El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha presentado un recurso contra la decisión del juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso Kitchen, Manuel García Castellón, de citarle a declarar como imputado. En el escrito, al que ElPlural.com ha tenido acceso, Fernández Díaz acusa a su número dos en el departamento, Francisco Martínez, de manipular sus mensajes SMS del móvil que lo incriminan en el espionaje a Luis Bárcenas.

El político también carga contra el juez y la Fiscalía por dar validez a estas comunicaciones y niega haber enviado o recibido éstas, asegurando que nunca conoció la existencia de la operación ilegal que tenía como objetivo robar al extesorero del Partido Popular la documentación comprometedora que éste tenía del partido y de sus dirigentes.

Fernández Díaz va más allá y señala que su imputación está sustentada en “sospechas y conjeturas”, por ello pide al juez que lo desimpute. También lamenta que desde que las informaciones salieron a los medios sufre “la denominada pena de telediario”. Fue el pasado 18 de septiembre cuando el exministro del Interior fue imputado a propuesta de la Fiscalía Anticorrupción después de añadirse a la causa dos actas notariales por la Policía y en las que se informaba de los mensajes que había enviado. Dos de estos mensajes son: “La operación se hizo con éxito. Se ha volcado todo (2 iPhone y un iPad)” y “Chofer B. Sergio Javier Ríos Esgueva (ahora hace esa función con su mujer)”.

En el recurso que el exministro del Gobierno de Rajoy ha presentado este jueves insiste en desacreditar la validez de estos mensajes, así como las dos actas notariales levantadas a instancias de Francisco Martínez en los meses de junio y julio del pasado 2019, cuando su implicación ya estaba en entredicho. Para apoyar sus argumentos, Fernández Díaz recalca que “los mensajes fueron borrados voluntariamente por el señor Martínez tras sus comparecencias ante el notario” y que “no han sido recuperados tras el volcado del contenido”. No obstante, también añade que el contenido de los mensajes es “totalmente inverosímil y contradictorio”.

Sus intentos de desentenderse del caso Kitchen llegan hasta afirmar que, él como ministro, “no estaba al corriente ni participaba en la ordinaria gestión y control” de los fondos reservados, y añade que no existen otros elementos que sostengan su participación aparte de estos mensajes. También explica que en los dos años que lleva la investigación judicial del espionaje a Bárcenas su nombre no ha aparecido en las listas elaboradas que recogen a las personas identificadas.

Para concluir, el imputado en el caso Kitchen zanja que, en su opinión, la imputación se sustenta en “meras conjeturas y suposiciones, genéricas”, insuficientes para citarle a testificar como imputado el próximo 30 de octubre. Por todo ello, pide que se levante su condición de investigado porque considera que provocan su “estigmatización” y solicita ser llamado únicamente como testigo.