Pedro Sánchez ha decretado el estado de euforia en el Partido Socialista. El recién ratificado por cuarta vez consecutiva como secretario general de la formación ha puesto el broche de oro a un fin de semana de rearme, cierre de filas y respiro. Lo escenificaba el presidente del Gobierno a su subida al escenario y los altos cargos que han desfilado por los diferentes espacios de debate público. No hay hueco para la duda frente a una “ola reaccionaria” encarnada en el Partido Popular y Vox, que afilan sus cuchillos judiciales para lanzarlos contra Sánchez y su entorno.
Tres jornadas en las que la “lealtad” y “convicción” han sido de las palabras más repetidas, que no hacen sino confeccionar el manual socialista para afrontar estos próximos años de cacería mediática, política y judicial impulsada por la “derecha extrema y la extrema derecha”. El mensaje troncal del cónclave es el de resistencia y un nuevo comienzo. Al menos, un nuevo planteamiento para un momento de guerra sucia desde los sectores reaccionarios. Se ha palpado en los discursos y en detalles como la música que acompañó el sábado el aterrizaje del jefe socialista en el escenario principal, a ritmo de Muse con su Starlight. O un canto obstinado contra la tiranía de La Raíz.
Se testó también este domingo, en el gran acto central comandado por un Sánchez que se dio un baño absoluto de masas. Más de cuarto de hora de apretones de manos, selfies, sonrisas y palabras de agradecimiento y fuerza en ambas direcciones. Antes de lo más esperado, Juan Espadas, maestro de ceremonias del cónclave, dedicaba unas palabras a las bases socialistas que han sido capaces de levantarlo en los días previos y de que toda la maquinaria funcionara como un reloj suizo. Vídeos, alabanzas de arriba hacia abajo y felicitaciones, encarnando a Leónidas y sus 300 espartanos antes de afrontar su destino en las Termópilas.
Agradecido a la militancia y a la “extraordinaria Andalucía, que volverá a ser socialista”. Un fin de semana de “debates y propuestas que fortalecen lo que sólo el PSOE ofrece a España”, que no es sino una España que “siempre adelanta por la izquierda”. Un discurso plagado de guiños a las bases del partido, a las que ha definido como el “corazón socialista”. “Cuando hay que defender la verdad, frente a la mentira, o la buena gestión como la de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, frente a tanta negligencia de la derercha, o la verdad de la mentira”, subrayaba el presidente.
Sánchez ha enumerado los “actos vandálicos” que han sufrido las siglas socialistas en este año, incluyendo agresiones verbales y físicas; pero también con “bulos y desinformación”. “Pese a esa ira e intolerancia, nuestra respuesta siempre ha sido la templanza y la dignidad, porque lo hacemos en defensa de la democracia española”, ha precisado, que esgrime que el PSOE sufre acoso de la ultraderecha y la derecha porque sus siglas significan “esperanza” para millones de personas; no porque “nos vean débiles”. De hecho, expone al PSOE como “modelo a seguir” en Europa y una “fuerte de inspiración”, en todos los aspectos.
Una Ejecutiva continuista
El 41º Congreso Federal no ha sido el de las luchas intestinas ni los intentos por medrar en interés propio. El socialismo español, hoy en día, es exclusivamente controlado por el secretario general del partido, Pedro Sánchez, quien, reconocido formalmente este mismo domingo como secretario general para otros cuatro años, ha conformado una Ejecutiva continuista, de su absoluta confianza y pensada para que el partido sirva como motor engrasado de una idea política representada por lo que supone su figura.
Como se esperaba, al frente del partido se mantiene todo igual: Cristina Narbona sigue en la presidencia, puesto de carácter más simbólico que pragmático, y María Jesús Montero y Santos Cerdán cogen vuelo y hacen de la dirección un fortín del presidente con todo el mando concentrado en dos de sus personas de máxima confianza. El secretario de Organización ha formado parte de los apoyos a Sánchez desde los momentos más difíciles, siendo uno de los promotores de la gira del Peugeot; la vicesecretaria general, por su parte, es la actual vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y plenipotenciario (junto a Bolaños) de las negociaciones parlamentarias en las que tantas veces se han desatascado políticas que parecían una quimera.
Más allá del mando esperado, en la lista de integrantes de la nueva Ejecutiva aparecen nombres y detalles que son una auténtica declaración de intenciones. El respaldo a Andalucía, con un peso proporcional a su peso en la dirección, y la también amplia representación de Madrid, en una difícil situación tras la caída de Lobato y con perfiles tan distintos como Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada, o Enma López, quien incluso llegó a sonar para sustituir a una Esther Peña en la portavocía de la formación.
También destaca el nombramiento de dos delegadas del Gobierno que con su gestión han ido ganando presencia y popularidad interna: Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en Valencia centrada en la reconstrucción de la provincia más sacudido por una DANA mortífera e inolvidable; y Milagros Tolón, exalcaldesa de Toledo y actual delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha.
Comisiones de trabajo y financiación "multirateral"
El PSOE, históricamente, en este tipo de cónclaves se centra en colar un discurso: más allá de los nombres, lo importante está en las ideas. Lo cierto es que las propuestas aprobadas en las comisiones de trabajo realmente representan una declaración de intenciones más que una cuestión marcada en sangre, pero en Sevilla, este fin de semana, fuentes del partido señalan que lo emanado de las reuniones a puerta cerrada se cumplirá a rajatabla.
Como anunciaban fuentes de Ferraz el sábado por la tarde, las grandes medidas incluidas en la hoja de ruta del PSOE serán el blindaje en la Constitución "de la revalorización de las pensiones, el matrimonio homosexual, la interrupción voluntaria del embarazo, y la paridad de género en las instituciones".
"Los consensos construidos durante años por las mayorías de nuestro país no pueden estar al albur de la agenda regresiva de unos pocos", explicaban estas mismas fuentes. "También situaremos el acceso a la sanidad pública universal al mismo nivel jurídico que el derecho a la educación, bloqueando cualquier intento de privatización del Sistema Nacional de Salud y de los diversos sistemas autonómicos, blindaremos la titularidad pública permanente de las viviendas de promoción pública, incluiremos en la Constitución el derecho a la seguridad climática y al agua potable, y el derecho de las generaciones futuras a heredar un planeta saludable y sostenible", sentenciaban.
Habría que esperar algo más para conocer que el partido, además, acababa de dar carpetazo a uno de los temas que más controversia y polémica habían generado desde el principio de la legislatura: la "singularidad" catalana. Unas ventajas comparativas cedidas como condición sine qua non de ERC en la investidura de Salvador Illa que no gustaron en buena parte de los territorios, pero que, este sábado, y de una forma ciertamente ambigua y poco concreta, el socalismo conseguía superar obteniendo el aval de todos los barones a una promesa de "multirateralidad" con la que cerrar, al menos momentáneamente, este capítulo de desconfianza.
Lucha contra el lawfare y la desinformación
La lucha contra la cacería judicial y la desinformación como arma "antidemocrática" y "autoritaria" han sido los dos temas que han monopolizado la intensa agenda del Congreso Federal. Dos campos de batalla para hacer frente a la derecha, centrada ahora en utilizar herramientas como los pseudosindicatos y asociaciones homologables a la alt right americana para destruir al presidente del Gobierno.
No se pueden obviar, además, las numerosas causas judiciales que cercan al partido desde hace un tiempo y con más ferocidad y presencia en estas últimas semanas: desde la comparecencia de Juan Lobato en calidad de testigo en la causa en la que se investiga de dónde procedió la filtración sobre la confesión del novio de Ayuso hasta la declaración de Víctor de Aldama en el 'caso Koldo', pasando por las imputaciones de Begoña Gómez, mujer del presidente, o de su hermano David, cercado judicialmente en una instrucción en la que se estudia la presunta comisión de los delitos de tráfico de influencias, malversación y prevaricación.
Causas que desde Ferraz entienden como injustas, desproporcionadas y abonadas desde la desinformación orquestada por grupúsulos antidemocráticas. Causas que, en definitiv, habn obligado al partido durante este fin de semana a dar un paso más en su batalla por el relato y hablar directamente de corrupción y acoso pertrechada desde "sedes judiciales". "Son las mismas mentiras de siempre propagadas por programas de radio, youtube y columnas de prensa. Incluso en sede judicial. Sí, hay que decirlo abiertamente, propagan su odio en sede judicial", reflejaba de forma clara el número tres del partido, Santos Cerdán.