Durante esta campaña y pre campaña de las Elecciones Autonómicas que se celebran este domingo 13 de febrero hemos podido asistir al debate de dos modelos distintos claramente diferenciados. El modelo progresista y de izquierdas que representa Luis Tudanca, como candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, y el modelo de la extrema derecha y la derecha extrema de Vox y el Partido Popular, cuyo liderazgo comparten Mañueco, Casado y Abascal.

Y digo que hemos asistido al debate de dos modelos distintos, por diferenciar claramente la opción que lidera Tudanca de esa “factoría múltiple” del bulo, la mentira, la crispación, la manipulación y la corrupción que es el Partido Popular, ahora tutelado por la no menos maquiavélica fábrica de la difamación que representa Vox.

Afortunadamente, los castellanos y leoneses hemos podido hablar durante estas semanas del modelo de gestión que representa el Gobierno de España. Lo que hemos denominado como “la buena política”. La buena política es la que consigue que suban las pensiones de los mayores frente a un Partido Popular que votó en contra de esa subida. La buena política es la que logra el acuerdo con empresarios y sindicatos en la Reforma Laboral, para que los trabajadores recuperen sus derechos, o la buena política es la que aplica un Gobierno progresista y de izquierdas para que ésta sea la legislatura del empleo. 

La buena política es la de un Gobierno presidido por Pedro Sánchez que consigue que lleguen a España 140.000 de euros de Fondos de la Unión Europea para superar la crisis social y económica de la pandemia.

Hemos tenido la oportunidad de trasladar esa buena política a los ciudadanos, la gestión de un Gobierno que cumple sus compromisos, que ha creado un escudo social antes y durante la pandemia del Covid para que nadie se quedara atrás, con los Expedientes de Regulación de Empleo, las ayudas a los autónomos, el Ingreso Mínimo Vital o la subida del Salario Mínimo Interprofesional en más de un 30 por ciento.

Frente a esa buena política, la que proclama la socialdemocracia a través del Estado del Bienestar, está el trilerismo político del PP, sus trampas o intentar boicotear los Fondos Europeos.

Ese es el modelo de la derecha extrema y de la extrema derecha. El modelo negacionista, el modelo de la nada, en modelo de la crispación, el de la confrontación, el modelo de la corrupción y el modelo del transfuguismo político. Porque el transfuguismo es corrupción, la compraventa de voluntades es corrupción y el Partido Popular es un partido corrupto.

Aquí, en Castilla y León, el Partido Popular se presenta vacío, sin nada que ofrecer nada más que prometer lo que durante 35 años de Gobierno en la Junta ha incumplido. Cualquier programa electoral del PP con Aznar, con Lucas con Herrera, con Posadas o con el propio interesado Mañueco podría ser el mismo con que ahora quieren volver a engañar a los castellanos y leoneses.

En Zamora, mi tierra, sabemos muy bien de las mentiras del Partido Popular ofreciendo y prometiendo para acto seguido mentir e incumplir. Ahí está el abandono de la Sanidad Pública en el Medio Rural. Y conocemos muy bien los números de la factura que le debe el PP a Zamora, como se la debe a Castilla y León, después de 35 años en la Junta, como son la despoblación y el vaciamiento de nuestros pueblos y ciudades que en muchos casos llegan a límite de la desertización del territorio.

Miles y miles de personas se han tenido que marchar de Zamora, de Castilla y León, por las políticas nefastas del Partido Popular mientras unos cuantos se llenaban los bolsillos de dinero público en auténticas operaciones de corrupción como la “Perla Negra”, las fotovoltaicas, las eólicas o las que le vinculaban a las operaciones del PP de la calle Génova. Por aquí, en lugar de Castilla y León, se dice Sicilia y León.

Frente a la "buena política", que sube las pensiones y garantiza los derechos de los trabajadores, frente a la ilusión y esperanza de cambio que representa Luis Tudanca está el PP de Casado y de Egea, insisto, tutelado por Vox, que tapa sus casos de corrupción acusando a los demás de lo que ellos hacen, cuyo único argumento es intentar desviar la atención atacando permanentemente al Gobierno y a Pedro Sánchez.

El principal partido de la oposición es el partido negacionista, que vota en contra de todo lo que es bueno para España, un PP que es capaz de pactar con la ultraderecha y mercadear con los derechos de las mujeres.

Ese nuevo modelo que lidera Luis Tudanca en Castilla y León, ese nuevo talante, ese nuevo formato de “hacer buena política”, es el que ha anunciado como primeras medidas de Gobierno en la Junta llamar a los agentes sociales, a los partidos políticos, pactar unos presupuestos ambiciosos, recuperar el diálogo social y poner en marcha un proyecto de desarrollo estratégico que aproveche los Fondos Europeos que lleguen a Castilla y León.

Sin duda, hay dos modelos claramente definidos. El proyecto de cambio, ilusión y esperanza del PSOE o el proyecto nefasto, negacionista, corrupto y de la crispación que representan la derecha extrema del PP y la extrema derecha de Vox. Que nadie se engañe, votar al PP es votar a Vox.

Antidio Fagúndez es diputado del PSOE por Zamora.