Giro de timón en la carrera hacia las elecciones generales. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto encima de la mesa la posibilidad de enfrentarse cada semana con el líder de la oposición en un debate televisado a todo el país. Un cara a cara con Alberto Núñez Feijóo en los principales medios de comunicación durante las siete semanas que restan de campaña, con el condicionante de una "moderación neutral, equilibrio de tiempos y respeto". Nuevo órdago a la grande de Moncloa a Génova, a quienes, además, insta a desquitarse los dejes de la extrema derecha de Donald Trump, Viktor Orbán y Giorgia Meloni.

Sánchez ha intervenido este lunes en la III Edición del Foro Fondos Europeos, organizado por eldiario.es. Un escenario que ha aprovechado para anunciar que el Gobierno enviará la adenda del Plan de Recuperación a Bruselas, con el objetivo de canalizar más de los 90.000 millones de euros de fondos adicionales. Noticia que ha quedado enterrada por el reto que ha lanzado al jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. El líder del Ejecutivo, sabedor de los beneficios que le reportan los debates, ha planteado un cara a cara semanal en los grandes medios de comunicación hasta llegar al 23 de julio con el cabeza de cartel del Partido Popular, empezando el próximo lunes 12 de junio.

Sánchez entiende que democracia es “sinónimo de elegir” y a esa elección hay que llegar con “información”, poniendo negro sobre blanco y “contrastando propuestas”. Esta hipótesis tiene una “traslación evidente” en los debates limpios y equilibrados. Por eso, desde el altavoz que le brinda el foro, quiere que estos comicios sean los de “los debates democráticos”; motivo por el cual ha lanzado este órdago a la grande a su principal rival en la carrera presidencial. Una propuesta formal para que cada semana, hasta la llegada de las elecciones, se celebre un cara a cara entre los dos candidatos en los grandes medios de comunicación del país.

El debate tendrá que ceñirse a las únicas condiciones expuestas por Sánchez: moderación neutral, equilibrio de tiempos y una regla de respeto. Un formato suculento para las principales cadenas de este país. De hecho, sin precisar quién, ya ha desvelado que hay cuatro ofertas encima de la mesa que cuentan con el OK de Moncloa. Sánchez está abierto a completar el listado de debates con los dos medios de comunicación restantes. “Esto es lo que se merecen los españoles: Debates para conocer y contrastar modelos, para desterrar el insulto y reivindicar el respeto en la democracia; para argumentar desde los datos y no desde los bulos”, ha resumido el jefe del Ejecutivo.

Debates sectoriales

La propuesta de Sánchez no se enfrenta en absoluto a la celebración de un debate habitual, con todos los candidatos de los partidos restantes. “Serán compatibles”, ha resumido el jefe del Ejecutivo, consciente de que el bipartidismo en España acabó tiempo ha. No obstante, ha justificado que tanto él como Feijóo son los dos únicos aspirantes a presidir el país, sin olvidarse, eso sí, de las “otras fuerzas importantes de ámbito nacional”. Su espacio se circunscribirá a los debates en los que también participará el propio Sánchez. “Son compatibles y complementarios, porque completarán la información de los ciudadanos”, redundan en Moncloa.

Sánchez: "Debates para contrastar modelos, desterrar el insulto y para argumentar desde los datos, no desde los bulos"

En cualquier caso, no sólo se pone sobre la mesa la compatibilidad de estos modelos, sino que a su vez se abre la puerta a “debates sectoriales” sobre políticas que marcarán el rumbo del país, como Economía, Cambio Climático, Igualdad, Políticas Sociales y de Sanidad, Pensiones… Un abanico de ámbitos en los que participarán, como ha confirmado el presidente del Gobierno, el representante de área del PSOE en cuestión. Es tiempo, explican en Moncloa, para que los ciudadanos constituyan su opinión sobre el país que desean. El Parlamento, ya disuelto, no está operativo y, por ende, no es sede del debate. Todo lo contrario que ocurre con los medios de comunicación, que surgen como un “espacio formidable” para contraponer ideas.

Sánchez marca la pauta

En cualquier caso, el presidente del Gobierno ha dejado claro que la diatriba a la que se enfrentan los ciudadanos el próximo 23 de julio es o “Sánchez o Feijóo”. Así lo ha transmitido en su intervención en el Foro Fondos Europeos. El jefe del Ejecutivo no es ajeno al escenario multipartido que predomina en España desde el año 2015, lo cual no es óbice para enfrentarse a una realidad en la que tanto él como el principal líder de la oposición son los dos únicos con opciones a ser presidentes del Gobierno.

Sánchez plantea debates sectoriales sobre Economía, Cambio Climático, Igualdad, Políticas Sociales y de Sanidad o Pensiones

Profundizando en esta “disyuntiva”, a Sánchez le resulta curioso que el PP no mencione a su propio líder en el eslogan de campaña. No entiende que si tiene “tantas cosas buenas que ofrecer”, lo escondan y, en cambio, sí pongan el de su principal adversario. Esta reflexión le ha conducido al planteamiento habitual de la derecha en la frontera con campañas electorales. “Sánchez o España. Es un eslogan muy peligroso, serio y grave”, ha destacado el jefe del Ejecutivo, arguyendo que este lema señala a todos los votantes del PSOE como “antiespañoles”,  rememorando otras soflamas idénticas acuñadas por Donald Trump, la ultraderecha de Viktor Orban en Hungría o la de Giorgia Meloni en Italia. En consecuencia, ha defendido que el Partido Socialista desea lo mejor para el país e incluso ha subrayado que es la única fuerza política que lleva el nombre del país en sus siglas: “En amor a España no nos ganan, podrán empatarnos, pero no ganarnos”.

Por este motivo, Sánchez ha dibujado el primer borrador de su campaña, dominada por las propuestas, en positivo y en defensa de la gestión de las políticas que la coalición ha desplegado durante esta legislatura, amén de sus planes para el futuro. En resumen, hablar de lo que “importa e interesa” al ciudadano; lo cual no implica que el PSOE no combata las políticas de la derecha. “Lo haremos con educación y firmeza”, ha aventurado, antes de prometer “contundencia” a cualquier insulto o ataque del que sean víctimas.

Plan de recuperación

En otro orden de asuntos, más alejados de la pura campaña electoral, Sánchez anunciaba desde este foro la aprobación de la adenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), con la que el Ejecutivo espera canalizar más de 90.000 millones de euros de los fondos europeos. El escrito se remitirá a Bruselas este mismo martes, tras su aprobación en el Consejo de Ministros y tiene como objetivo troncal “mantener el impulso a la hoja de ruta” que se inició en esta legislatura.

Con todo, Sánchez es consciente de que la gestión de los fondos europeos recaerá sobre el próximo equipo que desembarque en el Palacio de la Moncloa tras las elecciones del próximo mes de julio. No obstante, cree que “merece la pena” persistir en la contribución a la modernización y reindustrialización de la economía española, pero también al refuerzo de la autonomía estratégica y el impulso del crecimiento económico, tanto para la Unión Europea como para el propio país. Así las cosas, estima que la adenda permitirá al Gobierno la “movilización de más de 7.700 millones de euros en transferencias adicionales para la reindustrialización estratégica, 84.000 millones en préstamos y 2.600 millones green power”, orientados a la independencia energética comunitaria.

España es el país que ha desplegado los fondos europeos con “más éxito”. Así lo ha trasladado el presidente del Gobierno este mismo lunes, además de recordar que el país ha recibido ya 37.000 millones de euros en tres partidas diferentes. “Podemos afirmar que España cumple mejor que nadie en toda Europa”, ha argumentado Sánchez, quien al mismo tiempo ha defendido que estos desembolsos comunitarios han permitido que la economía patria vaya “como una moto”. Por tanto, ha percutido en la identidad del próximo inquilino de la Moncloa, dado que sería “extraordinariamente grave” que otro Ejecutivo quisiera derogar las reformas implementadas.

Una reflexión que parte de la definición de estos fondos, que entiende -y así lo ha trasladado desde su concepción- que es una “enmienda a la totalidad a la respuesta neoliberal y austericida” de la crisis financiera. Frente a unas medidas que en consecuencia fueron un “profundo fracaso”, amén de estigmatizar a los países del sur del Viejo Continente, Sánchez entiende que en esta ocasión se impusieron las “tesis socialdemócratas” para garantizar el crecimiento conjunto. Una lección aprendida, que se suma a la oportunidad de “reindustrializar España” para competir “con plenas garantías en la economía del siglo XXI”, además de que la tercera enseñanza que extrae es que estas partidas cuentan con un espíritu “reformista”.