El Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha confirmado la visita oficial que realizará su presidente Xi Jinping al territorio ruso tras la invitación de su homólogo, Vladimir Putin. La visita de Estado comprenderá tres días donde el Kremlin ha explicado que durante los encuentros “se firmarán varios documentos bilaterales importantes”.

“Durante las conversaciones, los dos líderes discutirán temas actuales relacionados con el desarrollo futuro de la asociación integral y la cooperación estratégica entre Rusia y China”, apuntaba la Presidencia rusa a través de un comunicado en su página web. “Vladimir Putin y Xi Jinping también intercambiarán puntos de vista en el contexto de la profundización de la cooperación entre Rusia y China en el ámbito internacional”, recoge.

Los dos líderes discutirán la cooperación estratégica entre Rusia y China 

El viaje de Xi tendrá lugar semanas después de que Pekín presentará un plan de paz para Ucrania, bajo el nombre “solución política al conflicto”, compuesto por doce propuestas para dar una solución política a la guerra iniciada por Rusia. Este escrito contempla un alto al fuego en ambas partes, así como la defensa de la integridad territorial de todos los países.

Desde este contexto, China se muestra como intermediaria para coordinar una solución pacífica en la antigua república soviética. No se trata de la primera reunión en la que el gigante asiático se incorpora para establecer un acuerdo entre países en conflicto, pues ya lo hacía con la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán con la reapertura de sus embajadas dentro de los próximos dos meses.

Una cita que Putin estaba “deseando”

Ya se hablaba de esta visita hace un mes, cuando el diario The Wall Street Journal informaba de la intención de Xi por desempeñar un papel más activo para poner fin al conflicto en Ucrania. Se trata de un encuentro que Vladimir Putin ya había anunciado que estaba “deseando”. “Por supuesto, estamos esperando la visita de Xi a Rusia, ya la hemos acordado previamente; daremos un empujón al desarrollo de nuestras relaciones bilaterales”, declaraba a la agencia de noticias Interfax.

A principios de febrero, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, se reunía con el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Patrushev, y el ministro de Exteriores Sergei Lavrov. De esta cita, Yi puntualizaba que “Rusia y China deben ser más flexibles a la hora de enfrentarse a las circunstancias internacionales”.

“A menudo nos enfrentamos a las crisis y el caos, pero siempre hay oportunidades para que se conviertan en otra cosa. Pero esto requiere identificar cambios y responder a los desafíos de forma activa para reforzar nuestra alianza”, afirmaba Wang. Tras estas palabras el jefe de la diplomacia china aseguraba que “Pekín está dispuesto a seguir apostando por las relaciones bilaterales independientemente del panorama a nivel internacional”.

La eterna guerra contra Occidente

Si bien, aunque China ahora parece posicionarse como un actor negociador en el panorama internacional, todavía siguen infiltrándose en su discurso palabras en contra de Occidente. A inicios de marzo, el propio presidente denunciaba la “represión” de Occidente a China, que según el mandatario “ha generado severos desafíos” al gigante asiático.

“Los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, han puesto en práctica una contención, una represión y una supresión total de China, lo que ha supuesto graves desafíos sin precedentes para el desarrollo de mi país”, declaraba Xi en su discurso en el congreso anual de Pekín.

“El país se enfrenta a múltiples dificultades como los repetidos brotes de coronavirus y la creciente presión a la baja sobre la economía”, agregaba. A pesar de ello, el dirigente ha subrayado que la sociedad china tiene que luchar “con clama” contra estos cambios  en los contextos internacionales y nacionales.

China insiste que su relación con Rusia no es una amenaza

En la agenda del mandatario chino también se suma una nueva cita. Según adelanta la agencia Reuters y el diario The Wall Street Journal, existen posibilidades de que Xi Jinping formalice una cita por videoconferencia con el presidente ucraniano Volodímir Zelensky, escéptico ante la alianza china-rusa, y tras la postura del gigante asiático al proclamar su “amistad sin límites” en 20 días antes de que Moscú anunciase su “operación militar espacial” en el territorio ucraniano.

Xi podría tener una videoconferencia con Volodímir Zelenski

A pesar de ello, China sigue insistiendo en que su relación con Rusia “no es una amenaza para ningún país” y que trabajando conjuntamente existirá “una mayor democracia”. Las dudas en esta alianza están puestas en todas las naciones, sobre todo, al bloque contrario con la preocupación de la Unión Europea y la alerta de Estados Unidos en la proporción de armas del gigante asiático a las tropas rusas.

“China no ha proporcionado armas a ninguna de las partes del conflicto”, decía Gang. “China no es ni el creador ni la parte de la crisis, ni ha proporcionado armas a ninguna de las partes del conflicto. ¿Por qué culpar a China, o incluso imponer sanciones y amenazas? Nunca lo aceptaremos”, aseveraba el titular de Exteriores chino.

Ante las sospechas de esta cuestión de armamento, ya se pronunciaban los Veintisiete señalando que “Moscú se encontrará con la fuerte reacción del bloque europeo”. “Este es el mensaje que se ha transmitido sistemáticamente a todos los niveles a los interlocutores chinos en el último año”, decía Nabila Massrali, portavoz de Exteriores de la Unión Europea ante la publicación del medio Político de que China había enviado fusiles de asalto y otros equipos con fines militares, entre ellas, piezas de aviones no tripulados y chalecos antibalas.