Ha sido un poco antes de las nueve de la mañana cuando los grandes periódicos de Estados Unidos han sustituido el titular largo, “Trump más cerca de la Casa Blanca”, por un enorme “Trump triunfa” ocupando el total de la pantalla. Titular a cinco columnas, que diría la prensa escrita.

El más sorprendido, The New York Times. Después de varias semanas otorgando una amplia ventaja a Hillary Clinton, el neoyorkino pro demócrata ha definido lo ocurrido en el subtítulo con un  “Chocante decepción al aprovecharse un extraño de la insatisfacción de los votantes”. En un editorial probablemente preparado de antemano asegura que la victoria de Trump es una humillación para los medios de comunicación, los sondeos y el liderazgo demócrata de Clinton.

“Sorprendente vuelco sobre Clinton”, asegura el Washinton Post. El diario capitalino, tan institucional, destaca que Trump será el primer presidente norteamericano que no ha pasado previamente por un cargo en la Administración o ha estado en el Ejército. Lo curioso es que mucho antes de confirmarse la victoria de Trump una clarividente columnista, Margaret Sullivan, avanzaba que la prensa “se ha perdido la historia” porque, al final, un enorme número de votantes americanos querían algo diferente y, aunque gritaban mucho, la mayoría de los periodistas no les escuchaban, “no entendieron que las masas entusiastas de los mítines de Trump se convertirían realmente en tantos votos”.

"Oleada de populismo"

De “sorprendente victoria en medio de una oleada de populismo” califica el económico The Wall Street Journal la victoria de Trump, relacionándolo al mismo tiempo con una acentuada caída en el mercado de futuros y con una gran incertidumbre entre los líderes del mundo: “de Berlin a Beijing, los dirigentes miran si Trump seguirá sus promesas populistas y proteccionistas que pueden socavar el compromiso global de América y dar un profundo vuelco a las políticas establecidas en comercio, defensa e inmigración”.

Lo inesperado de la Victoria de Trump se refleja en este diario en un artículo publicado poco antes de conocerse el resultado. El analista de cabecera William A. Galston se atrevía a pergeñar  un manual de uso presidencial para el primer año de mandato  asegurando que, “si los sondeos aciertan, Hillary Clinton tendrá que decidir qué políticas priorizar”.

"Vuelco sorprendente"

En un repaso a la prensa más local, que coincide en su mayoría en el titular de “vuelco sorprendente”,  choca leer comentarios de reproche a los demócratas en los que se afirma que tendrían que haber sido conscientes de lo que podía ocurrir. Y entre ellos destaca el editorial del San Francisco Crhonicle, que relaciona la victoria de Trump con lo ocurrido en el Reino Unido. Con el título de “Una sorprendente revuelta americana”,  asegura que Estados Unidos ha tenido este martes su momento “Brexit”  puesto que ni los sondeos ni los expertos lo vieron venir. Y que los demócratas que estaban convencidos de una sólida victoria de Clinton, tampoco lo vieron venir.

“A sus votantes no les importa, concluye, que Trump esté tan mal informado, o tan dispuesto a distorsionar la verdad, tan crítico con los aliados de Estados Unidos, o tan desdeñoso de los valores americanos de diversidad y respeto al imperio de la Ley”.

Sorpresa, decepción, pesimismo, incertidumbre también en la prensa norteamericana.