El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha anunciado a primera hora de este miércoles el siguiente paso en su ofensiva contra Ucrania: una movilización militar parcial de la población. En una comparecencia ante la nación, ha defendido esta medida, forzada por las derrotas cosechadas en el frente a manos de las tropas ucranianas, para defenderse de Occidente.

Hablamos de defender territorios y de defender Rusia”, ha argumentado el presidente ruso, quien se había resistido a dar este paso en gran medida por el descontento que podría suponer en la población rusa. En el discurso, pregrabado que retrasó su emisión final -prevista para la noche del martes-, Putin ha acusado a Occidente de “empujar a Ucrania” a una guerra contra su país, asegurando, también, que desde Kiev han rechazado “negociar la paz” y está en proceso de obtener “armas nucleares”.

Antes de emitirse el discurso del presidente, cuatro regiones ocupadas por Rusia anunciaban referéndums para unirse a la Federación. Desde Occidente se ha tachado este movimiento como una farsa, además de considerarlo ilegal. De obtener la victoria en los plebiscitos, el Kremlin podría presentar la batalla en estos territorios como un ataque frontal a Rusia. Es en este punto donde hunde sus raíces la justificación de Putin para anunciar la militarización parcial.

Durante la jornada del martes, el presidente del Comité de Defensa de la Duma de Estado, Andrei Kartapolov, deslizaba que las especulaciones sobre una movilización general estaban “absolutamente injustificadas”. “No habrá tal movilización”, destacó en declaraciones al diario Parlamentstaya Gazeta.

Previamente, la Duma aprobó una serie de enmiendas al Código Penal que endurecieron las penas de cárcel para actos cometidos en periodo de guerra, incluyendo la rendición, deserción y los saqueos. El proyecto incluye los conceptos “movilización”, “ley marcial” y “periodo de guerra”, anteriormente no recogidos por el Código Penal ruso.