El cambio climático sigue en pie y no parece que nada vaya a pararlo. Ese es el aviso que ha lanzado este lunes la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que ha advertido que el continuo crecimiento de la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera puede generar que la humanidad quede atrapada en "un círculo vicioso" en un futuro cercano. Y es que en las dos últimas décadas, el dióxido de carbono (CO₂) ha aumentado en un 11,4% mientras los niveles actuales no se han visto desde hace tres y cinco millones de años.

Alerta por el cambio climático

Así lo detalla la entidad en un informe​​​​​​​ publicado este 28 de octubre, días antes de que se celebre la Cumbre del Clima en Bakú. El documento recoge que las concentraciones de CO₂ han alcanzado 420 partes por millón (ppm), lo que supone un incremento del 151% con respecto a la era preindustrial. Pero no solo estos, sino que también se han registrado altos niveles de metano (1.934 ppmm) y óxido nitroso (336,9 ppmm), con aumentos del 265% y 125% respectivamente. 

Según la OMM, no solo es preocupante la cantidad, sino también la rapidez. "Nunca antes en la historia de la humanidad la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera había sido tan rápida", sostiene la organización en su boletín anual, donde lanza una advertencia sobre lo que puede suceder en un "futuro cercano" con las “retroalimentaciones" del dramático cambio climático. Además de lo que se queda en el aire, cabe destacar que un 26% de los gases se quedaron en el océano y el 31% en sumideros terrestres, principalmente en los bosques.

"Corremos el riesgo de vernos atrapados en un círculo vicioso", ha detallado la secretaria general adjunta de la OMM, Ko Barrett, a través de un comunicado en el que tilda de "retos críticos" para el mundo estas retroalimentaciones climáticas. “No son meras estadísticas. Cada parte por millón y cada fracción de grado de incremento de la temperatura conllevan consecuencias reales para nuestras vidas y nuestro planeta”, ha advertido por su parte la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, que ha pedido encender las alarmas en los líderes mundiales.

El informe sostiene que aunque la tasa de crecimiento de las emisiones de los combustibles ha caído en la última década en comparación con los 2000, estas emisiones “siguen siendo altas”. "Aunque las emisiones se redujeran rápidamente hasta alcanzar el cero neto, el nivel de temperatura observado actualmente persistiría durante varios decenios, porque el CO₂ es un gas que permanece en la atmósfera durante períodos extremadamente prolongados", explica la OMM.

Un peligro para la humanidad

Además, este análisis recoge que el paso de La Niña a El Niño -evento que eleva la temperatura del Océano Pacífico-, junto con una intensa temporada de incendios, contribuyeron de forma significativa al aumento del CO₂ en el pasado 2023. Los incendios, que afectaron especialmente a Canadá y Australia, generaron un 16% más de emisiones de carbono en comparación con la media de los últimos años.

Cabe destacar que el 40% de las emisiones de metano procede de fuentes naturales, como los humedales, pero el ser humano es responsable del 60% restante, por el cultivo de arroz, el ganado o las explotaciones de extracción de petróleo, gas y carbón. En el caso del óxido nitroso la concentración registrada en el pasado ejercicio (336,9 ppb) supone un 25% más que en 1750, y de ello alrededor del 57% son de origen natural mientras el 43% es responsabilidad del hombre, por la quema de biomasa, los fertilizantes o la industria.

De esta forma, el informe no solo recuerda que, aunque se logre reducir las emisiones de carbono hasta dejarlo a un nivel de cero, los altos niveles de CO₂ actuales tardarían décadas en disminuir debido a la gran persistencia de este gas en la atmósfera. Así, la OMM advierte también sobre la posibilidad de que este proceso de acumulación se acelere, con el peligro que eso conlleva, ya que el calentamiento de los océanos podría reducir su capacidad para absorber dióxido de carbono. 
 
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