La empresa encargada de la distribución de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), ha anunciado este viernes el cierre de sus centros de distribución humanitaria indefinidamente por razones de “seguridad”. Este organismo ha estado inmerso en controversia por haberse formado fuera del marco de actuación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y por estar respaldada por Israel y por Estados Unidos, pero es la única organización que ha sido autorizada por el gobierno de Israel para operar en la región.
"Nos gustaría informarles de que todos los puntos de distribución de la ayuda están cerrados. Por favor, manténganse alejados de los sitios de distribución por su seguridad", ha afirmado en un breve mensaje publicado en su cuenta en la red social Facebook. Ha señalado que la fecha de reapertura será anunciada posteriormente, pero no ha proporcionado detalles ni un calendario de operaciones. Paralelamente, como parte de una de las fases militares de la operación llamada “Carruajes de Gideon” que contempla el desplazamiento forzoso de la población gazatí hacia el sur de la Franja, la GHF ha establecido puntos de distribución únicamente en el sur de la Franja.
La distribución de ayuda humanitaria ha sido un punto de contención para la comunidad internacional. Tras meses de bloqueo, Israel lo levantó parcialmente ante las alertas del inicio del estado de hambruna si la situación no cambiaba en cinco meses, pero encargó la distribución de ayuda únicamente al GHF para evitar que cayera en manos de Hamás. Sin embargo, el portavoz de la oficina de la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke, reclamó la semana pasada que Israel está “dando de comer a goteo una zona en la cúspide de una hambruna catastrófica”.
Además de la acusación de Laerke de que la operación humanitaria es la “más obstruida, no solo en el mundo de hoy, sino en la historia reciente”, los pocos puntos de distribución humanitaria que se han facilitado se han convertido en zonas peligrosas para palestinos. Las autoridades palestinas han denunciado el asesinato de 60 personas por las fuerzas militares israelíes en estos puntos de ayuda, aunque no se ha podido contrastar esta cifra dado que el acceso a periodistas extranjeros a Gaza está prohibido por el gobierno israelí.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado este lunes lo que está sucediendo en los puntos de distribución humanitaria: “Estoy horrorizado por las denuncias de los asesinatos y las heridas a los palestinos cuando estaban buscando ayuda humanitaria en Gaza ayer. Es inaceptable que los palestinos estén poniendo sus vidas en riesgo por comida”.
La “militarización” de ayuda humanitaria
La ONU y otras organizaciones humanitarias han denunciado al gobierno israelí por “militarizar” la ayuda humanitaria, donde uno de los portavoces de la ONU ha condenado el uso israelí de ayuda humanitaria como “cebo”. El alto comisario de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, ha recordado este martes una orden del Tribunal Penal Internacional que obliga a Israel a tomar las medidas necesarias para “asegurar, sin demora, su cooperación completa con las Naciones Unidas” para proveer todo tipo de asistencia humanitaria en Gaza. “No hay justificación para la falta de cumplimiento de estas obligaciones”, ha advertido.
El GHF afirmó que abriría dos puntos de distribución el jueves por la tarde tras su cierre por la alerta del ejército israelí de que las carreteras de acceso se consideraban “zonas de combate”. A las 14:00 en Gaza y Tel Aviv, The Guardian informó que aún no se habían abierto los puntos, pero la organización con apoyo estadounidense e israelí aseguró a última hora que, durante la jornada, había entregado cerca de 25.000 paquetes de alimentos. Además, aseguró que "trabaja para aumentar las cantidades diarias y los camiones con el objetivo de llegar a 4,5 millones de comidas distribuidas diariamente".
Al mismo tiempo, el portavoz en árabe del ejército israelí, Avichai Adrai, advirtió en sus redes sociales que el desplazamiento hacia estos puntos de distribución estaría autorizado únicamente entre las 06.00 y las 18.00 horas (hora local). "Por favor, respeten las instrucciones de los organizadores en el lugar, especialmente en cuanto a los horarios de entrada y salida", ha destacado.
“El área se considera una zona militar cerrada. Entrar en ella supone un gran peligro para sus vidas", ha alertado Adrai, zanjando que "está estrictamente prohibido el ingreso a los centros de distribución y al área cercana a los mismos [durante la noche]". El diario palestino Filastin denunció que habían muerto cinco palestinos en el punto de Rafá, si bien ni el Ejército ni las autoridades del enclave, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), se han pronunciado por ahora sobre este incidente.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó este jueves en su viaje a París lo que está sucediendo en Gaza como: “Un genocidio premeditado desde un gobierno de extrema derecha que está librando una guerra que va en contra de los intereses de su propia gente”. Sin embargo, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha resaltado en otras ocasiones que utilizar el término “genocidio” es incorrecto dado que no es el lugar de “líderes políticos utilizar el término, sino el de los historiadores cuando llegue el momento”.