“Desde poco después de las dos de la madrugada la democracia vuelve a funcionar en Estados Unidos”. Con estas palabras ha arrancado Ángels Barceló su habitual firma en Hoy por hoy, donde ha asegurado que “nunca estuvo tan en peligro como anoche con el asalto al Capitolio”.

A su juicio, el asalto vivido este miércoles “supuso la culminación de cuatro años de populismo nacionalista y fascista, cuatro años de mentiras, de hechos alternativos, de una estrategia pirómana que anoche demostró que puede arrastrar a una de las democracias más consolidadas del mundo a un terreno de destrucción con consecuencias muy peligrosas”

“Lo que pasó anoche tiene un responsable, Donald Trump, alguien que lleva cuatro años jugando con las reglas básicas de la democracia”, lamentó. La presentadora también señaló a sus cómplices: “Todos aquellos miembros del Partido Republicano que no supieron o no quisieron pararle. El resultado, el altísimo grado de polarización de la sociedad norteamericana, completamente partida en dos”.

“Si durante los cuatro años que dura un mandato cuestionas insistentemente los mecanismos democráticos mediante técnicas populistas, nacionalistas y fascistas, y si durante meses, los que llevamos desde las elecciones, cuestionas el resultado, hablando de fraude, y te niegas a reconocer la victoria de tu adversario, regla número uno en cualquier proceso democrático, es evidente cuál es tu objetivo, y este objetivo se tradujo ayer en al asalto al Capitolio, la residencia de la soberanía popular”, ha añadido.

La periodista cree que “lo que pasó ayer no es el resultado de su arenga puntual ante los manifestantes, que también”, sino que es más bien “el resultado de cuatro años erosionando la democracia en ese país, sin que nadie, en su partido, le parara los pies”.

“Afortunadamente quien se los ha parado es la propia democracia, que sigue funcionando, y la reanudación del pleno que debe confirmar a Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos, es la prueba de ello”, ha concluido Barcel; no sin antes abroncar a Trump: “Seguirá siendo un populista, nacionalista, un demagogo tóxico y peligroso, pero, afortunadamente, ya no tendrá poder. Pasará a la historia añadiendo a su currículum el calificativo de golpista como en la peor de las repúblicas bananeras”.