Podemos intenta frenar un ‘efecto Errejón’ en las filas del partido después de que el pasado miércoles salieran a la luz acusaciones de violencia sexual hacia uno de los fundadores de la formación.
El “se sabía y nadie hizo nada” que golpeó las filas de Sumar hace cosas de cuatro meses con Íñigo Errejón empieza a sonar ahora en Podemos. La formación que ahora lidera Ione Belarra defiende que en 2023 ya tuvo conocimiento de denuncias y decidió apartar al ex político de cualquier actividad orgánica, pero esta semana Podemos ha recibido un duro revés desde la Universidad Complutense de Madrid (UCM), donde imparte clases de Ciencias Políticas, al informar el centro que se encontraba investigando a Monedero por una denuncia de acoso sexual.
El cofundador de Podemos estuvo hasta mayo de ese año en la presidencia del Instituto República y Democracia, fundación vinculada al partido, y después siguió vinculado al medio que dirige Pablo Iglesias hasta enero de 2024. Por su parte, Belarra lo despidió entre elogios cuando renunció al cargo, apenas dos días después de que la denuncia llegara al correo de la Secretaria de Feminismo del partido. La formación dijo que no dio a conocer las investigaciones para proteger a las víctimas.
Denuncias contra Juan Carlos Monedero en 2016
Pero Podemos habría recibido informaciones al respecto de estos presuntos comportamientos de Monedero antes de aquel año. En 2016 la cúpula ya conoció que una mujer, militante del partido, había sufrido un “episodio grave” con el político, un incidente que también habría afectado a otra mujer y que tuvo lugar tras un acto del partido en Cataluña.
En aquel momento, cuando Podemos todavía no contaba con un protocolo en contra del acoso, la persona afectada contó el caso a varias personas de Podemos y los hechos llegaron hasta el Área Estatal de Igualdad, que elevó el tema “hacia arriba” para informar a la cúpula de lo ocurrió y pedir que se depuran responsabilidades, según informa este viernes elDiario.es.
Varias fuentes aseguran el medio mencionado que la dirección de Podemos comunicó entonces que en el caso de que las mujeres decidieran denunciar ante la policía o ante la justicia recibirían el respaldo del partido, pero que no se abrió ninguna investigación ni se tomó ninguna medida contra el político o para poner en marcha protocolos generales de gestión de estos casos.
Como pasara con el caso de Íñigo Errejón, hay fuentes que indican de nuevo en esta ocasión que “no se hizo nada”. Una de las fuentes que ha hablado con elDiario.es es la persona que en el momento de la denuncia era responsable de Formación, Argumentario y Contenidos del Área de Igualdad de Podemos. Es quien se encargó de tramitar las comunicaciones sobre el caso entre dirigentes del partido en Cataluña y Madrid.
Las tres personas que aparecen en la información fechan en finales de 2015 -Monedero ya no tenía cargos orgánicos- el momento en el que ocurrió este “episodio grave”. Concretamente, fue después de un acto público que el partido celebró en Cataluña y al que acudió Monedero; y habrían tenido lugar en una vivienda particular.
La mujer relató lo que sucedió al menos, a dos personas del partido. Una de ellas lo consideró como un episodio lo suficientemente grave como para trasladarlo al Área estatal de Igualdad de Podemos, cuya responsable en aquel momento era Clara Serra, quien a su vez se ocupó de trasladar lo sucedido a la dirección del partido. Las tres fuentes coinciden en que los hechos llegaron hasta Madrid con la intención de que el partido actuara sin tener que exponerse, algo que la mujer dejo claro desde un principio que no quería hacer, ya que quería permanecer en el partido. Con ello, el episodio se habría trasladado “con discreción” a la dirección.
El resultado, según una de las fuentes que aparecen en el artículo de elDiario.es, fue que las mujeres que relataron los hechos tendrían todo el apoyo de Podemos si decidían denunciar de manera formal ante las autoridades, algo que ellas no llegaron hacer.
Otra de las voces indica que se intentó que el partido apartara a Monedero y que se asumiera que, más allá de este caso concreto, el problema de machismo era estructural, como pasaba en todas las formaciones, y que necesitaba documentos específicos para acreditar algo más.
Protocolo contra el acoso en 2018
Sea como fuere, afirma que no se tomó ninguna acción concreta contra él en ese momento ni impulsó ninguna medida más general. De hecho, no fue hasta 2018 que Podemos aprobó el protocolo contra el acoso.
La tercera fuente, que tuvo contacto directo con la víctima, expresa que conoció que el asunto llegó a Madrid, pero nunca tuvo más noticias. Por su parte, Pablo Iglesias, cara más visible del partido y en aquel instante secretario general de Podemos, aseguró que no había tenido noticias de esa queja ni de ninguna otra sobre los comportamientos de Monedero con las mujeres.