“Con esta propuesta, Sánchez demuestra que teme debatir con Vox”. Esta ha sido la respuesta que ha dado Santiago Abascal este lunes frente al órdago del líder del Ejecutivo a Alberto Núñez Feijóo para debatir únicamente con él cada semana de aquí a las elecciones del 23J.

El portavoz de Vox estima que “hay quienes no se han dado cuenta de que España ha cambiado”. Que “no han aceptado la realidad”, y se ha referido al funcionamiento de la Cámara Baja durante las sesiones de control al secretario general del PSOE: “Hemos padecido durante toda la legislatura las dificultades en las sesiones de control de un partido de casi 4 millones de electores… que un partido con 52 escaños haya podido preguntar al presidente del Gobierno las mismas veces que un partido que solo tenía cinco escaños mientras que los dos viejos partidos pueden intervenir constantemente. Es una buena muestra de esos resallos del bipartidismo con los que hay que acabar (…) No responde a la realidad de la sociedad española y es profundamente antidemocrático. Además, con esta propuesta Sánchez demuestra que teme debatir con Vox”.

"Nada de decir que nos viene bien"

Viene a colación recordar la opinión de los de Abascal respecto a los debates, una herramienta que en época democrática ha servido para que los ciudadanos puedan escuchar las propuestas de los políticos y, con ello, terminar de decantar su voto, cambiar de opinión si así lo consideran o salir del grupo de indecisos.

Sin embargo, no a todo el mundo se le da bien, por lo que en ocasiones hay partidos que rechazan incluso ir a sabiendas de que tienen más que perder que ganar. Un ejemplo reciente de esto fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien con las encuestas a favor solo aceptó ir al debate de Telemadrid. La estrategia parecía clara: estaba convencida de la victoria -sino de la mayoría absoluta- y escogió ir a la cadena de la que más beneficiada podía salir.

Lo cierto es que desde el punto de vista discursivo a Vox no se le han dado mal los últimos debates a los que ha acudido -aunque tampoco pasa desapercibida la bochornosa actuación de Rocío Monasterio en la Cadena Ser en el debate de cara a las autonómicas previas al 28M, cuando la candidata arremetió contra Pablo Iglesias, entonces también candidato, y contra Àngels Barceló-pero tampoco es ningún secreto que la formación de extrema derecha ha reconocido en alguna ocasión que le viene mejor lo contrario.

El caso más clarividente de esto fue la exclusiva que ElPlural.com sacó en 2019 y que le costó el veto del partido.Todo se remonta a un grupo de Whatsapp donde los responsables de prensa enviaron por error un mensaje en el que aseguraban que no acudir a un debate de Atresmedia les venía bien. Ese mensaje se sitúa muy lejos del “cabreo” que Vox externalizaba y de las actuales garantías de Abascal de que lo único que motiva la decisión de Sánchez es el miedo.

“Cuando nos preguntes por el debate (aunque sea off the record), trasladamos nuestro gran cabreo porque íbamos a ganar ese debate. Nada de decir que nos viene bien”, dictaba el mensaje de la aplicación de mensajería. Un mensaje que el partido quería mover por privado y acabaron leyendo más de 200 periodistas que cubrían su información.

El contexto de la escena estaba directamente relacionado con la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de reclamar cambios para el debate que había organizado la cadena privada. El órgano explicaba que el diseño del mismo era “contrario al principio de proporcionalidad” que se exige a las televisiones en periodo electoral porque la presencia de Vox no se estaba justificada. "En consecuencia, ese debate no podrá celebrarse en los términos indicados, sino que, si así lo decide el medio, deberá modificarse para atender a las exigencias", subrayaba la JEC, previo gazapo de los de Abascal.

Opiniones de los partidos

La propuesta de Pedro Sánchez ha sido rechazada de pleno por el PP. Al momento de redacción de estas líneas, no ha hablado sobre ello Feijóo, pero sí el portavoz de campaña popular, Borja Sémper, quien considera una “excentricidad” lo que plantea el presidente y que España “no está” para ello: "No necesita (Feijóo) siete debates".

En la izquierda a la izquierda del PSOE ponen el foco en el hecho de que el debate sea entre las dos principales formaciones de hemiciclo. Así lo considera Yolanda Díaz, líder de Sumar, quien ha replicado que “el bipartidismo es el pasado”, o Podemos, que expone que el líder del PSOE quiere “volver a turnarse con el PP” en Moncloa.