El primer ministro de Francia, François Bayrous, ha presentado este martes un plan de ajuste presupuestario de 43.800 millones de euros que se pondrá en marcha en 2026 para reducir el gasto estatal y aumentar los ingresos.
A cambio de este ajuste, se congelarán pensiones, se reducirá el empleo público y se recortará el gasto social y sanitario, medidas que han recibido críticas dentro del gobierno francés. Además, este planteamiento contempla una contribución adicional de los más “afortunados”, según ha presentado Bayrous en una intervención especial en el parlamento francés.
Además de proponer la eliminación de dos días de festivo de los once vigentes, sugiriendo el Lunes de Pascua y el 8 de mayo, el primer ministro ha señalado la necesidad de suprimir el gasto por completo en 2026, permitiendo únicamente los gastos en defensa, el servicio de la deuda y la contribución a la Unión Europea. Por ello, el dirigente del partido socialista, Boris Vallaud, ha calificado la propuesta como “brutal e inaceptable” y la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, ha amenazado con “derrocar” al primer ministro si la medida sale adelante.
“Si no revisa su plan de gasto público, buscaremos derrocarlo”, ha afirmado la dirigente ultranacionalista. “Después de siete años de mala administración, Emmanuel Macron y Francois Bayrous son incapaces de ahorrar de verdad y presentan otra propuesta de ley a los franceses: casi 20 mil millones de euros en impuestos y carencias”, ha zanjado Le Pen en sus redes sociales, añadiendo que “el gobierno prefiere dirigirse hacia los franceses, los trabajadores y los jubilados en vez de perseguir el desperdicio”.
Paralelamente, el diputado francés de Francia Insumisa, Eric Coquerel, ha destacado que su partido no apoyará el plan de finanzas de Bayrous y que, como Le Pen, buscará derribar al gobierno en el caso de su aprobación. “Es un museo de los horrores neoliberales, una declaración de guerra contra la clase trabajadora”, ha denunciado este martes en respuesta a la propuesta. Además, ha criticado que su aprobación será “una catástrofe social y económica que se debe frenar cuanto antes”.
🔴🗣 Annonces de François Bayrou : ma réaction ⤵️
— Eric Coquerel (@ericcoquerel) July 15, 2025
C'est un musée des horreurs néolibérales, une déclaration de guerre au monde du travail. C'est une catastrophe sociale et économique qu’il faut censurer au plus tôt. pic.twitter.com/z0yxxY3nzu
El primer ministro francés ha defendido la polémica propuesta con la necesidad de reducir el gasto nacional por presentar un “peligro mortal” para el Estado dado que la deuda ha estado aumentando en los últimos años y Francia es uno de los países con mayor deuda pública en relación con su PIB del mundo -en 2024 alcanzó el 113% de su PIB-.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido que no se presente una moción de censura dado el efecto que tuvo sobre la estabilidad de las empresas y el sector de Defensa, la que sucedió en diciembre que derivó en la sustitución del predecesor de Bayrous, Michel Barnier. Similar a los debates actuales, Barnier fue destituido por la inhabilidad de llegar a un acuerdo sobre los presupuestos del Estado de 2025 y la deuda pública.
Una petición de aumentar el gasto en defensa
En paralelo con una propuesta que ha recibido críticas tanto desde la derecha como de la izquierda francesa, Macron presentó un plan este último fin de semana para aumentar el gasto en defensa francés por 6.500 millones de euros en dos años. Sintiendo la presión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para que sus países miembros lleguen al 5% de su PIB en gasto en defensa para 2035, el presidente francés ha defendido que este aumento drástico permite que el país y Europa pueda garantizar su “libertad”.
"Para ser libres en este mundo, debemos ser temidos. Para ser temidos, debemos ser poderosos", afirmó el pasado domingo. "Desde 1945, la libertad nunca ha estado tan amenazada, y nunca tan seriamente", remarcó, explicando por qué el presupuesto de defensa francesa es el doble de lo que era cuando llegó a la presidencia en 2017.
A pesar de la concesión desde la Unión Europea de permitir que los países miembros incrementen su déficit sin incurrir en penalizaciones inmediatas para que los países miembros aumenten sus gastos en defensa, la situación de deuda pública en Francia es una cuestión preocupante para su gobierno. Pese a los objetivos del gobierno de reducir gradualmente este déficit hasta estar dentro de los límites establecidos por la Unión para 2029, el Tribunal de Cuentas advirtió a principios de este mes que esta meta no se podrá cumplir si no se toman medidas correctivas.