Hay cosas que una cree que es imposible que sucedan en política. Pero la realidad siempre llega para dejarte sin palabras. Una de esas cosas es que el expresidente de la Generalitat, Paco Camps, vuelva a presidir el PPCV. Y mira tú por donde, ahí lo tenemos amenazando con volver y presentar su candidatura. Ver para creer. En Génova 13 están con un cabreo de órdago pensando: “No tenemos bastante con Mazón como para que venga este señor ahora a tocar las gónadas” (frase no literal de una fuente de Génova 13).

Pero vayamos por partes para poder entender todo este carajal pepero. ¿Puede Camps presentarse? Legalmente, claro que sí. Él ha salido absuelto de todas y cada una de las causas relacionadas con la corrupción en las que se ha visto envuelto, que no han sido pocas. Pero eso no quita una realidad lapidaria que juega en su contra, que fue el presidente del partido y jefe del Gobierno más corruptos que ha tenido la Comunidad Valenciana.

Su consellera de Turismo, Milagrosa Martínez, ha estado en prisión por los contratos de Fitur con la trama Gürtel. Los dirigentes del PPCV, en este caso porque aún no existía el delito para partidos pero sí para personas físicas, han sido condenados por financiación irregular. Su conseller, Rafael Blasco, también ha estado en prisión por una trama que desvió el dinero destinado al tercer mundo. El caso Taula: donde el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, cuando él presidía el partido, también ha sido condenado por corrupción. Estos son solo algunos de los ejemplos de mal gobierno y relaciones pornográficas que sucedieron mientras él era presidente del PPCV.

Este lamentable bagaje es algo que Génova, ni puede, ni debe olvidar. Y desde la cúpula del partido son claros, no lo quieren en el primer plano político, ni en el segundo, ni cerca. No lo quieren pintado en un cachirulo, pero tampoco quieren una guerra con él, cuyas consecuencias podrían abrir en canal y destrozar el partido en la Comunidad Valenciana mucho más de lo que lo ha hecho Mazón. Por eso, la cúpula del partido que dirige Alberto Núñez Feijóo se plantea muy seriamente no hacer congreso en Valencia, y presentar al candidato que quieran directamente en 2027.

La venganza de Camps

Camps, que no es que sea un tipo listo, sino que es muy listo, al César lo que es del César, ha visto una oportunidad de oro tras la DANA para llevar adelante su lucha, y especialmente su particular venganza contra su archienemiga: la actual alcaldesa de Valencia, María José Catalá. Lo suyo es odio visceral, del de verdad. Vamos, que Camps antes quema el PP con todos dentro, que permite, en la medida de sus posibilidades, que Catalá sea candidata a presidir la Generalitat.

Este odio lleva aparejado otro movimiento, más bien un efecto dominó inevitable: la puñalada a Carlos Mazón. Al actual presidente tampoco es que le tenga un gran aprecio, y su nefasta gestión de la DANA y del Gobierno valenciano en general, le han venido de narices al expresidente para “amenazar” con su vuelta a los ruedos políticos presentándose al congreso del PPCV. De hecho, se podría decir que la única persona que está sacando algo positivo de la riada del 29 de octubre es Paco Camps, que ha visto abiertas unas puertas que, hasta aquella nefasta tarde, permanecían cerradas a cal y canto.

Este sábado por la mañana, Francisco Camps tiene prevista la celebración de un acto multitudinario en Valencia. El expresidente espera que acudan más de 1.000 personas a apoyarle entre viejas glorias del partido, alcaldes y simpatizantes. Si hasta invitó a Zaplana, que ha rehusado ir por el bien del partido. En un principio va a hablar de 30 años de gobierno popular, pero todos sabemos que va a ser un autobombo de los históricos centrado en sus propios logros. Cuentan los mentideros del reino que, dependiendo de lo que marque el termómetro en ese acto, Camps tomará una decisión u otra. ¿Que comiencen los juegos del hambre? Mañana lo sabremos.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio