Tras la invasión de Gaza y los movimientos en el Líbano, el miedo a un ataque de Israel​​​​​​​ crece en el mundo, y concretamente en Irán. Según publica este martes el diario El País, junto a estos recelos también han aumentado las peticiones de que el país se haga con armas atómicas para hacer frente a un posible enfrentamiento bélico, en concreto por parte del ala más dura del régimen iraní, los ultraconservadores del país, que piden incluso modificar la legislación para poder fabricarlas.

Irán quiere armas atómicas

Todo comenzó el pasado 5 de octubre, cuando se produjo un terremoto en Semnan, al este de Teherán. Este temblor recayó en las redes sociales, donde miles de usuarios compartieron sus dudas sobre si podría haber sido realmente una prueba nuclear por parte del gobierno del país. Y esta teoría la ha apuntalado el pasado miércoles día 9 el diario Tehran Times, considerado el portavoz de los más radicales del régimen, con una portada destacando que "La demanda de armas nucleares crece”.

Y junto a este hecho, ese mismo día se dio a conocer una carta de 39 parlamentarios conservadores dirigida al Consejo Supremo de Seguridad Nacional en la que solicitaban la revisión de la doctrina de defensa nacional, que es la que prohíbe por ley la fabricación de armas atómicas. En su escrito apelaban a la necesidad de "fortalecer la disuasión defensiva" de la nación ante el papel del "régimen sionista", en referencia a Israel. Y todo a raíz del ataque con 180 misiles de Irán contra su casi vecino en respuesta a los crímenes de Hamás.

La posibilidad de que esta situación escale y se convierta en una guerra en Oriente Próximo, con el apoyo de Estados Unidos a su aliado israelí, se ha sumado al gesto del presidente iraní, Masud Pezeshkian, tendiendo la mano a Occidente sobre la cuestión nuclear al llegar al cargo el pasado mes de julio. Solo hace un mes que aseguró estar dispuesto a sentarse con el gobierno de Joe Biden para reactivar el acuerdo de 2015 para garantizar que Teherán no fabricara armas nucleares. Pero en un mes todo ha cambiado y ahora ha criticado a Washington y la Unión Europea.

Pero los 39 firmantes de la carta en la que se solicita el cambio de la doctrina militar del país pertenecen al Consejo de Coalición de las Fuerzas de la Revolución Islámica, una facción ultraconservadora y leal al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jameneí, quien tiene la última palabra en la cuestión nuclear, tal y como destaca el diario El País. Tras esto, muchos analistas aseguran que se está abriendo el debate público en las calles.

Un pacto roto por Trump en 2018

Por su parte, la Embajada de Irán en Madrid ha asegurado a El País que la postura oficial del país sobre la cuestión nuclear no ha cambiado, dado que Teherán ha negado siempre que su programa atómico tenga fines militares y un dictamen de Jameneí prohíbe ese armamento por considerarlo contrario al islam. Eso sí, cabe destacar que el acuerdo de 2015 obligaba al país a no enriquecer uranio por encima del 3,75% de pureza y a someterse a un duro régimen de inspecciones a cambio de levantarles las sanciones internacionales. Pero Trump rompió este pacto en 2018.

Entonces Irán dejó de considerarse obligado a respetar lo pactado y el pasado 2021 comenzó a enriquecer uranio al 60% y a acumular más de cinco toneladas, como ha señalado el pasado de febrero el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Esta cantidad sería suficiente para fabricar dos bombas nucleares si este alcanzara una pureza del 90% e Irán necesitaría tan solo de seis meses a un año para hacerlo.

Con todo, hay quieres creen que la demanda del ala dura tiene otra lectura. El analista Daniel Bashandeh ha contado al citado medio que la política nuclear “siempre ha sido utilizada para condicionar las dinámicas internas y crear una cohesión dentro del régimen”. Así, las autoridades tratan ahora de “cerrar filas y recuperar su credibilidad al sostener que pueden dotarse de ese armamento”, pero el destinatario de ese mensaje no son solo Israel, EEUU, Hamás o Hezbolá, sino también “la propia población iraní”.

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