El PSOE ha activado la maquinaria electoral. Agotarán la legislatura, pero ya han diseñado una estrategia para el próximo año y medio que resta antes de las elecciones generales con el objetivo de sacudir el halo “excesivamente institucional” de Pedro Sánchez y acercarse a la gente para explicar mejor las medidas del Gobierno. Así, el presidente tendrá entre septiembre y diciembre una treintena de actos, salpimentados por otros tantos de todos y cada uno de los ministros y ministras, alcaldes, concejales y candidatos. Pero estos eventos de mayor contacto con los electores no es más que una de las dos patas que conforman la nueva estrategia comunicativa. La otra está relacionada con el Partido Popular y su ya no tan nuevo líder, Alberto Núñez Feijóo.

En estos actos que comenzarán el 1 de septiembre, así como en todas y cada una de las acciones de partido, los socialistas explicarán en detalle sus iniciativas y las confrontarán con cómo sería el escenario en caso de que fuera el PP el que tuviera que haber afrontado la crisis de la pandemia de coronavirus y las consecuencias de la guerra de Ucrania.

Según fuentes socialistas, el “vamos a por todas” entonado por Pedro Sánchez implica desenmascarar al principal partido de la oposición, que, a día de hoy, lidera las encuestas. Ferraz da por perdido a Feijóo, a quien tildan de “fraude” porque “ni es moderado, ni es solvente”. Lamentan que se ha instalado en la antipolítica porque “al PP no le interesa defender a la mayoría social, sino que representa los intereses de los poderosos” y porque sigue el rebufo de Isabel Díaz Ayuso.

En este sentido, el PSOE censura que el gallego “no tiene proyecto de país” ni atesora la valentía para acallar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, que sigue dictando la “línea política de Génova”.

Las fuentes consultadas consideran que “el PP tiró del mal menor, que era Feijóo” y éste no ha sabido imprimir su seña de identidad. “Ni siquiera reconoce que sí conoce los documentos firmados sobre la reforma de la ley del Poder Judicial. Practica el negacionismo y el obstruccionismo”, han remachado.

“El PP solo hace ruido, es lo único que les interesa. La confusión. Adoptan posiciones incomprensibles. No entendí las razones que le llevaron a votar en contra de algo tan racional como un decreto de ahorro energético. ¿Por qué? No quieren medidas sociales. ¿Qué van a hacer con el impuesto a las energéticas y a la banca?”, abundan.

Incluso, creen que la labor de sus asesores es nefasta y que en las entrevistas queda en evidencia al desconocer asuntos que su equipo debería trabajar porque saben que le preguntarán por ello. “En suma, en frente tenemos un PP sin proyecto, sin equipo, hasta se menciona la vuelta de Álvarez Cascos) y con un liderazgo débil condicionado por Ayuso”, concluyen.