Enrique García Castaño, comisario jubilado que fuera jefe de la UCAO de la Policía Nacional y uno de los principales señalados y sospechosos en la Operación Kitchen, ha disparado contra el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

En su declaración como imputado a petición propia ante el juez de la Audiencia Nacional del pasado 26 de marzo de 2019. García Castaño ha afirmado que el excomisario José Manuel Villarejo informaba de sus investigaciones a Rajoy.

Según el comisario jubilado, Villarejo entró en la Operación Kitchen gracias a que “una autoridad política” le echó un cable. Concretamente, esta figura habría encargado al entonces Director Operativo Adjunto, Eugenio Pino, que le dieran encargos.

García Castaño asegura desconocer quién dio la orden de colocarle en el operativo policial a Villarejo, pero asegura que Rajoy despachaba con el polémico excomisario.

Pero el expresidente no es el único dirigente de la cúpula del PP a quien ha señalado de manera directa García Castaño. También ha dicho que Andrés Gómez Gordo, otro comisario implicado, despachaba habitualmente con María Dolores de Cospedal. De hecho, según su declaración, cuando Andrés Gómez Gordo entró a formar parte del operativo Kitchen no era policía sino que trabajaba a sueldo de la exsecretaria general del PP.

Y la tercera persona señalada es el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, quien según García Castaño habría sido quien volcó el contenido de los móviles y el iPad de Luis Bárcenas.

En uno de los audios de la declaración, a los cuales ha tenido acceso ElPlural.com, García Castaño cuenta que la secretaria de Estado de Seguridad le transmite su “preocupación” por “unos discos duros” que se había llevado Bárcenas.

“Le digo que no soy experto, pero que trataré de tener informaciones sobre dónde está ese material”, dice, y añade que el encargo fue genérico pues no le concretaron más allá de que su contenido era “la contabilidad de los últimos años”, incluidas “las donaciones y los pagos en B”.