Estados Unidos vivió ayer una de las tardes más trágicas para su democracia. Un grupo de seguidores del presidente Donald Trump asaltaron el Capitolio alegando no aceptar la derrota de su candidato republicano en las pasadas elecciones del 3 de noviembre.

Durante el asedio al Congreso y al Senado, que duró cerca de 4 horas, se produjeron 4 muertos - una de las asaltantes recibió un disparo en el cuello y otras tres personas aún no identificadas según la Policía Metropolitana de Washington-, 14 policías heridos, 52 detenidos y se llegó a decretar el toque de queda.

Sólo es el comienzo de nuestra lucha para hacer a Estados Unidos Grande de Nuevo”, alegaba a través de las redes sociales Trump, en lo que pareciera ser una arenga a los asaltantes, que intentaron hacerse con las urnas en las que se encontraban los votos de los ciudadanos. Aunque también pudiera asimilarse el asedio a un festival de disfraces ya que el líder del movimiento Jeremiah Johnson, fue el protagonista de una jornada en la que apareció sin camiseta, coronado con un gorro vikingo y la cara pintada con los colores de la bandera estadounidense. Junto a él, otros insurgentes portaron banderas confederadas y ocuparon los despachos de algunos de los congresistas, como fue el caso de la demócrata Nancy Pelosi. Un asedio en directo que, sin embargo, no hizo reaccionar con la suficiente contundencia al businessman, Donald Trump.

El todavía presidente, continuó trasladando mensajes de apoyo a los asaltantes. De hecho, tras varios comentarios que fueron considerados como una “infracción a la integridad cívica”, las plataformas sociales Twitter, Facebook, e Instagram, bloquearon la cuenta del hasta ahora residente en la Casa Blanca por un periodo de entre 12 y 24 horas y alertaron, en el caso de Twitter que,“ si no se eliminan los tweets, la cuenta permanecerá bloqueada”. Youtube también llegó a bloquear contenido referente al asalto.

Sin embargo, pese a que Trump no ha llegado a reconocer su derrota frente al candidato demócrata Joe Biden, y continúa con su manido discurso sobre un posible fraude electoral, tendrá que abandonar la Casa Blanca el próximo día 20 de enero, especialmente teniendo en cuenta que, tras los disturbios ocurridos, tanto el Congreso como Senado ratificaron contundentemente  la victoria de Biden en un gesto que debería haber sido tradicionalmente ceremonial.

Se trata de una llamada de atención más de una convulsa legislatura que elevado la crispación de de un país y que ha obligado, en última instancia, a que las autoridades, entre las que se encontraban más de 1.000 agentes de la Guardia Nacional, despejaran el Capitolio. Una acción que pudiera haberse evitado si durante horas el presidente Trump, no hubiera animado a los manifestantes a marchar hacia la sede para ‘hacerse escuchar.’ De hecho, Trump llegó a solicitar al vicepresidente Mike Pence que detuviera la sesión en el Capitolio, a lo que éste se negó. En definitiva, lo nunca visto.

Los senadores, que fueron trasladados a un área de seguridad ,fueron los encargados de proteger las urnas con los votos de los estadounidenses. Tras el asedio, durante más de siete horas los miembros de las cámaras regresaron a sus puestos, y liberaron un debate mediatizado a nivel global que concluyó con la negativa a la petición de Trump. Hay que destacar además, que los jueces han denegado el fraude electoral en más de 60 ocasiones en los últimos tres meses.

Una decisión con la que se manifestó de acuerdo un paciente, Joe Biden que insiste en que, “las escenas de caos en el Capitolio no reflejan a los Estados Unidos reales, no representan lo que somos”. El presidente electo hizo, además, un llamamiento a través de su perfil de Twitter a Donald Trump para compareciera en un canal nacional y cumplirá de esta forma su juramento de defender la Constitución exigiendo el fin del asedio. La petición fue ignorada hasta el momento.

Y es que en medio de toda esta locura, no sólo los congresistas y senadores fueron víctimas de la brutalidad de los ‘trumpistas’, varios periodistas fueron agredidos por los cientos de seguidores de Donald Trump, que atacaron con violencia a compañeros de agencias como Associated Press, destrozando los equipos. Toda una vergüenza y una conducta inesperada contra la libertad de información y de expresión.

Preocupación al otro lado del charco

Por su parte, los líderes de la Unión Europea han expresado su preocupación ante el asalto a la sede del Congreso del estadounidense. De hecho, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, envió un mensaje a través de Twitter a Donald Trump confiando “en que Estados Unidos asegure un traspaso pacífico de poder a Joe Biden”.

Desde España, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, ha afirmado que, “España trabajará con Estados Unidos por un mundo más justo y el triunfo de la democracia sobre los extremismos”.

Respecto a la bolsa, a pesar del caos sufrido en el Capitolio, los mercados han percibido subidas generalizadas tras confirmarse la victoria de los demócratas y el control del Senado.