En las últimas semanas la plataforma Sumar, el retoño de Yolanda Díaz, ha dado sus primeros pasos, esbozando qué será y qué no. La propia líder explicó en su primer acto, el pasado viernes 8 de julio en Matadero (Madrid), que se trata de un proyecto articulado para reencontrarse con la sociedad civil. “Sumar va de esperanzas. Sin esperanza un país no tiene futuro y no nos vamos a resignar. Sumar no va de partidos. Sois vosotros. Va de pensar nuestro país. De tomarnos las cosas importantes en serio. Que sí, son las cosas del comer y del soñar”, dijo. ¿Qué papel jugará Podemos en todo el proceso?

A unas horas de celebrarse el evento que iba a suponer el pistoletazo de salida, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, admitió que Yolanda Díaz les pidió que no acudieran y ellas acataron: “Es lo que se nos ha pedido y lo respetamos. Es ella quien debe dar los detalles sobre el proceso y de escucha y los pasos que va dando. Y, por supuesto, es ella quien está tomando las decisiones”.

De esta manera, los morados se desmarcaron de toda la construcción. Tanto es así que, al día siguiente, durante su discurso ante el Consejo Ciudadano estatal (la cúpula del partido) obvió por completo cualquier referencia a Sumar. Se agarran, así, a su última bala. La ministra de Trabajo es su última esperanza y fían a su carta toda su supervivencia. De hecho, las voces críticas que maniobraban internamente para rechazar diluir las siglas moradas en la sopa de Díaz han mutado en silencios que claman. La postura adoptada por Podemos es de sumisión: participarán en lo que se les pida cuando se les diga. Su papel será central, pues son la fuerza más corpulenta de la izquierda alternativa, pero seguirán el compás marcado por Yolanda Díaz.

Por el momento, el protagonismo es de la sociedad civil -o al menos, así lo pretende Díaz-. En el acto de Matadero tomaron la palabra nueve personas, todas ellas desconocidas: la periodista Nerea Pérez de las Heras; Irene Rubiera, jurista y activista ecologista desde la ola de movilizaciones juveniles por el planeta de 2019; Valeria Castro, emprendedora digital, fundadora de la productora Platonic Games y actual presidenta de la Asociación Española de Videojuegos; Fernando García, rider y sindicalista; Miguel Ángel Castellano, representante de la lucha de los trabajadores y trabajadoras de Amazon; Carmen Rodríguez, profesora de la Universidad de Málaga y miembro del Foro de Sevilla y de Redes por una nueva política educativa; Carolina Elías, feminista y abogada defensora de los derechos de las mujeres migrantes empleadas del hogar; y Belén González, psiquiatra en un centro de salud mental del sur de Madrid.

Aquel día se anunció que se iniciaría una gira por toda España articulando diversos grupos de trabajo y equipos temáticos formados por profesionales, activistas, académicos y colectivos que elaborarían propuestas que, junto a las registradas en la página web, sentarán los mimbres para “un contrato social para la próxima década”. La primera cita tuvo lugar también en la capital con jóvenes para abordar la crisis climática y la transición ecológica. El rol de los partidos, por el momento, queda relegado al apoyo logístico.

La nueva versión que ha exhibido Díaz ha seducido a los suyos. Se mostró mucho más combativa con el incremento del gasto militar y eso limó asperezas. Sin embargo, el ambiente hasta entonces se había enrarecido; llegando al punto de que dirigentes, cargos públicos y militantes organizaron un debate en el que se presionó a Belarra para que no pusiera ningún tipo de obstáculo, tal y como informó ElPlural.com.