Menos de dos años han bastado a la extrema derecha española para gozar de una implantación territorial, orgánica y económica que nadie hubiera sido capaz de presagiar. El portazo que los de Abascal consiguieron dar en las elecciones andaluzas de diciembre de 2018 fue analizado en aquel instante como un momento de rebelión frente al hartazgo generalizado con la clase política. Sin embargo, meses después, Vox ganaba el pulso a la demoscopia en generales, autonómicas y municipales.

Nadie sabe a ciencia cierta cuál es el techo de la formación ultra. Llave de Gobierno en varias plazas, donde no ha dudado en ceder sus votos a PP y Ciudadanos para alejar a la izquierda, el propio Santiago Abascal se convertirá la semana que viene en candidato alternativo a Pedro Sánchez en una moción de censura improvisada y sin visos de prosperar​. El líder de la formación nacionalpopulista está lejos de conseguir las llaves de La Moncloa, pero sigue erigiéndose en el político más dado a marcar la agenda política con sus continuas descalificaciones, aseveraciones e ímprobas voluntades.

Y es que Vox no es un fenómeno nacido de la nada. El mensaje de regeneracionismo político que tan buenos resultados ha conseguido no es más que la constatación de la falta de información de un grueso de los votantes españoles. No, no son outsiders ni personas preocupadas provenientes de la sociedad civil a romper un modelo caciquil basado en el anquilosado reparto de poder para los de siempre. Por más que quieran, sus fundadores (Ignacio Camuñas, Alejo Vidal-Quadras y Gonzalo Quirós) eran un apéndice del Partido Popular. Los que han recogido el testigo, también. Basta echar un vistazo rápido al currículum vitae del propio Santiago Abascal, que, desde que fuera salvado por Esperanza Aguirre tras el proceso de revolución interna que vivió el Partido Popular con la pugna entre los cercanos a María San Gil y los seguidores de Mariano Rajoy, ha ido encadenando lustrosos contratos en los chiringuitos que hoy dice querer desmontar mientras sigue fundando otros de distinto pelaje.

‘La Gaceta de la Iberosfera’: Intereconomía une su futuro a Vox

La última gran adquisición de la extrema derecha es su propio periódico. Tal y como explicó ElPlural.com este jueves, el partido se hizo con el poder de La Gaceta de la Iberosfera, un nuevo proyecto que opera bajo el dominio 'gaceta.es', antes en manos del Grupo Intereconomía, propiedad de Julio Ariza, íntimo amigo de Abascal. Un medio digital que, al estilo La Última Hora (periódico similar dirigido por Dina Bousselham, exasesora de Unidas Podemos), nace con la premisa de defender los intereses políticos de un partido concreto.

Y como prueba, la cadena jerárquica detrás de la redacción. Abascal, Hermann TerstchRocío Monastero o Fernando Sánchez Drágó figurarán en el patronato. El eurodiputado (Hermann Tertsch) doblará sus funciones, figurando además como la persona al frente del Consejo Editorial. Entre los objetivos fundacionales de la cabecera digital está hacer frente al mensaje predominante de los medios de comunicación internacionales que han interiorizado los argumentos de la izquierda.

La relación de Vox con Intereconomía no es nueva. El fundador Alejo Vidal-Quadras reconocía que el partido debía mucho al apoyo de los liderados por Ariza, quien, además de amigo, ejercía como su mano derecha en el Parlamento de Cataluña cuando Aznar los nombró. No es de extraña que el programa El Gato al Agua sirviera de trampolín mediático a buena parte de los actuales rostros visibles de la formación.

Tampoco es novedosa su relación con La Gaceta. De hecho, el rotativo digital fue dirigido por Kiko Méndez Monasterio, asesor de Santiago Abascal condenado en 1999 por agredir, junto a otros simpatizantes ultraderechistas, a un grupo de jóvenes de la Unión de Estudiantes de Progresistas y de Izquierdas de la facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Agrupación de la que formaba parte el actual presidente de Unidas Podemos, Pablo Iglesias

La falta de rigor de los ultras con la información viene de lejos. La compra de un dominio por parte de Vox no es más que la oficialización de que se trata de un medio fake. De hecho, el propio jefe de prensa de la formación, Juan Ernesto Pflüger, está al frente de El Correo de Madrid, rotativo incluido por la Asociación de la Prensa como falso medio que opera como instrumento propagandístico.

Disenso: Abascal funda su propia FAES

Siguiendo los pasos del propio Aznar con FAES y de Pablo Casado con Concordia y Libertad, Abascal ha puesto en marcha su propia fundación. Disenso es un laboratorio de ideas que persigue ganar la batalla ideológica a la izquierda. Tal y como explica la fundación en su web, este think tank nace con la idea de defender “el derecho a disentir de la opinión dominante, de la corrección política que limita libertades y derechos fundamentales, con el fin de abrir debates públicos que permitan forjar un nuevo consenso en torno a la libertad, la igualdad, la soberanía y la reivindicación de España como nación”.

Al igual que con La Gaceta de la Iberosfera, sobra con ver el patronato de la fundación para apreciar su apego con Vox. Entre los nombres destacados, Santiago Abascal, Hermann Tertsch, Kiko Méndez Monasterio y Rocío Monasterio. En la dirección, Jorge Martín Frías, exasesor de Esperanza Aguirre en el Ayuntamiento de Madrid.

Solidaridad: el sindicato que lucha contra los sindicatos

Autodefinido como “el sindicato que defiende a los trabajadores de España”, Solidaridad contó el día de su presentación con la presencia del propio Santiago Abascal. Visiblemente satisfecho, el dirigente explicó que este proyecto nacía para acabar con el resto de sindicatos, que, a su juicio, se han convertido en meros instrumentos para servir a “causas ideológicas”.

Y lo decía sin titubear, después de elegir como líder a Rodrigo Alonso, portavoz adjunto de Vox en el Parlamento de Andalucía. En Andalucía, Alonso saltó a la fama cuando defendió el rechazo de su formación a la proposición no de ley de Adelante Andalucía para implantar un impuesto a la banca. Lo hizo realizando una encendida defensa de los ricos. “Los ricos siguen siendo ricos y los pobres son cada vez más pobres. Y la clase media, pues no sube a ser rico. Tenemos que trabajar en engrosar la clase media. Olvídense de los ricos, los ricos son ricos por naturaleza”, expresó Alonso.

En la dirección de Solidaridad, Rodrigo Alonso está acompañado por Pedro Moreno, actual portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Alcorcón. Antes de formar parte del partido ultra, Moreno ejerció de cargo de confianza del exalcalde David Pérez en dicho consistorio madrileño.

ISSEP: la iniciativa académica que los relaciona con Le Pen

Marion Maréchal- Le Pen, nieta de Jean Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional francés (en la actualidad conocida como Reagrupamiento Nacional), y sobrina de Marine Le Pen, actual líder de la formación ultraderechista gala, anunció a primeros de año en sus redes sociales la apertura en septiembre de una filial en Madrid del Instituto de Ciencias Sociales, Económicas y Políticas (ISSEP, por sus siglas en inglés), una institución que ella mismo fundó en 2018 y que aspira a formar a las élites del conservadurismo más duro.

Un desembarco realizado gracias a su estrecha relación con dos de los hombres fuertes del presidente de Vox, Santiago Abascal: Kiko Méndez-Monasterio y Gabriel Ariza (patronos del proyecto junto a Javier Tebas Llanas, hijo del presidente de la RFEF). Tal y como se ha recordado anteriormente, el primero de ellos es el asesor que agredió a Pablo Iglesias en 1999, cuando perteneció a Alianza por la Unidad Nacional. El segundo fue el encargado de organizar los dos actos centrales que Vox ha realizado en Vistalegre, en Madrid, reuniendo en sendos casos a más de 10.000 personas.

ISSEP operará como una especie de MBA, un centro de operaciones desde el que formar a portavoces y dirigentes para potenciar las aptitudes de las futuras sagas de políticos conservadores que traten de conseguir el poder.

Los contenidos de su programa se centrarán en tres ejes. Una vertiente más teórica, donde se impartirán asignaturas enfocadas al conocimiento de corrientes necesarias para el día a día en política; una más práctica, donde se simularían negociaciones, técnicas de dirección y capacidad oratoria; y, por último, análisis del contexto y la coyuntura para poder anticiparse a lo que esté por venir.