiguismos que es el PP”.

Es ente sentido en el que Rita Maestre, portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, ha remarcado en declaraciones a ElPlural.com que parece que “el favorito de Ayuso” se dedicaba a “explotar a sus trabajadores”: “Mientras miles de artistas y productores luchan por vivir de su trabajo, a Nacho Cano le han regado con dinero público, cesiones gratuitas y hasta la Cruz del 2 de Mayo… a cambio de jalear Ayuso y al PP”.

“Los escándalos y corrupciones se suceden en este caso desde 2021, cuando denunciamos la cesión a dedo de una parcela municipal en el distrito de Hortaleza con total opacidad por parte de Almeida a Nacho Cano. Curiosamente, este pelotazo se produjo después de que el empresario fuera anfitrión de su amiga Ayuso en Ibiza”, ha añadido.

Además, ha añadido: “Nacho Cano pretendía levantar una pirámide azteca de 30 metros y 7.500 metros cuadrados, con un macroparking de 400 plazas y 10.000 metros cuadrados, sin pagar un duro durante los cuatro meses que iba a durar el montaje del teatro..., corrupción en toda regla que, gracias a la movilización de las vecinas y vecinos de Hortaleza y a nuestras denuncias finalmente se frenó”.

Presunta contratación irregular

Volviendo a sus declaraciones mediáticas de este martes, el productor musical defendió la legalidad de los contratos de su obra, haciendo énfasis que “paga rigurosamente las 177 nóminas” que componen su elenco: “Todas las personas están en situación de regularidad y han llegado legalmente”.

No obstante, este miércoles ha trascendido que, según fuentes policiales, 17 becarios que realizaban sus prácticas en el espectáculo de Nacho Cano tenían denegado el permiso de estudios desde el pasado mes de mayo, una situación que abocaba a estos estudiantes a “su salida obligatoria”. Estos aterrizaron en España en diciembre de 2023 y todos venían de Guadalajara (México). Tal y como detalla al respecto la investigación policial, estos 17 becarios recibieron órdenes de que “se hicieran pasar por turistas”, aunque las mismas fuentes insisten en que los jóvenes desconocían la realidad de su situación al llegar a España puesto que “estaban siendo engañados”

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