Los presidentes de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, comienzan a negociar el acuerdo de paz para Ucrania sin tener en cuenta al país de Volodimir Zelenski ni a la Unión Europea (UE).
Una de las primeras promesas -de las muchas- que el líder norteamericano puso sobre la mesa pasa precisamente por el alto al fuego en la guerra que lleva tres años teniendo lugar en el sureste del continente. Y este martes empieza el diálogo de una medida, por las formas, que no convence en Europa; ni siquiera al propio territorio invadido.
De esta primera toma de contacto más formal participarán el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Lo hacen en Arabia Saudí y servirá para tantear y ver en qué términos resulta factible llegar al final del conflicto armado; y servirá como paso previo -uno de ellos- a un encuentro entre los máximos responsables de los países competentes.
En el encuentro estarán también, en representación de EEUU, junto a Rubio; el enviado especial para Oriente Próximo, Steve Witkoff, y el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, iMke Waltz. Por su parte, la delegación rusa la lidera Lavrov, arquitecto de la política exterior del putinismo, junto al asesor de Putin y ex embajador de Washington, el veterano Yuri Uskakov.
Exclusión de Kiev y Bruselas
La decisión de EEUU de excluir de las negociaciones a Kiev y a Bruselas no ha caído nada bien en Europa, que mantuvo una reunión de urgencia con este punto como orden del día. La práctica se comienza a llevar a cabo este martes, y es que en la mesa de negociación no habrá ningún representante de estas partes.
La cosa ha cambiado claramente de la administración Joe Biden a la administración Trump, ya que con el demócrata en la Casa Blanca el país de las estrellas y barras fue el principal apoyo para la resistencia ucraniana frente a la invasión rusa.
Tanto el continente como el propio Zelenski temen que el presidente de EEUU lleve a cabo concesiones que consideran inadmisibles. Una prueba de ello se produjo hace apenas unas horas y pasa por el rechazo del mandatario ucraniano de aceptar la ayuda del estadounidense a cambio de explotar la mitad de los recursos minerales de tierras raras, como indicó este segundo.
En la misma línea, el dirigente de Ucrania aseguró que su país “no aceptará” una negociación de la que no sea partícipe: “No sabíamos nada de esto y consideramos que cualquier negociación sobre Ucrania sin Ucrania no dará resultados (…) No podemos reconocer nada ni ningún acuerdo sobre nosotros sin nosotros. Y no reconoceremos dichos acuerdos”.
Sea cual sea el resultado, la de este martes marca un hito al corresponderse con la primera reunión diplomática entre delegaciones de ambos países después de un periodo de enfrentamiento de las relaciones bilaterales. De hecho, Rubio dejó claro el pasado domingo en una entrevista concedida a la CBS que “un proceso hacia la paz no se resuelve en una reunión”. “La guerra lleva un tiempo. Es complicada. Ha sido sangrienta y costosa, por lo que no será sencillo poner fin al conflicto. Hay otras partes en juego que también tienen opiniones al respecto”.
En concreto, se refirió a la Unión Europea, de quien dijo que “tiene sanciones”. “Los ucranianos están, obviamente, luchando en esta guerra. Es su país y están en primera línea, así que una reunión no va a resolverlo”.
A continuación, reiteró que Trump “ha dejado claro que quiere poner fin a esta guerra” y que “si se presentan oportunidades para avanzar en ese sentido”, las vas a aprovechar, emplazando a lo que suceda “en los próximos días”. En la misma línea se pronunció Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado: “Creo que el objetivo, obviamente, para todos es determinar si esto es algo que puede avanzar”.
A su vez, el portavoz ruso Dimitri Peskov asegura que solo reconoce a Ucrania un papel de nexo en las negociaciones con EEUU, de las que el Kremlin espera un nuevo reparto en el orden central. De este modo, reconocen desde Moscú que el encuentro se centra, antes de todo, “en las relaciones ruso-estadounidenses sobre la cuestión ucraniana”. La reunión entre Trump y Putin que todo el mundo espera tendrá también lugar, previsiblemente, en Arabia Saudí, pero todavía no tiene fecha de celebración.