El Consejo de Ministros de este martes 23 de mayo dará luz verde a la primera Ley de Representación Paritaria de la democracia española, la cual anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado mes de marzo en días previos al Día Internacional de la Mujer.

Con esta norma se otorgará una presencia equilibrada de hombres y mujeres en los principales órganos de decisión, lo que afectará de lleno a los órganos constitucionales del Estado, la principal novedad que incluye el nuevo texto.

Sánchez lo ha adelantado este lunes en un acto de campaña electoral del PSOE en Cantabria: “Mañana aprobaremos la Ley de Paridad”, ha prometido. “Paridad en el poder político, económico, en el Gobierno de España y en las grandes empresas. Paridad por ley”, ha reivindicado. “A las mujeres les corresponde la mitad del poder político y económico. Eso es justicia”, ha subrayado.

La gran novedad: la ley afectará a los órganos constitucionales

Entre las novedades que se han incorporado al texto en segunda vuelta, caben destacar que la ley afectará a los órganos constitucionales y de relevancia institucional, tales como el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado, el Tribunal de Cuentas, el Consejo Fiscal y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

En la misma medida, los organismos encargados de velar por el cumplimiento de las obligaciones de representación paritaria en sociedades cotizadas y entidades de interés público serán la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el Instituto de las Mujeres.

Así las cosas, la Ley de Representación Paritaria obligará a que haya, al menos, un 40% de presencia femenina en las siguientes instituciones: el Gobierno de España, los consejos de administración de las grandes empresas, las candidaturas electorales -mediante lo que se conoce como ‘listas cremallera’, los colegios profesionales y los jurados de reconocimientos públicos.

Sánchez: “La diversidad es la principal garantía de progreso”

“El Gobierno tiene una agenda mucho más fuerte que las discrepancias puntuales que puedan surgir en casos concretos. Nos unen muchas más cosas que las que nos separan”, con estas palabras, y bajo el prisma feminista de aquellas fechas, Sánchez anunció esta medida que, tres meses después, acaba materializándose.

En aquel acto organizado por el PSOE, el jefe del Ejecutivo de coalición lamentó que tan solo un 25% de mujeres tengan puestos en los empleos de nuevas tecnologías y los científicos: “La diversidad es la principal garantía de progreso y bienestar de las sociedades”, reivindicó.

Posteriormente, tal y como desgranó la ministra portavoz y de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ésta norma garantizará que el 40% de los componentes de dichos espacios sean mujeres, un objetivo a cumplir hasta el 1 de julio de 2024. Todas las empresas cotizadas o entidades de interés público con más de 250 trabajadores y 50 millones de volumen de negocio anual, cuya fecha límite se extiende hasta el verano de 2026.

Tanto el presidente del Gobierno como las ministras portavoz y de Economía, reivindicaron en aquel entonces algunas de las medidas más destacadas de la legislatura con trasfondo feminista y con la razón de ser de esta Ley de Paridad, tales como la reducción de los niveles de temporalidad o el Ingreso Mínimo Vital.

 

Objetivo: alcanzar el 50-50 

La esencia de esta norma radica en poder alcanzar un 50-50 igualitario entre hombres y mujeres entre los grandes puestos de responsabilidad, pero, ¿cuánto queda para alcanzar esa cima?

Según recogió el Informe de Mujeres en los Consejos del Ibex 35 y la VI Radiografía del Mercado Continuo, presentado al cierre de 2022, el porcentaje de mujeres en los consejos de administración era de un 32,37%, un porcentaje con una mejora notable de hasta tres puntos en comparación con el ejercicio anterior, aunque no suficiente para llegar a la paridad deseada.

Las cifras no dejan lugar a dudas. Al finalizar el 2022, quedó en claro que falta un 17,63% de mujeres en los cargos de gran poder de las grandes empresas cotizadas españolas, aunque cabe tener en cuenta que los sectores más avanzados en este ámbito resultan ser el financiero y el energético, que ya casi han alcanzado ese ansiado 40% recomendado.