El presidente chino, Xi Jinping, ha anunciado este domingo al general Li Shangfu como nuevo ministro de Defensa de China, a pesar de haber sido sancionado por Estados Unidos al aprobar compras de partidas de armas procedentes de Rusia, en una de las designaciones más destacadas durante la presentación del nuevo Consejo de Ministros de China en el pleno del Congreso Nacional del Pueblo, el Parlamento nacional. Li Shangfu es considerado como un tecnócrata especializado en la carrera aeroespacial, ya que fue el antiguo director del cosmódromo de Xichang.

De la misma forma, Jinping ha mantenido en sus puestos al ministro de Finanzas, Liu He, y al gobernador del Banco Central del país, Yi Gang. De los 26 ministros que componen el Ejecutivo chino, y contando también con los comités estatales y otros departamentos anunciados este domingo, solo hay dos nombres nuevos: el del general Li y el del presidente del Comité Estatal para el Desarrollo y la Reforma (NDRC), la poderosa agencia estatal de planificación, Zheng Shanjie.

El puesto de Shangfu es ciertamente ceremonial, ya que la cúpula militar, en realidad, es la Comisión Militar Central que preside Xi, con los generales Zhang Youxia y He Weidong como segundos. En septiembre de 2018, Shangfu fue sancionado por EEUU bajo la sospecha de que había autorizado la compra, por parte de China, de los sistemas de misiles antiaéreos S-400 rusos y 10 aviones de combate Su-35. Debido a estos hechos, tiene prohibido hacer uso de los servicios del sistema financiero estadounidense y no se le permite entrar en el país norteamericano.

Por lo demás, han terminado de oficializarse recientes nombramientos como los anunciados el año pasado en las carteras de seguridad, con Chen Yixin y Wang Xiaohong al frente de las respectivas divisiones estatal y pública. Lo mismo ha pasado en los ministerios de Exteriores y Justicia, con la confirmación de Qin Gang y He Rong.

Destacar que los ministros de Defensa, Seguridad Estatal y Exteriores gozan del rango más elevado de consejeros de estado de China, lo que les acerca aún más al anillo interno de la cúpula de Jinping. En esta línea destaca  la presencia de Shen Yiqin, de 63 años, que con su presencia en el Consejo de Estado es ahora la principal figura femenina de la política china.

Nuevos viceprimeros ministros

La composición del nuevo gabinete chino también comprende el nombramiento de cuatro nuevos viceprimeros ministros del país, todos ellos marcados por ostentar una gran proximidad al mandatario chino.

Entre ellos destacan dos nombres: Ding Xuexiang, de 60 años, que también forma parte del Comité Permanente del Politburó y, como ha sucedido en el caso del nuevo primer ministro Li Quiang, es también un hombre de confianza del presidente, como antiguo jefe de gabinete. He Lifeng, de 68 años, es el la nueva referencia en directrices económicas del país, y ha estado a cargo de la NDRC hasta su nombramiento de este domingo.

Competencia con Europa y Estados Unidos

Al nombramiento de una figura política sancionada por Estados Unidos por la compra de armamento ruso, se ha de sumar la estrategia que ha tomado la Unión Europea en el plano energético-industrial, que choca directamente con los intereses del gigante asiático. La Comisión Europea presentará esta semana un paquete de medidas energéticas que busca reformar el mercado eléctrico para fomentar el desarrollo de una industria 'limpia', reducir la dependencia en suministros de terceros para posicionar a la UE como un digno competidor en la carrera 'verde' y competir más directamente con potencias como Estados Unidos o la propia China, que pretenden tomar la delantera a base de 'dopar' miillonariamente a sus empresas.

Cabe recordar que aunque la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, haya hecho este anuncio el viernes, estas medidas forman parte del plan de Bruselas para contrarrestar el impacto en la economía europea de las inyecciones de la Ley para la Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense, con un paquete de 369.000 millones de dólares, y a las inversiones en tecnologías limpias anunciadas por China, que superan los 280.000 millones de dólares.

Sin embargo, la resistencia de los futuros sistemas energéticos estará cuantificada, sobre todo, por la seguridad de acceso a las tecnologías que los alimentarán. Las turbinas eólicas, los electrolizadores, las baterías, la energía solar fotovoltaica o las bombas de calor son las principales herramientas en las que se centra el plan europeo.

A su vez, la ley de industria neta cero forma parte de las acciones anunciadas en ese contexto. Su objetivo principal es el de simplificar el marco regulador de la producción de tecnologías que son clave para cumplir los objetivos de neutralidad climática de la Unión y garantizar así la resiliencia de su sistema energético descarbonizado, pero actualmente depende de terceros países como China, que alcanza el 90% del control de la producción en determinados sectores de la cadena de valor.