El Congreso debate la convalidación de tres reales decretos ley bajo la amenaza de un severo correctivo. El Partido Popular ya avanzó su voto a favor del que reformará la jubilación parcial, por lo que saldría adelante. Lo cierto es que, al menos hasta este momento, es el único que continuará vivo tras esta lluviosa jornada de miércoles. El decreto ómnibus, que contempla la subida de las pensiones y la bonificación del transporte, y el gravamen energético no correrían la misma suerte. Hay dudas con respecto al primero a pesar de que Junts continúa incrustado en el ‘no’, incluso ha renunciado a intervenir en el debate. Sin embargo, desde el PSOE confían en arrastrar a los neoconvergentes hacia el sí y el portavoz parlamentario socialista, Patxi López, así lo ha dejado caer en los pasillos del Hemiciclo: “Buscamos el acuerdo hasta el último minuto”.
Será una nueva jornada de móviles, carreras, ausencias y sobre todo calculadoras en la Carrera de San Jerónimo. El escudo social no tiene garantizada su continuidad, en parte por el enroque de Junts, que se niega a apoyar un decreto macedonia que contempla desde la subida de las pensiones, hasta la prohibición de cortes de suministros a las personas más vulnerables o ayudas a los afectados a la DANA. Un paquete legislativo que no parece que vaya a pasar el corte, dado que el ‘no’ de Junts deja al PSOE en manos de un Partido Popular que no termina de esclarecer su posición a este respecto, al contrario de lo que ocurre con otro de los decretos en discordia -el de la jubilación parcial- que sí se convalidará con el apoyo de los conservadores.
Negociaciones in extremis
Pese a que las previsiones no son halagüeñas, el Gobierno y el PSOE mantiene intacta la confianza en que este miércoles no sea tan gris para ellos como cabía esperar. De hecho, el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha recordado ante los micrófonos de la Cadena SER la “habilidad” de los socialistas para cerrar acuerdos con otros grupos políticos, aunque ese pacto aún esté lejano. No renuncia a ello y, de hecho, aunque el resquicio cada vez se estreche más, “buscamos el acuerdo todo el tiempo”; algo que ha reiterado en los pasillos del Congreso el portavoz socialista, Patxi López. “Hablamos con todos”, ha apostillado el ministro. En paralelo, ha subrayado que quien vote en contra de medidas que “beneficien” a los ciudadanos, tendrán que explicar “muy bien” el por qué.
“Hay que esperar a la votación, nunca anunciamos el voto de ningún grupo político, tampoco hoy”, deslizaba Bolaños ante los micrófonos de la Cadena SER, al ser preguntado por la posición de los juntaires ante el decreto ómnibus. Momento en el que ha recordado “cierta habilidad” del Gobierno y del PSOE para llegar a acuerdos con los grupos políticos e insiste en que la línea se mantiene abierta entre ambas fuerzas políticas, recordando que en el “Parlamento más fragmentado”, Moncloa ha cosechado victorias en un 92% de las votaciones celebradas en la Carrera de San Jerónimo que, a su vez, han cristalizado en 25 leyes el pasado curso. Cifras que, a su juicio, prueban la robustez y “estabilidad” del Ejecutivo.
Mientras tanto, Junts ha renunciado a intervenir en el debate sobre el decreto ómnibus. Una respuesta habitual de los juntaires para centrar la atención en sus siete diputados hasta el momento de la votación. La incertidumbre prevalece en la Carrera de San Jerónimo.
Silencio en el PP
En la otra esquina del cuadrilátero parlamentario se sienta un Partido Popular que aguarda en absoluto silencio. Si bien ya anunció semanas atrás su ‘sí’ al real decreto de la jubilación parcial, guarda bajo llave su posicionamiento con respecto al paquete ómnibus del escudo social. A escasas horas de la votación, su portavoz parlamentario, más pendiente de las cuitas recientes con el PNV a costa de la sede del Instituto Cervantes de París, ha evitado esclarecer la postura de su partido, aunque sí se ha mostrado extremadamente crítico con el contenido del documento.
Ni ‘sí’, ni ‘no’, ni ‘abstención’. El PP no ha arrojado luz sobre si tendrá que rescatar al Gobierno o ponerle un clavo en el ataúd. Según apuntan algunos medios, desde la dirección nacional del partido justificaron la opción de dejar caer el real decreto porque contiene la cesión del palacete en París al PNV, aunque obvian desde Génova que esta decisión se adoptó en tiempos de Mariano Rajoy y mantuvo Sánchez. Además, han censurado que el paquete de medidas es “una especie de ensaladilla rusa de intereses del Gobierno”. Aún con todo, mutismo absoluto a expensas de la votación.