El PSOE ha analizado muy bien los estudios demoscópicos para llevar a cabo su campaña electoral. Una legislatuira "quirúrgica", basada en los pilares del Estado tan recurrentes en el argumentario de Moncloa y que ahora, a tenor de lo que se desprende de las encuestas, el Ejecutivo trata de rentabilizar en clave electoralista. Una radiografía del país para legislar en favor de las necesidades del electorado indeciso y la fidelización del votante histórico.

ElPlural.com ha estudiado detenidamente la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de mayo, el último de gran magnitud previo a la cita electoral del próximo 28M y del que se desprenden evidencias que son útiles para los partidos de cara a los comicios que están a la vuelta de la esquina, pero también por una plaza en la Moncloa a final de año.

La conclusión principal a la que ha llegado este medio tras una pausada lectura de las cifras es que Pedro Sánchez sabe perfectamente a qué público dirigirse. Con una demoscopia que demuestra un descontento creciente de los jóvenes con la política actual, la fidelidad de los mayores con el partido y que refleja cómo el voto de las mujeres varía más que el de los hombres, el secretario general de los socialistas ha sido capaz de encontrar en sus medidas el híbrido perfecto para mantener al electorado de más edad -preocupado especialmente por los temas sanitarios y las pensiones- y el de menos, intranquilo por varias cuestiones de índole socioeconómico, principalmente la vivienda.

Medidas para todos los públicos

El candidato a la reelección ha comenzado su carrera hacia la presidencia teniendo en cuenta la parada obligada de esta semana. El líder del Ejecutivo parece obedecer a una estrategia muy clara con las líneas muy marcadas y tres actores principales -que nosotros hayamos encontrado- y sus respectivas necesidades.

El actual Ejecutivo ha sacado adelante la Ley de Vivienda, mientras que el propio Sánchez ha prometido la construcción de 70.000 de la Sareb o el aval de hasta el 20% de la hipoteca para jóvenes y familias con rentas bajas y medias (chek en vivienda y punto para los jóvenes).

Por otro lado, una de las medidas más importantes del actual Gobierno de coalición para los pensionistas ha sido la revalorización de las pensiones al IPC. A ella le acompañan otras culturales que, si bien pueden sonar menos trascendentes, no son baladí, como el cine a dos euros para los jubilados los martes.

En educación, el Gobierno ha puesto en marcha constantes becas, siendo éstas el ejemplo en el que mejor se ve el choque de propuestas entre izquierda y derecha. Es decir, escuela y ayudas públicas de los uno frente a las “becas para ricos” de los otros. Cabe recordar que en este ámbito Sánchez anunció una beca extra de 100 euros para un millón de estudiantes en plena polémica por la decisión de Isabel Díaz Ayuso en favor de los más pudientes.

Pero ha mantenido su apuesta por la educación durante toda la legislatura y en este sprint final, como prueban los 560 millones de euros para reforzar la enseñanza. Algunas medidas más para la juventud en estos últimos días han sido la renovación del Bono Cultural o su guiño al interrail, con la intención de pagar la mitad del mismo y crear uno español.

¿Y el voto femenino? Podría terminar de decidirlo la aprobación definitiva de la Ley de Paridad total, que se suma a las medidas en favor de la Igualdad del Ejecutivo de coalición durante los últimos cuatro años.

¿Quién vota al PSOE?

Los estudios demoscópicos evidencian que el gran nicho del PSOE se encuentra en las personas de 55 años en adelante. Así fue en las elecciones generales de 2019 y así es actualmente, con una tendencia que si bien varía en porcentajes no refleja una transformación sustancial. Es decir, la izquierda a la izquierda del PSOE y la extrema derecha son los jóvenes, y los partidos de toda la vida por hablar en términos más coloquiales, de los adultos.

Por partes, en 2019 el 33,5% de los encuestados que escogieron a la principal formación del Gobierno tenían entre 55 y 64 años, el 35,9% entre 65 y 74; y el 34,7% tenían 75 o más. La situación se mantiene similar en el CIS de mayo de 2023, donde la franja de edad que más quiere un Ejecutivo socialista es la comprendida entre los 55 y más de 75; es decir, adultos y jubilados.

Esto en cuanto a edad. Respecto al sexo, son las mujeres las que -al margen de que su voto no sea fijo- se decantarían por el PSOE en caso de tener que decidir mañana (23,4% frente a 18,7%). Lo mismo sucedió en noviembre de 2019, cuando el 32,3% de las mujeres cogieron la papeleta de Sánchez frente al 27% de hombres que hicieron lo propio.

Y a todo esto, ¿qué tal cae el presidente del Gobierno? Las encuestas siempre le postulan entre los mejores valorados -junto a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz-, pero las impresiones resultan nuevamente dispares entre hombres y mujeres. En números reales, el 29,1% de los primeros que respondieron al último CIS consideran “muy mala” la gestión del líder del Ejecutivo por el 25,6% de las segundas. Dicho de otra manera, y aunque pueda parecer una obviedad, hay más mujeres que hombres que valoran “muy bien” la gestión de Sánchez.

La juventud, la llave de bóveda

El electorado mayor de 65 años no es solo el más fiel de cara al PSOE, sino también en términos generales. Es decir, los que menos tienden a perderse una cita electoral, a la inversa de lo que sucede con la población joven. En este sentido, el CIS refleja que precisamente el grupo en el que entran los que votan este año por primera vez son los que menos disposición muestran a acudir a las urnas. Los que más tienen claro que “no irían a votar”. Por delante de ellos se encuentran únicamente los mayores de 75 años, pero por cuestiones ajenas y razones principalmente sanitarias.

A esto se suma, como ya se ha señalado, que las mujeres y los jóvenes son los que más votan “según lo que les convenza en ese momento”. Por ello, Sánchez tiene que ir a por estos últimos en las urnas. Y lo sabe. Además, el estudio de mayo muestra una vuelta de hoja entre los dos principales partidos del Congreso, de manera que mientras los jóvenes de 18 a 24 años que votaron al PSOE en 2019 superaban a los que eligieron al PP, en este mes la situación se revierte, habiendo llegado incluso a adelantar los populares a los socialistas.

Con el mapa desplegado sobre la mesa, las direcciones están marcadas y las reglas del juego establecidas. Cada partido sabe cuáles son sus baluartes ofensivos y cuáles sus fuertes, aunque en ningún momento deba descuidarlos. En estas está el PSOE y Pedro Sánchez, que no bajan la guardia pese a lo favorable de las encuestas en buena parte del mapa. Habrá que esperar al 28M y a diciembre para ver el resultado real de esta estrategia tan clara a la par que bien construida.