El Gobierno estadounidense de Donald Trump ha anunciado este jueves que ha prohibido a la Universidad de Harvard matricular a estudiantes extranjeros, dando como justificación para ello que "fomenta la violencia, el antisemitismo y la coordinación con el Partido Comunista Chino (PCCh) en su campus".
"Es un privilegio, no un derecho, que las universidades admitan a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para ayudar a engrosar sus dotaciones multimillonarias. Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó", ha defendido la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, a través de su perfil en la red social X.
This administration is holding Harvard accountable for fostering violence, antisemitism, and coordinating with the Chinese Communist Party on its campus.
— Secretary Kristi Noem (@Sec_Noem) May 22, 2025
It is a privilege, not a right, for universities to enroll foreign students and benefit from their higher tuition payments… pic.twitter.com/12hJWd1J86
Esta decisión del Ejecutivo trumpista lleva al siguiente nivel los ataques que estaban perpetrando contra la institución educativa recientemente. Anteriormente, ya congelaron grandes cantidades de fondos desde que Trump volvió a la Casa Blanca por negarse a alinearse con sus exigencias ideológicas. El Departamento de Seguridad Nacional solicitó a la universidad información sobre algunos de sus estudiantes extranjeros, en un movimiento enmarcado en las políticas anti-inmigración de esta administración.
"Esto significa que Harvard ya no puede inscribir a alumnos extranjeros y los que los que estén ahora cursando sus estudios deberán cambiar de centro o perderán su estatus legal", recoge un comunicado de prensa del DHS.
"Esta Administración responsabiliza a Harvard por fomentar la violencia, el antisemitismo y por coordinarse con el Partido Comunista Chino en su campus. Es un privilegio, no un derecho, que las universidades matriculen a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus matriculas más caras para contribuir a aumentar sus multimillonarios presupuestos", reza el comunicado de Noem, que recoge la rocambolesca acusación de colaboracionismo con el Gobierno chino sin dar explicación alguna a tal hipótesis.
A mediados de abril, Noem ya amenazó a la institución educativa con la medida que ha sido finalmente aplicada si no aceptaban "compartir información relevante" sobre todos los alumnos que estén en Estados Unidos con visa de estudiante y se hayan visto involucrados en actividades "peligrosas o ilegales".
2.600 millones de dólares menos en subvenciones a Harvard
A su vez, hace una semana, la Casa Blanca ya hizo público que recortará 450 millones de dólares, unos 400 millones de euros, de subvenciones a la Universidad de Harvard, procedentes de ocho agencias federales. Un mes antes, además, también se congelaron otros 2.200 millones de dólares de fondos del Gobierno estadounidense. En aquella ocasión, ese recorte se acompañó con la amenaza de suspender la exención de impuestos, después de que la universidad rechazase las demandas del Gobierno para combatir un supuesto antisemitismo en el campus. "¡Recuerden: el estatus libre de impuestos depende totalmente de que se actúe para el interés público!", escribió el presidente estadounidense en un mensaje en TruthSocial.
Además de a esos ataques a la financiación, Harvard también tiene abiertos otros frentes con el Gobierno de Trump, como las acusaciones de posibles violaciones de los derechos civiles en su manejo de las protestas propalestinas y de presunta discriminación por parte de la prestigiosa revista Harvard Law Review. La Administración de Trump ha detenido, revocado su visado u ordenado la expulsión de varios alumnos no estadounidenses por haber participado en protestas de esta índole en todo el país.