La guerra comercial que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha iniciado contra el mundo entero para aplicar sus medidas aislacionistas y proteccionistas ha salpicado recientemente al campo español, a pesar de decretar otra prórroga más. Las últimas medidas ponen el punto de mira sobre los productos agroalimentarios que importa el gigante americano. Las medidas entrarán en vigor a partir del próximo 2 de abril, cuando el magnate neoyorquino pretende elevar los aranceles del sector. Por el momento, el gobierno americano no ha especificado si estas tasas tendrán un carácter general o se impondrán sobre productos determinados. Las grasas, aceites, frutas, legumbre y hortalizas suponen en torno a un 60% de las exportaciones españolas a Estados Unidos.

En esta cuestión tres productos son clave y tienen un peso que destaca por encima del resto: el aceite de oliva, el vino y la aceituna de mesa. La venta de estos productos agroalimentarios significa un tercio del total de las exportaciones de comunidades como Andalucía, Cataluña o Murcia, por lo que son las que quedan más expuestas a estas medidas aislacionistas. La comunidad más perjudicada por los aranceles sería Andalucía. Estados Unidos es el primer mercado no europeo y el quinto mundial para las empresas de la región sur de España. En 2024, las exportaciones al país norteamericano alcanzaron los 1.354 millones de euros, disparándose un 40% respecto al ejercicio anterior.

En cuanto al caso catalán, el último año, las ventas de productos agrarios llegaron a los 558 millones de euros, lo que supone un 3,5% del total de sus exportaciones, una cifra récord al igual que Andalucía. Para la Región de Murcia, la situación adopta un tono aún más serio. El 56% de los 621 millones que la comunidad mediterránea exporto el año pasado se concentran en el sector agroalimentario. En los últimos tres años, las exportaciones murcianas a Estados Unidos han aumentado casi un 30%, poniendo en peligro lo que se veía como un mercado estable.

Tras el anuncio de estas tasas, el partido ultraconservador Vox, que ha llegado a apoyar las medidas trumpistas, no se ha pronunciado al respecto aún. Quien sí lo ha hecho ha sido Manuel Gavira, portavoz del grupo parlamentario en Andalucía, que ha insistido en que la postura de su partido es que “no está de acuerdo” en caso de que los aranceles se lleguen a implementar. Sin embargo, Gavira esquiva las acusaciones contra su partido y ataca a la Unión Europea, asegurando que “el principal arancel que sufren nuestros agricultores viene del Pacto Verde Europeo”. El portavoz de Vox Andalucía subraya que mientras que Trump trata de defender al campo estadounidense, el PSOE y el PP lo abandonan ante la UE.

Las asociaciones agrarias no han tardado en responder. La Asociación Agraria De Jóvenes Agricultores (ASAJA), que participó en las tractoradas de febrero de 2024 junto al líder de Vox, Santiago Abascal, ha anunciado que no están de acuerdo con los anuncios de Trump y piden una “rebelión” contra su figura. ASAJA anunció este martes que las decisiones del presidente estadounidense serán muy perjudiciales para los intereses del campo español. Mientras que Vox se conforma con señalar a las políticas de Bruselas, ASAJA apuesta por el diálogo con los europeos con el fin de que “haya una inercia a entenderse bien” con Estados Unidos y poder negociar los aranceles de forma conjunta.

PP y Vox se enfrentan por el apoyo del campo

La posición asumida por las organizaciones agrarias del país se acerca más a la postura del Partido Popular que a la de Abascal y su entorno. A diferencia de Vox, Alberto Núñez Feijóo insiste en no entrar en un choque directo con Trump, pero destaca la necesidad de no caer en el servilismo a la potencia americana como, en su opinión, lo han hecho los de Abascal. Feijóo destaca que se debe negociar y no decir “a todo que sí” al presidente estadounidense.

Por supuesto, los populares ven este momento como una oportunidad para recibir con los brazos abiertos a parte del electorado que amasa Vox por el rumbo reciente que la formación verde está tomando respecto a su política internacional y que Feijóo percibe como un “callejón sin salida” para los de Abascal. El PP se encuentra en una encrucijada en la que debe hacer malabares para apoyar los intereses del campo español y, a su vez, no entrar en un conflicto con Trump, sin rendirle la pleitesía de Vox.

Por su parte, el senador socialista por Tarragona y secretario segundo de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Manel de la Vega, ha denunciado que PP y Vox titubean sobre “un asunto crucial” mientras que su formación lucha por reforzar el sector primario. “Su postura ambigua e inconsistente pone en riesgo la competitividad de nuestros agricultores y ganaderos en mercados clave. España necesita una defensa firme de sus intereses en la Unión Europea, no dudas ni medias tintas que puedan perjudicar nuestra capacidad exportadora”, ha advertido.

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