Si hasta hace pocos meses las batallas ideológicas y luchas por el voto a un lado del espectro político se centraban en la izquierda, ahora todo el mundo mira a la derecha con la caída en desgracia del Partido Popular tras la sentencia y los juicios Gürtel y el éxito de la moción de censura de Pedro Sánchez, así como el predecesor despegue aparentemente imparable de Ciudadanos en las encuestas por la crisis catalana.

Ahora mismo, algunos podrían llegar a afirmar que el Partido Popular ha dejado de ser la formación hegemónica en la derecha española, después de varias décadas de reinado placentero. PP, Ciudadanos y VOX se disputan, con sus diferencias, estos votos que representan el 44.7% del electorado que dice definirse entre el centro y la extrema derecha según el último barómetro del CIS de abril.

Por esto, tanto la formación que dirige Albert Rivera como la de Santiago Abascal están muy atentos a quién es el próximo líder del Partido Popular y, claro está, tienen sus preferencias pensando en las próximas contiendas electorales y el rumbo ideológico que podría dar el nuevo partido a su líder.

¿Qué le interesa a Ciudadanos?

Atendiendo al CIS, los afines a la formación naranja se sitúan, de media, a la izquierda de los del PP en la escala ideológica, con lo que ya han logrado según los sondeos arrebatar el 8,2% de votantes al PSOE. Ahora, con su postura en Cataluña y habiendo quitado en 2017 cualquier referencia a la socialdemocracia de su ideario, han apuntado a ampliar su espacio electoral por la derecha. Ya en el CIS de febrero, el 17,8% de los que votaron al PP el 26J se han pasado a Ciudadanos.

Sobre si sería mejor electoralmente hablando Casado o Santamaría para los intereses de Rivera, empecemos con la posible victoria del exvicesecretario. En el tema catalán, Casado incluso se ha mostrado crítico durante las primarias del PP con la falta de dureza del anterior Gobierno en el ‘procés’, algo que no ha sentado bien a Rajoy, con lo que podría subir el tono aún más para recuperar votantes que se han ido a Ciudadanos por esta razón.

Además, Casado y Rivera chocarían en su imagen de líderes: ambos duros con el independentismo, de corte liberal, hablan de reformas, hombres, blancos y de derechas.

Rivera se ha alzado estos meses como la regeneración de la derecha frente a un decaído y acosado por la corrupción Rajoy, otra razón por la que se marcharon los votantes del PP. Pero Casado sí que se parece a Rivera, por lo que podría recuperarlos con su renovado liderazgo.

Claro está, este razonamiento saltaría por los aires si Casado llegase a ser imputado por el tema de su máster, con lo que volveríamos a la dicotomía de los votantes entre elegir dudas de corrupción o aparente limpieza, y hasta ahora ese debate lo ha ganado de calle Rivera.

De ganar Soraya Saénz de Santamaría, Ciudadanos podría mantener de forma forzosa el argumento de la corrupción, ya que la expresidenta ha estado junto a Rajoy desde que llegó al Gobierno, aunque no ha tenido un papel destacado en la estructura del PP.

Pero el filón argumentativo que mantendría, incluso intensificaría, es el de que Sáenz de Santamaría fue la que pilotó la intervención sobre Cataluña con el artículo 155 y que ésta, a juicio de Ciudadanos, no fue lo suficientemente contundente.

No tiene pinta de que, una vez gane, Santamaría se ponga a defender ideas tan radicales a nivel territorial y electoral como las de Rivera de proponer una reforma electoral para que solo entren en el Congreso de los Diputados formaciones con más del 3% de los votos válidos en todo el país, expulsando así a todos los partidos nacionalistas y autonómicos.

¿Qué le interesa a VOX?

Al otro lado del espectro de la derecha, en el extremo, encontramos al otro competidor directo por estos votos del Partido Popular: VOX. La formación que encabeza Santiago Abascal ha visto aumentar sus posibilidades de entrar en el Congreso en los últimos meses, incluso con alguna encuesta que le ha dado hasta dos diputados.

Las ideas de VOX podrán ser tachadas de radicales, pero son claras e inamovibles, especialmente sobre temas como el aborto, el colectivo LGTBI, la organización territorial o la religión. Esta convicción en temas muy concretos ha sido la que ha ido poco a poco rascando votos al PP, que ha vivido en la indefinición más absoluta con respecto a ellos durante los años que ha estado en el Gobierno.

Por esto, ¿qué le interesaría a VOX?, claramente que ganase Sáenz de Santamaría, que representa al Gobierno de Rajoy que no derogó la ley del aborto de Zapatero, que ha aumentado el sistema autonómico y que ha dejado ‘que se rompiese España’ por el independentismo catalán, por poner algún ejemplo.

Que ganase Casado sería la peor opción para VOX, especialmente si nos fijamos en la intensa campaña que ha hecho a su favor la organización ultracatólica Hazte Oír, en la que ha dado un aprobado al exvicesecretario en los temas de ‘la unidad de España, la vida y la familia’, mientras que ha suspendido a Santamaría en los tres.

Desde el Comité Político de VOX incluso han tenido que publicar un editorial contra Casado, afirmando que nunca podrá defender las ideas que ellos defienden, pidiendo que deje de llamar “al redil a los votantes que ya no les votan”. Este argumento de ‘nosotros somos la verdadera derecha’ podría desinflarse con el llamado ‘voto útil’ que entre elegir a VOX o al PP de Casado se inclinaría por el segundo.

En definitiva, a no ser que le caso máster llegue a más, tanto VOX como Ciudadanos tendrían más interés en que ganase Sáenz de Santamaría, que representa el perfil más continuista con la labor de Gobierno de Mariano Rajoy, lo que mantendría los argumentos que ambos partidos han utilizado para no dejar de rascar votos al PP.