Tras la remodelación previa al parón estival, Pedro Sánchez ha diseñado la que será su hoja de ruta para el año y medio que resta antes de las elecciones generales. Desprenderse del halo “excesivamente institucional”, desbordar las paredes del Palacio de la Moncloa y estrechar lazos con los ciudadanos y ciudadanas es la prioridad; pero la nueva estrategia comunicativa contempla otros escenarios tales como los cuerpo a cuerpo con Alberto Núñez Feijóo e incluso con sus socios de Gobierno, Unidas Podemos.

Fuentes del PSOE consultadas por ElPlural.com admiten tener un protocolo de actuación ante una posible escalada del tono. Las negociaciones en el marco de los Presupuestos Generales del Estado 2023 se prevén encarnizadas y los socialistas creen que, como viene siendo habitual, los morados acentúen las diferencias y celebren las conquistas sociales como victorias únicamente propias.

“A veces, el ruido no solo lo protagoniza el PP”, lamenta una dirigente del partido, quien explica que es legítimo que el partido minoritario se quiera visibilizar. Lo que ya entienden menos es que censuren cada elemento que queda fuera de una negociación por falta de acuerdo: “Buscan la diferencia y quieren transmitir que este partido [PSOE] se mueve hacia los preceptos de la mayoría social porque ellos están allí”.

En este sentido, el PSOE critica que siempre se ha respetado la posición de Unidas Podemos y se ha apostado por el entendimiento; por lo que en esta nueva etapa tras el arranque del curso político solicitarán a sus socios que recurran a sus altavoces para ganar enteros de una forma más comedida y menos afilada.

Lubricando alianzas

La legislatura se agotará en tiempo y forma, insiste la coalición, pese a que la convivencia en los últimos meses fuera menos plácida. Los choques son más que habituales, con ministras como Margarita Robles e Ione Belarra intercambiando golpes en riguroso directo. Con todo, la voluntad es la de rubricar los últimos Presupuestos. Las primeras reuniones tuvieron lugar en julio. Los diferentes ministros se tomaron el pulso y, en adelante, el objetivo es armonizar los recursos disponibles.

Ferraz quiere que la negociación goce de cierta “discreción”, que no “ocultismo”. Hasta ahora, creen que los morados han blandido sus posiciones maximalistas en los medios de comunicación y redes sociales para agitar el escenario.

Sin embargo, a pesar de la confrontación, desean que en las próximas semanas ganen impulso porque “queremos que les vaya bien” para poder ganarle la partida a las derechas, PP y Vox, y reeditar el Ejecutivo progresista. Para ello, será necesario que también limen sus tensiones internas en los primeros pasos de Sumar: “Confiamos en que resuelvan esas discrepancias y canalicen una parte del voto a la que siempre vamos a apelar, pero por lo que sea, no nos llega y no queremos que se quede en la abstención”.

De igual forma, los de Sánchez se han comprometido a lubricar las relaciones con el resto de aliados parlamentarios. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu y PNV, entre otros, han afeado en no pocas ocasiones la forma de negociar del Grupo Parlamentario Socialista. “Abusan de la ‘no negociación’. Traen decretos sin margen de mejora, cerrados, y quieren que los apoyemos sin rechistar”, aquejan fuentes del independentismo catalán. En la última pugna, la del plan de ahorro energético, Moncloa se vio forzada a rectificar y tramitar el decreto como proyecto de ley para integrar enmiendas.

Desde el PSOE justifican que siempre hay contacto “desde el primer momento”, pero “la concreción de los acuerdos puede llegar minutos antes” de las votaciones. Consideran que forma parte de las estrategias de negociación”, pero están abiertos a una mayor fluidez si se facilita el entendimiento.

Gobernar para la gente

Los choques con Feijóo y Unidas Podemos no son sino una de las patas de la nueva estrategia. La otra tiene por objeto pulir el perfil presidencial de Sánchez. Ferraz ha concluido que su imagen es “excesivamente institucional” y apuestan por una mayor cercanía con el electorado. Así, han diseñado una agenda con una treintena de actos para el presidente de septiembre a diciembre. El resto de ministros socialistas también tendrán una hoja de ruta semejante.

El lema de la campaña será Gobernar para la gente, y será aprobado este lunes en la Ejecutiva Federal. El pistoletazo de salida será el 1 de septiembre con una acción coordinada en varios puntos de geografía española. El objeto será dar difusión al paquete de ayudas al Transporte que entrarán en vigor ese mismo día. Alcaldesas, concejales, Juventudes Socialistas… Todos arrimarán el hombro y estarán presentes en estaciones de Renfe y autobuses para explicar los detalles del decreto de ahorro energético.

La siguiente fecha marcada en rojo en el calendario es el 3 de septiembre. Sevilla acogerá el primer acto de estas características. El segundo será el 9 en Toledo. Otros importantes hitos tendrán lugar el 28 de octubre con el 40º aniversario de la victoria de Felipe González en las elecciones generales de 1982 y del 24 al 27 de noviembre, que está previsto la celebración del Congreso de la Internacional Socialista en Madrid.