Ante la carrera a contrarreloj para el 23 de julio, todo está en el aire. Con la intención de movilizar la atención del electorado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tomado la iniciativa este lunes para proponer hasta un debate por semana con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Una propuesta que ha dejado un reguero de reacciones.

Así las cosas, el candidato socialista a la presidencia de La Moncloa ha propuesto, desde su intervención en la III Edición del Foro Fondos Europeos, un debate en el que prime “la moderación neutral, equilibrio de tiempos y respeto”. Una posición que ha vuelto a reiterar posteriormente tras la reunión mantenida con su homólogo sueco, Ulf Kristersson: “La democracia es debatir, conocer, contrastar con argumentos, no con bulos. […] Debatir es una obligación al ser un deber como demócrata. Las elecciones son democracia y hay que debatir para conocer los proyectos políticos”, ha insistido, adelantando que espera mantener una reunión con el líder de la oposición el próximo lunes.

Sánchez también ha abordado la variable de los debates sectoriales sobre economía, cambio climático o políticas sociales -entre otras temáticas de primer orden-, aunque ha reiterado que tanto él como el presidente del Partido Popular son los únicos dos aspirantes fuertes a tomar, o revalidar en su caso, el mando de La Moncloa.

El PP cierra la puerta a la propuesta de Sánchez

En palabras del portavoz de campaña, Borja Sémper, desde Génova, el PP ha instado a Sánchez, ante su anuncio, a focalizarse en la “calma”, puesto que “España no está para excentricidades”: “Entendemos que Sánchez está más cómodo en un plató de televisión que en la calle. España no necesita siete debates. […] Las decisiones las vamos a tomar nosotros, no nos va a marcar la agenda la ansiedad de Sánchez”, ha reiterado.

En la misma dirección, Sémper ha lamentado que la directiva de los ‘populares’ haya conocido este anuncio a través de los medios de comunicación: “Lo normal es que se hubiesen llamado a los equipos de campaña para hacer estas propuestas”, ha proseguido, a la par de que rechazan cualquier “extravagancia o guion” que venga de parte de Moncloa a la hora de realizar estos debates.

Con respecto al liderazgo que representa Feijóo, y en relación con los pactos aún en el aire en los ámbitos autonómicos y municipales, el portavoz de campaña ha reiterado que la formación aspira a gobernar en solitario: “Feijóo confía en sus presidentes y candidatos, en el buen criterio que tengan. No hay prevista ninguna coalición”, ha precisado, en clara alusión a Vox.

Yolanda Díaz rechaza los cara a cara de Feijóo y Sánchez

Bipartidismo ha sido la palabra clave que ha empleado la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que se postula a las generales bajo la marca de Sumar, para entrar a la crítica conforme al anuncio del presidente Sánchez.

“Quien crea que el futuro de España se resume en una foto de Pedro Sánchez y Feijóo está fuera de la realidad de nuestro país. El bipartidismo es el pasado. Vamos a seguir sumando para construir el futuro”, ha valorado desde sus redes sociales este lunes.

No obstante, pese a que la estrategia de Sánchez es proyectar su mayor fuerza en los cara a cara contra el líder de los populares, no ha cerrado en ningún momento la opción a debatir pausadamente con el resto de candidatos de otras fuerzas políticas.

Abascal, sobre los debates preelectorales

Por su parte, el principal dirigente de Vox, Santiago Abascal, asegura que el presidente del Gobierno “demuestra que teme debatir” con él, escudándose en el cambio político que vive España en este momento: “No han aceptado la realidad y es profundamente antidemocrático”, ha condenado.

“Hemos padecido durante toda la legislatura las dificultades en las sesiones de control de un partido de casi 4 millones de electores… que un partido con 52 escaños haya podido preguntar al presidente del Gobierno las mismas veces que un partido que solo tenía cinco escaños mientras que los dos viejos partidos pueden intervenir constantemente. Es una buena muestra de esos resallos del bipartidismo con los que hay que acabar”, ha defendido.