El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado a la célebre universidad de Harvard con eliminar su exención de impuestos por estar excesivamente politizada. Ha planteado la posibilidad de que la universidad deje de estar exenta de pagar impuestos y comience a hacerlo como "entidad política" si no accede a sus pretensiones, entre ellas poner freno a las protestas estudiantiles en contra de la guerra en la Franja de Gaza.

“Tal vez Harvard debería perder su estatus de exención de impuestos y ser gravada como una entidad política”, contempla el presidente estadounidense. Esto obligaría a la entidad a pagar un 21% de sus ingresos en impuestos de acuerdo con la normativa del Servicio de Impuestos Internos (IRS) estadounidense. Trump defiende que esta medida penalizaría a la universidad por “impulsar la ‘enfermedad’ politica, ideológica e inspirada/apoyada en terrorismo”.

"Recuerden, ¡el estatus de exención de impuestos depende totalmente de actuar en favor del interés público!", ha recordado. Esta amenaza forma parte de la estrategia de la administración de Trump para contrarrestar los movimientos antisemitas en las universidades y colegios estadounidenses. A principios de febrero, el Departamento de Justicia de Estados Unidos creó un equipo dedicado a esta labor y la Casa Blanca confirmó que cualquier alumno con visa de estudiante “simpatizante de Hamás” será deportado. “A todos aquellos residentes alienígenas que se han unido a las protestas pro yihadistas”, comunica la administración de Trump, “te encontraremos y te deportaremos”.

La universidad de Harvard ha rechazado rotundamente las amenazas de Trump hacia instituciones educativas: “La universidad no va a entregar su independencia ni renunciará a sus derechos constitucionales”. “Ni Harvard ni otra universidad privada puede permitir que el gobierno federal se adueñe de ella”.

Las nuevas palabras de Trump vienen tras la congelación de alrededor de 1.900 millones de euros en subvenciones y otros 60 millones en contratos, después de que la prestigiosa universidad rechazara los cambios que exigía la Casa Blanca. “El gobierno afirma que ha tomado esta medida porque dice que la universidad no ha cumplido su obligación de frenar y combatir el acoso antisemita”, explica Harvard, listando las medidas que ha adoptado para combatir el antisemitismo. “Limitar fondos para investigación no va a ayudar en este trabajo importante”, zanja la entidad.  

Entre las peticiones de la Casa Blanca está la eliminación de los programas de diversidad, igualdad e inclusión, cambios en las políticas de contratación y admisión, así como limitar el acceso a quienes "están más implicados en el activismo que en la enseñanza", en clara alusión a las multitudinarias protestas que se han registrado desde 2024 en decenas de universidades contra la guerra de Israel en Gaza.

La carta de la administración de Trump

El viernes pasado, miembros de la administración de la Casa Blanca mandaron una carta a Harvard que contempla las condiciones que la universidad tendría que cumplir para conservar su financiación federal. Empieza exigiendo que se reforme la gobernanza de la universidad para premiar docentes “más fieles a la misión erudito de la universidad”, “fomentando claras líneas de autoridad y responsabilidad”, para “reducir el poder” de los estudiantes, los profesores y aquellos miembros de la facultad “más comprometidos con el activismo que los estudios”.

Exige que se frene todo proceso de admisión y de contratación que dé preferencia a estudiantes o empleados por su raza, sexo o nacionalidad y que se aumente el control en la admisión de estudiantes internacionales para “prevenir que se admitan estudiantes hostiles a los valores estadounidenses”. Busca que se auditen los programas de la universidad que “más fomentan acoso antisemita o que manifiestan la captura ideológica” y demanda que se finalicen todos los programas basados en la igualdad, equidad e inclusión.

Entre otro conjunto de medidas que exige que la universidad cumpla, pide que se deje de reconocer organizaciones estudiantiles que forman parte de “actividades antisemitas”, citando la eliminación de organizaciones estudiantiles que defienden Palestina.  

Harvard ha rechazado la carta publicando un artículo diciendo “Harvard no va a cumplir con las demandas de la administración de Trump”. Otras 60 universidades estadounidenses han recibido cartas de la Casa Blanca con exigencias similares.

En el caso de la universidad de Columbia, también está sufriendo una retirada de financiación federal y ha negado este lunes las exigencias del gobierno que afecta la gobernanza de la universidad. “Rechazamos la orquestación torpe del gobierno que puede potencialmente dañar nuestra institución y menospreciar reformas útiles que sirven los mejores intereses de la administración y la comunidad”, afirmó la presidenta de la universidad, Claire Shipman. 

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