Tras el bochornoso espectáculo protagonizado por seguidores de Donald Trump durante la noche y madrugada pasada en el Capitolio norteamericano, las consecuencias de ese intento de subvertir el orden, han terminado por hacer recular al presidente de EEUU de su voluntad de no facilitar la transición al presidente electo, Joe Biden.

Causas de la decisión

La división del Partido Republicano, las posiciones de rechazo de muchos miembros republicanos hasta ayer fieles a Trump, la actitud firme en defensa de la ley de su vicepresidente Mike Pence, la confirmación en el Senado de los votos de los estados a Joe Biden, su aislamiento internacional, las dimisiones en cadena de parte de su staff y, sobre todo, la amenaza que no ha estado tan lejos de aplicar la 25 enmienda para inhabilitarlo y sustituirlo hasta el 20 d enero, día de la toma de posesión de Biden, todo ello en su conjunto más las presiones de gran parte de sus consejeros y secretarios, han doblegado la voluntad de Trump y ha acabado por emitir un comunicado en el que anuncia que facilitará la transición a Biden y a su nueva administración. Una declaración importante ya que desde el mismo día de conocerse los resultados totales de las elecciones americanas y la victoria inapelable de los demócratas, Donald Trump advirtió que se negaría a facilitar la transición de poder al equipo de Joe Biden.

Lo ha hecho en la mañana de hoy jueves, hora española, con un comunicado en el que recula y ahora sí, dice que facilitará esta transición.

Pero junto a este anuncio forzado por la situación, y probablemente temiendo alguna reacción contundente, Trump sigue echando gasolina al bidón en que se ha convertido ahora la sociedad y la política estadounidense acercada al abismo, y, en el mismo comunicado, manifiesta que las elecciones han sido un fraude y continua sin reconocer la victoria de los demócratas, unas declaraciones que lejos de rebajar la tensión la mantienen o incluso podrían alentar nuevos disturbios.

Tensión hasta el día 20 de enero

Se da la circunstancia que durante esta madrugada distintos medios norteamericanos han dado por hecho que la aplicación de la enmienda 25 estaba siendo objeto de debate en determinados círculos del Gobierno Trump y tomando fuerza en sectores de algún sector de los republicanos. Esta enmienda permitiría apartar de la presidencia al actual presidente por cuestiones de necesidad y urgencia –fue pensada ante posibles asesinatos o estados de incapacidad de presidentes USA- y con ello el mando pasaría directamente al vicepresidente Mike Pence hasta la toma de posesión de Biden y Kamala Harris en menos de dos semanas.

La otra opción barajada, un impeachment (proceso de destitución) por la vía rápida que tan bien se ha valorado según determinadas informaciones, sería imposible de llevarlo a cabo por los propios procesos y plazos administrativos y legales que concurren en su presentación, aprobación y ejecución.

No obstante y con el cariz amenazante del parte del comunicado, los días que restan hasta el 20 de enero no van a estar exentos de intranquilidad y de alerta ante posibles altercados como los vergonzantes y vergonzosos protagonizados esta noche en el Capitolio.