Cuenta a ELPLURAL.COM un directivo merengue que Florentino Pérez –‘El Ser Superior" como lo definió Emilio Butragueño– desde que accedió en el año 2000 a la Presidencia del Real Madrid, en sus dos etapas (en febrero de 2006 sin que nadie se lo pidiera presentó la dimisión y dejó a su club en la estacada) está obsesionado, emulando a su admirado Santiago Bernabéu, con marcar todo tipo de goles desde su despacho de ACS al FC Barcelona.

Y los demás sin enterarse
Y últimamente, aunque nunca lo reconocerá, ni nadie lo podrá probar (salvo que cante el canario, cosa difícil) como está en forma y como mueve como nadie todos sus tentáculos en el momento justo, los marca a pares y desde todas las posiciones. Y los demás sin enterarse. Y sin necesidad de meter ningún dedo en el ojo.

Profunda crisis blaugrana
A los hechos me remito. Desde que movió su mágica ficha, el Madrid, tras neutralizar una desventaja de 8 puntos, mantiene el liderato de la Liga otra jornada más tras empatar en el Calderón. Mientras, el Barça sumido en una profunda crisis: tanto en el vestuario,  en el palco y en su entorno.

Compuesto y sin Neymar
El pasado verano fue duro para Florentino Pérez. Tras quitarse de encima a Mourinho, por no conseguir ningún título y por dividir a la afición madridista, se quedó compuesto y sin Neymar. Y eso que su hijo se pegó todo el verano en Brasil mejorando día tras día la oferta del Barça tanto al Santos como al padre del astro brasileño.

Las cuentas
El Tiburón Blanco (así llaman los empresarios de la capital a FP) estaba desolado, pero su suerte, por arte de birlibirloque, cambió cuando un modesto socio del Barça, Jordi Cases, farmacéutico y natural de Tarragona, osó en preguntar a Sandro Rosell lo que el Barça había pagado por fichar a Neymar. Y claro, por la terquedad de los directivos azulgranas, el asunto y las cuentas del fichaje del futbolista brasileño llegaron a la Audiencia Nacional y al juez Pablo Ruz.

De maravilla en el campo
Eso sí, Florentino Pérez antes de Navidades, de forma ingenua, en su programa televisivo favorito (Punto Pelota de Intereconomía), uno de los que controla, dejo caer que el Real Madrid  tuvo que renunciar al fichaje de Neymar porque no podía pagar los 150 millones de euros –incluidas las comisiones- que costaba la operación. Desde entonces, incluso con Casillas en el banquillo, al Madrid le va de maravilla en el campo en todas las competiciones y al Barça…

Nuevo contrato
Desde entonces el club blaugrana, no gana para disgustos: dimisión de Sandro Rosell, Neymar desaparecido y su padre de los nervios al tener que presentar tantos documentos. La renovación de Iniesta ha costado un ojo de la cara a la entidad, Messi a lo suyo al saber lo que cobró el padre  de Neymar y el padre de Messi (cuánto mandan últimamente los padres de los jugadores en Camp Barça) pidiendo hora al nuevo presidente para renegociar otra vez, por enésima vez, un nuevo contrato.

¿Elecciones anticipadas?
Y por si faltaba algo, el entorno de Joan Laporta, de Cruyff y de Pep pidiendo elecciones anticipadas para el verano y Bartomeu, el nuevo presidente del Barça, depositando en la Agencia Tributaria 13,5 millones de euros no vaya a ser que al final el juez Ruz encuentre alguna irregularidad.

El palco de oro
Florentino Pérez, poliédrico donde los haya, ríe. No para de hacerlo. Por el liderato y por la crisis del rival. Como Bernabéu hizo con Di Stéfano, no le ha podido quitar a Neymar al Barça, pero lo ha desestabilizado por completo. La jugada ha sido maestra. Ahora, aunque el palco del Bernabéu valga su peso en oro, como a Montoro, a Ruz, a Joaquín Almunia, a los de la UE y a los catalanes les de por investigar en serio si es verdad que el Real Madrid debe 541 millones de euros, nos divertiremos de lo lindo.

Los no millonarios
Y más, si una parte de su masa social le obliga a cambiar los estatutos del Real Madrid para que cualquier socio, aunque no sea multimillonario, pueda ser candidato a la presidencia y ser su rival en las urnas.

José Manuel Muñoz es periodista de Deportes