Israel ha acordado establecer "pausas humanitarias" en la Franja de Gaza para permitir la realización de una campaña de vacunación contra la polio, tal y como ha afirmado este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS). La medida, que entrará en vigor este domingo, ha sido pactada entre las autoridades israelíes y el Coordinador de Actividades del Gobierno en los Territorios (COGAT), en un intento por frenar la propagación de la polio en medio de una crisis humanitaria sin precedentes en el enclave palestino.

El representante de la OMS en los territorios palestinos ocupados, Rik Peeperkorn, ha detallado que las pausas humanitarias se dividirán en tres fases, con una duración de tres días cada una, para abarcar las zonas central, norte y sur de Gaza. Peeperkorn ha enfatizado que todas las partes involucradas "tendrán que ceñirse a esto" para garantizar el éxito de la campaña, que buscará vacunar a más de 1,2 millones de personas en Gaza. Una segunda ronda de vacunación está programada para comenzar cuatro semanas después de la primera.

Más de 40.600 palestinos muertos en menos de un año

Sin embargo, este gesto humanitario por parte de Israel se da en un contexto marcado por una ofensiva militar que ha devastado la Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre, dejando un saldo alarmante de más de 40.600 palestinos muertos y cerca de 94.000 heridos. Las cifras, proporcionadas por el Ministerio de Sanidad del gobierno gazatí, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), reflejan la brutalidad de los casi once meses de ataques, que han dejado a miles de personas desaparecidas y sin acceso a servicios básicos como la atención médica.

La paradoja de la situación es evidente: mientras se acuerdan pausas humanitarias para una campaña de vacunación vital, la ofensiva israelí sigue causando un número creciente de víctimas civiles. El Ministerio de Sanidad gazatí ha denunciado que hay víctimas atrapadas bajo los escombros y cuerpos abandonados en las calles, a los que el personal de defensa civil y las ambulancias no pueden acceder debido a los continuos bombardeos. Esta realidad pone en entredicho la efectividad y sinceridad de las llamadas "pausas humanitarias" en un escenario donde la violencia no cesa.

La ofensiva israelí fue lanzada en respuesta a los ataques perpetrados por Hamás y otras facciones palestinas el 7 de octubre, que resultaron en la muerte de alrededor de 1.200 personas y el secuestro de cerca de 250, según fuentes israelíes. Desde entonces, la violencia se ha extendido también a Cisjordania y Jerusalén Este, donde más de 660 palestinos han sido asesinados por las fuerzas de seguridad israelíes y colonos.

La campaña de vacunación contra la polio, aunque crucial, se lleva a cabo en un contexto de devastación y sufrimiento continuo para la población gazatí, lo que subraya la complejidad de la situación y las dificultades para abordar las necesidades básicas en medio de un conflicto que parece no tener fin.