El curso político ha arrancado tal y como concluyó antes del parón estival: con la tensión entre PSOE y PP dominando el panorama y con los socialistas, ábaco en mano, contando apoyos. El plan de ahorro energético se someterá a votación este jueves en el Congreso de los Diputados y pese a que el Gobierno da por hecho que recibirá luz verde, oficialmente, sus socios no han anunciado el sentido de su voto. Esquerra Republicana de Catalunya, EH Bildu y PNV, han afeado al PSOE que continúe llevando al parlamento reales decretos que no hayan sido previamente consensuados. Como gesto, Moncloa se ha abierto a tramitar el plan de ahorro energético como proyecto de ley para que los distintos grupos puedan introducir enmiendas. Según ha podido confirmar ElPlural.com, las negociaciones continúan a esta hora, aunque Moncloa da por hecho que atesora un respaldo suficiente.

Conscientes de que el real decreto sobre el plan de ahorro energético pendía de un hilo y que la presión sobre Feijóo y las fuerzas progresistas no había surtido efecto, Moncloa ha optado por abrirse a tramitarlo como proyecto de ley, una de las principales peticiones del independentismo catalán y vasco y de los jeltzales. Todos ellos, en declaraciones a este periódico, admiten su descontento porque el Gobierno, una vez más, impulsa iniciativas herméticas, sin margen para negociar y exigiendo únicamente su apoyo sin participar del desarrollo del articulado.

Fuentes parlamentarias de ERC lamentan que “el PSOE abusa, una vez más, de la ‘no negociación' con el pretexto que los decretos sociales tienen que salir adelante con un sí incondicional y acrítico”. No obstante, se congratulan de que en esta ocasión se barajen modificaciones. “Seguimos hablando”, remachan.

Situación parecida la de Bildu. “El decreto como tal no lo van a tocar, pero parece que el Gobierno esta vez sí se abre a tramitarlo como proyecto de ley para modificarlo a posteriori”, explican fuentes consultadas. La izquierda abertzale aplaude el gesto porque “nos permitiría incluir nuestras demandas como enmiendas y mejorar el contenido del decreto”, pero aún no hay nada cerrado. “Están los votos muy justos. La manera de ‘negociar’ ha sido la tónica habitual de siempre, a última hora y a contrareloj una vez aprobado el decreto y convocado el pleno”, denuncian.

La votación será telemática porque aún no han finalizado las obras del hemiciclo

Votos atados

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha confirmado que tienen los votos suficientes para salvar el real decreto a pesar del enfado de sus socios. Según ha podido saber ElPlural.com, serán los aliados habituales quienes lo secundarán (Bildu, PNV y ERC, este último, más crítico). La decisión no se hará pública hasta la mañana del jueves. Más País y Compromís también estarán en el ‘sí’.

“Suspense hasta última hora”

El principal argumento de los socialistas para cosechar el apoyo del Congreso es que están trabajando en un plan de contingencia que llegaría en otoño que complementaría al plan de ahorro energético y, ahí, pueden participar. Esquerra y Bildu, hartos de la estrategia son lentejas y no se admiten cambios, se pronunciaron en contra. No ha sido hasta que Moncloa ha aceptado la tramitación como proyecto de ley cuando las negociaciones han desencallado. En paralelo a las conversaciones con el flanco del bloque de investidura, el PSOE telefoneó a Ciudadanos este martes ofreciéndole. Rafael Simancas no sedujo a Edmundo Bal, quien ha recibido más llamadas en la mañana de este miércoles.

Los naranjas siguen enrocados en el ‘no’ porque consideran que se trata de un chantaje. En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, el propio Bal ha esgrimido que el Gobierno ha hecho del decreto una suerte de cajón de sastre que incluye cuestiones que “nada tienen que ver con las ayudas al transporte público”. “Ellos dicen que estamos en contra del abaratamiento del transporte. No, no y no. Lo que no vamos a admitir son medidas de ahorro energético que imponen sacrificios importantes a la población y a las empresas que son rotundamente ineficaces”.

Bal ha garantizado que, si el próximo martes el Consejo de Ministros aprueba un decreto solo con el abaratamiento del transporte, votarían sí; pero “no es de recibido” que impongan un paquete con iniciativas inconexas. “Es un fraude legislativo”, ha criticado, y se ha aventurado a decir que “habrá suspenso hasta última hora” porque “todos votamos telemáticamente” ya que no han concluido aún las obras del hemiciclo. En ese preciso instante, la sombra de Alberto Casero ha planeado sobre el Congreso.