La CUP insiste en que sus cuatro diputados se abstendrán en la investidura de Jordi Turull, de cara al pleno de este jueves por la tarde. La decisión de los cupaires llega después de que sus bases, el Consejo Político y el grupo de acción parlamentaria hayan fijado su posición definitiva. En un comunicado, los cupaires alegan que no pueden condicionar su acción política "a la acción represiva del Estado". El texto defiende que había que "continuar la lucha con un programa de gobierno para esta legislatura, que validara y continuase el mandato del 1-O". A pesar de la reunión de este jueves por la mañana con JxCAT y ERC y la última oferta para someterse a una cuestión de confianza en un plazo de entre uno y dos meses, la CUP mantiene su abstención y de este modo, Turull no será investido en primera vuelta en la sesión de este tarde. Si Toni Comín y Puigdemont mantienen sus escaños, Turull tampoco podría ser investido en la segunda vuelta. 

Las bases de la CUP no están convencidas

"La CUP ya expresó en su consejo político del 3 de marzo, que la propuesta de programa de gobierno de JxCat y ERC no avanza en la construcción de medidas republicanas ni sociales, que respondan a los derechos y necesidades de la clase trabajadora y del resto de clases populares", insiste la CUP en su comunicado. 

La posición de la izquierda anticapitalista catalana llega después de que este miércoles por la tarde se convocase la sesión del pleno de investidura y horas después de la decisión del Tribunal Supremo de citar a los investigados este viernes para determinar si los envía a prisión o no. El  miércoles por la noche las bases de la CUP decidieron su posición, después de que la direción les planteara los argumentos a favor y en contra de la investidura de Turull en un documento interno. 

La CUP vincula a Turull a los recortes de Mas

En este texto, avanzado por 'La Vanguardia' y el 'Ahora', la CUP explica que consideran que no ha habido adelantos en la estrategia republicana durante la negociación y critican el perfil de Turull, al que ven demasiado ligado al  PDeCAT, a los recortes del Gobierno de Artur Mas y como alguien que no ha hecho nada por condenar el caso del 3%.

Como argumentos a favor, la CUP cree que hacer a Turull presidente sería un mensaje de continuidad del 1-O y de sus efectos, supondría un embite al Estado y considera que forzaría a JxCat y a ERC a mantener un compromiso más firme con la república.

Una vez escuchada la militancia, el Consejo Político y el Grupo de Acción Parlamentaria de la CUP han fijado el sentido del voto de sus cuatro diputados. Inicialmente los cupaires se habían mostrado partidarios de investir a Carles Puigdemont (JxCAT) y habían pedido un "programa republicano" en el caso de tener que votar a otros candidatos. Sin estos elementos sobre la mesa, la izquierda anticapitalista había optado siempre por la abstención.