Una polémica, al margen de la crisis energética y de la renovación del CGPJ, sobrevuela el Congreso de los Diputados. Infinitamente más anodina. A la ciudadanía, probablemente, pueda resultarle intrascendente e, incluso, pudiera ser objeto de demagogia, pero hay quienes lo han elevado a la categoría de asunto de Estado. Hablamos de la renovación de los terminales móviles de los diputados y diputadas. El BOE publicó este miércoles la licitación para la adquisición de nuevos smartphones por un montante total de más de un millón de euros, en concreto, 1.018.789.

La Cámara Baja requiere, así, 550 teléfonos de perfil 1 y 275 de perfil 2. Ambos tipos son de la más alta gama. El primero, debiera tener un sistema operativo IOS 15 o superior "de la última generación disponible por parte del fabricante, dotado con cargador con el cable de conexión correspondiente y auriculares con cable, ambos originales, así como funda transparente de protección", según especifica el documento. Las condiciones técnicas para el perfil 2 son que sea de reciente lanzamiento (año 2022) y cuenten con un sistema operativo Android 12 o superior, además de cargador con el cable de conexión correspondiente y auriculares con cable, ambos originales, así como funda transparente de protección. También se requiere disponer de un soporte técnico durante dos años en horario de 09:00 a 18:00 horas, de lunes a viernes laborables, para la reparación de averías o daños no cubiertos por la garantía.

Si bien es cierto que el concurso es público y cualquier empresa de telefonía móvil puede presentar su propuesta, las especificidades son tan concretas que no se baraja otra opción que no sean los iPhone de Apple para el perfil 1 y los teléfonos de otra marca pero de la más alta gama para el perfil 2 -se barrunta que sean Samsung-.

Gasto "suntuario"

Algunos consideran que se trata de algo perfectamente prescindible y urgen a rechazar el desembolso. Es el caso del portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, quien en rueda de prensa ha acusado a la Mesa del Congreso de habérsela “colado” y ha instado a evitar “un gasto suntuario”.

Fue la Mesa, donde PSOE y Unidas Podemos tienen mayoría, la que avaló la licitación y Echenique se ha justificado: "No teníamos localizada esa decisión, nos pusimos a investigar y vimos que nos la habían colado en una de las últimas Mesas antes del verano”.

Tras apuntar que él nunca ha utilizado el móvil que la Cámara facilita a sus señorías, ha comentado que tras estudiar los pliegos de este contrato han llegado a la conclusión de que todavía hay posibilidades de "evitar un gasto suntuario como este" y se ha comprometido a "trabajar" para lograrlo. A su juicio, los miembros del Congreso deben contar con un "terminal moderno y seguro", pero no "hace falta" que sean "móviles carísimos". "Hay otras opciones para cumplir esa función", ha apostillado.

En la misma línea se ha movido Íñigo Errejón. El líder de Más País considera que decisiones como esta “deslegitiman” a todos los políticos para pedir a la ciudadanía que haga “sacrificios”. “Tenemos que ser ejemplares”, ha dicho, razonando que no se necesitan smartphones tan caros.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, fue la primera en garantizar que su partido rehusará el cambio y devolverá los móviles. Su portavoz parlamentario, Edmundo Bal, se ha aventurado a calificar de “locura” que “en medio de una crisis como la que está viviendo España, el Congreso vaya a gastar más de un millón en dar a todos los diputados un nuevo móvil que es de los más caros del mercado”. Por ello, ha solicitado la anulación de la licitación porque es “disparatada” y una “ofensa” para la ciudadanía.

Pura "demagogia"

Tanto el PSOE como el Partido Popular han calificado las críticas al cambio de terminales como demagogia. El portavoz parlamentario en funciones [aún no lo es oficialmente] del Grupo Socialista, Patxi López,  afirmado que "no sé cómo va a ser el contrato, pero me parecen debates bastante demagógicos”. En términos semejantes se ha pronunciado su homóloga del PP, Cuca Gamarra. “Es un instrumento y una herramienta de trabajo”, deslizó, remachando que “las prestaciones tienen que ser las que consideren los técnicos y miembros de la Cámara”. Por su parte, Vox también ha dicho que "es una propuesta que parte de los servicios técnicos de la Cámara" y "no la vamos a cuestionar".