La guerra en Gaza, que enfrenta a Israel y a Hamás, no sólo está dejando un reguero de muertes por los continuos bombardeos, sino también un cambio drástico en las infraestructuras de la franja.

Sumando las imágenes de a pie, en las que se da muestra de las calamidades a las que está siendo sometida la población gazatí, las recogidas por satélite muestran la destrucción de la franja desde el pasado 7 de octubre, cuando la escalada de tensiones estalló en un conflicto armado aún más terrorífico.

Gracias a las imágenes por satélite que ofrece Maxar Technologies, una empresa de tecnología espacial, puede apreciarse con total claridad el antes y el después de los principales núcleos de población. Antes, con multitud de edificios en pie; ahora, apenas quedan varios en pie ante un pasto de ruinas. La ciudad de Atrara, o puntos masificados como Beit Hanoun, Beit Lathia o la zona cercana al campo de refugiados de Al Shati son ejemplo de ello. La cadena de televisión estadounidense CNN ha recogido la comparativa con plena claridad.

Aún es pronto para determinar la magnitud de los daños, aunque, sólo a simple vista, es fácil adivinar que son incalculables. Por las imágenes que pueden apreciarse gracias a Maxar, se oscila en que el 9% de los edificios de la zona norte de la Franja de Gaza han quedado completamente destruidos.

Las fuerzas israelíes preparan la “incursión selectiva” en Gaza

Mientras, pese a que el Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu ha señalado en varias ocasiones que no dañaría los núcleos urbanos de población civil, su Ejército ha iniciado la fase de “incursión selectiva” al norte de la Franja de Gaza, el paso previo a la “inminente invasión”.

A modo de justificación, Israel sostiene que, con esta operación, tratan de “atacar objetivos de Hamás desde dentro de la Franja y fortalecer, así, su defensa”: “Se trata de una operación más amplia que las incursiones llevadas a cabo hasta ahora en las últimas dos semanas”, han explicado desde la radio del Ejército israelí.

Durante esta semana y el gobierno y las fuerzas militares comandadas por Netanyahu se están preparando para las “próximas etapas de combate”. En palabras del presidente israelí, al tiempo, confirmó que estas operaciones realizarán “intervenciones terrestres” en el territorio y que, con las primeras de ellas, manifiestan que han localizado a “numerosos terroristas, infraestructura terrorista y puestos de lanzamiento de misiles antitanque”.

En cuanto a las relaciones que está manteniendo Israel con la comunidad internacional, en palabras del miembro del gabinete de guerra israelí establecido tras el comienzo del conflicto por parte de Hamás, Benjamin Gantz, ha asegurado este jueves que las autoridades israelíes "adoptan decisiones según sus propios intereses", desvinculándose así de las informaciones que apuntaban que Estados Unidos les presiona para posponer la invasión de Gaza, con el objetivo de que Washington pudiera reforzar sus propias posiciones en la zona. "Estamos adoptando decisiones basándonos únicamente en nuestros propios intereses", ha dicho, antes de indicar que las autoridades aprecian el apoyo dado hasta ahora por Estados Unidos, pero negando que hayan sido presionados para operar de manera diferente. 

Cifras mortales

Desde el recrudecimiento del conflicto entre Israel y Hamás el pasado 7 de octubre, las autoridades gazatíes han cifrado, hasta el momento, en más de 6.500 muertes palestinas por los continuos bombardeos. Dentro de esta cifra, más de 2.700 niños, a los que se debe sumar los más de cien muertos en el otro territorio palestino, en Cisjordania, por las operaciones realizadas por las fuerzas de seguridad y otros ataques colonos.

La realidad es que las actuales cifras del conflicto ya cuadriplican el número de muertos en la campaña israelí de 2008-2009, la más sangrienta de los últimos quince años hasta la fecha. Y es que, en el día 17 de la guerra, las bajas israelíes se situaban en 1.400, mientras las gazatíes superaban las 6.000.

En los últimos días, uno de los ataques más mortíferos fue el que se produjo en el 17 de octubre, en el hospital Ahli Arab, donde 500 personas murieron en el ataque, en su mayoría, heridos y refugiados de los bombardeos. No obstante, el ataque más cruel hasta la fecha desde el pasado 7 de octubre fue el de este miércoles, cuando las Fuerzas Armadas de Israel (IDF) se cobraron la vida de 755 personas en tan solo un día, según cifró el Ministerio de Sanidad gazatí.