Las grabaciones incautadas al excomisario retirado José Manuel Villarejo en el marco de la Operación Kitchen continúan revelando todo tipo de vínculos y encargos de empresarios y políticos. Los últimos salpicados de todos ellos son el juez Manuel Marchena y el exministro de Justicia, Rafael Catalá Polo.

Así lo publica este viernes ElConfidencialDigital, que informa de que en un informe de la Unidad de Asuntos Internos se transcribe una conversación en la que Villarejo se jacta de sus comidas.

La conversación data de febrero del año 2017. Villarejo se encuentra con Adrián De La Joya y el entonces director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO), José Luis Olivera. 

En aquella época muchos son los dedos que señalan a Villarejo y los ecos ya resuenan por todo el país. En consecuencia, Villarejo quería una intervención de altas esferas para atajar la polémica mediática.

En la conversación, Villarejo le dice a Olivera que “tú lo que puedes es anticiparle lo que si le han dado un toque, dices: este no quiere líos si te vas a complicar la vida, lo que quiere es explicarte las cosas ¿por qué? Porque de una vez por todas, el gabinete de prensa debería a empezar a desmontar el globo este absurdo, si coges el gabinete de prensa y dices… mire usted aquí no sé qué, con lo cual esto es así y eso así y habla con periodistas: mira, ¡qué coño es eso de las cloacas! Explíquemelo usted, porque claro, el término de las cloacas lo han institucionalizado a partir de Lázaro”.

Tras este apunte, Villarejo menta las comidas que suelen hacer “cada mes o cada dos meses” con “Costa, Catalá, Alfonsito y Manuel Marchena”.