El presidente electo de EEUU, Joe Biden, ha comparecido este jueves tras el asalto al Capitolio por fanáticos de Donald Trump en la tarde del miércoles y después de que el todavía presidente de EEUU aceptara su derrota.

Según Biden, los "terroristas domésticos" que asaltaron el Capitolio en "los días oscuros" no representan en absoluto la democracia estadounidense. "No eran manifestantes, no se atrevan a llamarlos manifestantes. Eran una turba desenfrenada. Insurrectos. Terroristas domésticos", decía a la nación. El presidente electo también ha querido agradecer su labor a los jueces ya han superado "las presiones de un presidente".

También ha querido tener unas palabras sobre la violencia policial que vive el país después de diferentes voces que han señalado las pocas detenciones que se produjeron este miércoles, en comparación con las varias miles de detenciones que se produjeron en pleno Black Lives Matter. "Nadie puede negar que si hubiera sido un grupo de Black Lives Matter el que estaba protestando ayer, habría sido tratado de manera muy diferente a la turba de matones que irrumpió en el Capitolio", decía Biden.

También se ha referido a la persona a la que va a nombrar Fiscal General:  Merrick Garland. Se trata de un moderado progresista muy respetada en los círculos judiciales que no consiguió convertirse en miembro del Tribunal Supremo en 2016 después de que el Senado, de mayoría republicana, bloqueara durante meses la elección personal de Obama hasta la llegada de Donald Trump.

Biden recurre de esta forma a una figura externa, procedente de la judicatura, para ocupar un departamento, el de Justicia, que ha tenido un marcado tinte político durante la Presidencia de Donald Trump. Entre los retos que podría tener sobre la mesa el futuro fiscal general está precisamente el futuro judicial de Trump una vez abandone la Casa Blanca.

Además de Garland, de 68 años y juez de un tribunal federal de apelaciones, también han sido propuestos este jueves su 'número dos', Vanita Gupta, y la responsable de la división de Derechos Civiles, Kristen Clarke. Según Biden, se trata de personas "de primer nivel" que "han dedicado sus carreras a servir al pueblo estadounidense con honor e integridad".

"Restaurarán la independencia del departamento para que sirva a los intereses del pueblo, no a una presidencia, restaurarán la confianza pública en el Estado de Derecho y trabajarán incansablemente para garantizar un sistema de justicia más justo, imparcial y equitativo", ha subrayado el mandatario electo.

Los demócratas intentarán destituir a Trump antes del 20 de enero

El próximo 20 de enero Donald Trump tendrá que abandonar la Casa Blanca para dar paso a su nuevo inquilino: Joe Biden. Por ello, los demócratas intentan invocar la 25º enmienda de la carta magna estadounidense para limitar los últimos 13 días del magnate al frente del país.

Nancy Pelosi , la presidenta de la Cámara de Representates de los Estados Unidos, ha desvelado en otra comparecencia simultánea que el equipo de Biden busca a secretarios del gabinete de Trump que secunden la moción ya que es necesaria una mayoría simple que lo vote.

Esta destitución permite la transferencia de poder desde la presidencia a la vicepresidencia de forma temporal o permanente y está pensada si por si el presidente se muestra incapaz de continuar con sus responsabilidades como por ejemplo una enfermedad física o mental o instigar a la sedición.

"No puede tomar ninguna decisión sobre las tropas", decía Pelosi en rueda de prensa señalando que Trump podría ser acusado de sedición.

No obstante, el vicepresidente, Mike Pence, sería el que podría indultar al magnate y evitarle un problema legal.

Casi la mitad de los republicanos están de acuerdo con el asalto al Capitolio

Dos de cada tres votantes republicanos no consideran "una amenaza para la democracia" el asalto al Congreso protagonizado por seguidores del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hasta el punto de que casi la mitad respaldan abiertamente esta acción sin precedentes en la historia reciente norteamericana.

Un sondeo de la firma YouGov, elaborado a partir de unas 1.400 entrevistas, estima que el 62 por ciento de las personas encuestadas cuestiona sin ambages el asalto, un dato que se dispara al 93 por ciento cuando se tiene en cuenta únicamente a los votantes demócratas.

Entre los republicanos, sin embargo, solo un 27 por ciento cree que la movilización puso en riesgo la democracia de Estados Unidos y un 45 por ciento respalda "por completo o de alguna manera" el asalto. Quienes creen que hubo fraude en las elecciones de noviembre son más proclives a apoyarlo (56 por ciento).

En cuanto a los responsables de lo ocurrido, un 55 por ciento del total de personas encuestadas señala a Trump, tendencia que se invierte en el caso de los republicanos. Un 52 por ciento de estos últimos responsabiliza al presidente electo, Joe Biden, por encima del 28 por ciento que culpa al actual mandatario.

Las discrepancias se extienden también al nombre con el que cada una de las facciones se refiere a quienes protestaron el miércoles fuera y dentro del Capitolio. Entre los republicanos el término más repetido (50 por ciento) es el de "manifestantes", seguido de "patriotas", mientras que los demócratas optan por otros como extremistas, terroristas, criminales o antidemócratas.