Con la advertencia principal de “no estar fanfarroneando”, Vladimir Putin ha dejado la puerta abierta a utilizar armas nucleares para conseguir su victoria en Ucrania. “Usaremos todos los medios para defendernos, y no es un farol”, ha insistido en su discurso ante la nación rusa este miércoles a primera hora de la mañana.

En este sentido, ha asegurado que su lucha no solo se está dando en territorio ucraniano, sino también con la comunidad internacional: “No sólo estamos luchando contra los neonazis, sino contra todo el despliegue militar occidental”, acusando así a Kiev de haber rechazado las negociaciones y a Occidente de haber motivado la guerra, de impulsar un “chantaje nuclear” contra Rusia para destruirla.

La central de Zaporiyia, eje clave

Putin ha echado balones fuera para culpar a Europa y la OTAN de “alentar” los ataques hacia la central nuclear de Zaporiyia, la más grande del continente. Cabe recordar así que este punto ha sido -y es- clave en el desarrollo de la guerra, que está cerca de cumplir siete meses desde que estalló el pasado 24 de febrero.

Desde que los rusos llegaron a la zona, se han sucedido numerosas explosiones entre ambos bandos que han provocado cortes de suministro eléctrico a las vecindades cercanas, incluso recientemente las autoridades llegaron a repartir pastillas de yodo entre la población ante la amenaza de un inminente ataque que acabaría en catástrofe.

La posibilidad de que se produzca este enfrentamiento armado a gran escala -ahora más real que nunca- ya dejó una aproximación de las terribles consecuencias. Un estudio realizado por la revista científica Nature Food, concluyó el pasado mes de agosto que una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia dejaría 5.000 millones de muertos y una hambruna global.

La UE percibe el movimiento de Putin como “desesperado”

La Unión Europea ha señalado este miércoles que la decisión del presidente ruso de decretar una "movilización parcial" demuestra que quiere una "escalada" del conflicto y se trata de una señal de "desesperación" de Rusia.

"Es otra prueba de que Putin no está interesado en la paz, sino en escalar su guerra de agresión", ha valorado el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano, en rueda de prensa desde Bruselas.

A su juicio, la movilización de reservistas por parte de Rusia es una evidencia de la "desesperación" del Kremlin con la marcha de la guerra en Ucrania y una señal de que Putin está "solo interesado en continuar con la guerra" y en ahondar sus consecuencias como la crisis energética y alimentaria.

De la misma manera, altos mandatarios de Reino Unido y Estados Unidos han tildado de “escalofriante” el último paso del jefe del Kremlin.