El calendario de reuniones de la ministra de Vivienda desde que arrancó la legislatura no puede ser más prolífico. En el interior de Moncloa no existe ningún ministerio que no reconozca el grado de dificultad que atesora Isabel Rodríguez con su cartera, pero las críticas a la otrora portavoz del Ejecutivo no dejan de reproducirse y vienen desde distintos frentes.

Las promotoras condenan la falta de vivienda pública, poniendo sobre la mesa las continuas promesas por el momento paralizadas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; los inquilinos creen que la Ley de Vivienda es demasiado laxa y que es necesario topar el precio de los alquileres para revertir una situación que se va de las manos; los sindicatos ratifican que hay que adoptar medidas más valientes; la derecha teme una intervención estatal que, no obstante, reivindica tanto la izquierda como el Banco de España; y en la coalición empiezan a asomar las primeras dudas sobre medidas, como el bono del alquiler joven, refrendado en el compromiso de legislatura ratificado tanto por PSOE como por Sumar, que por el momento han demostrado ser absolutamente insuficientes.

No obstante, el empeño de Rodríguez sigue intacto, y tanto ella como el presidente del Gobierno, quien mantiene una fe cerrada en la ministra del ramo, creen que los pasos que se están tomando son los correctos y están bien dirigidos. Fuentes de Moncloa recordaban, de forma previa al inicio de las reuniones agendadas para este mismo martes en Moncloa, que este Gobierno ha multiplicado por ocho el gasto en Vivienda que realizaba Mariano Rajoy -de los 470M de euros frente a 3.500M de euros-: “Gracias a este incremento de presupuesto, el Gobierno financia en torno al 70%-75% de las políticas de viviendas de las CCAA”, sostienen.

Unas cifras con las que el Gobierno ha tratado de tranquilizar a los agentes sociales que este martes han visitado La Moncloa en busca de respuestas. Un foro que ya se produjo en abril, cumpliendo con el compromiso del Gobierno de reunirse al menos dos veces al año, y en el que han participado representantes de los promotores, las grandes constructoras, cooperativas de vivienda, arquitectos, asociaciones de banca y colectivos del tercer sector -no lo ha hecho, en cambio, el Sindicato de Inquilinos, que ha plantado al presidente por la presencia de la patronal inmobiliaria-.

“El Ejecutivo ha asumido la principal preocupación de la ciudadanía y ha convertido el derecho a la vivienda digna en uno de sus ejes de acción. Por ello, ha puesto en marcha una ambiciosa política de vivienda con la que consolidar la vivienda como el quinto pilar del Estado de bienestar”, indican fuentes del Ejecutivo.

Primeras demandas

Por el momento, se desconocen los pormenores de esta reunión, que ha empezado a las 12.30 horas en el Palacio de La Moncloa. No obstante, algunos de los participantes ya han deslizado algunas de las peticiones que han realizado al líder del Ejecutivo y a la ministra de Vivienda. Es el caso de Facua, organización representada este martes por su presidenta, Olga Ruiz.

Tal y como ha explicado la propia asociación de consumidores, Ruiz ha reclamado al Gobierno cuestiones muy concretas que van desde prohibir a los arrendadores incrementar los precios cuando cambien de inquilino hasta expropiar el uso de viviendas vacías de grandes tenedores para destinarlas a alquiler social.

La asociación también reivindica modificaciones en la ley de arrendamientos urbanos y en la ley general para la defensa de los consumidores y usuarios para que las irregularidades que cometan los arrendadores pasen a ser consideradas infracciones de consumo, de manera que puedan ser multadas económicamente por las autoridades de protección de los consumidores.

Medidas que van en sintonía con lo que reclamaban las calles hace dos domingos en una manifestación multitudinaria que sacudió las principales calles de Madrid para reclamar, a viva voz, el fin de la especulación y la garantía real de que la vivienda se convierta en un derecho, tal y como viene recogido en el artículo 47 de la Constitución.

El Sindicato de Inquilinos rechaza la invitación

Una reivindicación que protagonizaba el Sindicato de Inquilinos, uno de los convocantes de esta gran marcha. Desde esta agrupación reclamaron durante la manifestación una huelga de alquileres, algo actualmente no contemplado por ley y que supondría dar un auténtico jaque al sistema. Preguntados por ElPlural.com en las últimas semanas sobre algunas de las medidas anunciadas por el Ejecutivo, tales como la regularización de los pisos de alquiler de corta duración o el bono de alquiler joven, desde el Sindicato de Inquilinos se mostraban radicalmente en contra de estas recetas como solución a un problema que quieren convertir en conflicto: “Su tiempo se ha acabado y empieza el nuestro”, ratificaban.

Un titular que, como se ha demostrado este mismo martes, no iba de farol. De hecho, el Sindicato de Inquilinos estaba invitado a acudir a esta gran reunión en el Palacio de La Moncloa, pero, tal y como ha podido saber ElPlural.com, han declinado la invitación: "Las organizaciones inquilinas hemos decidido plantar al gobierno y no asistir a esta reunión. El motivo: también está invitada la patronal inmobiliaria. No vamos a hacernos una foto con la patronal inmobiliaria porque no podemos esperar ninguna solución de los culpables del problema. No se invita a las tabaqueras a diseñar la Estrategia Nacional contra el cáncer y no se invita a los rentistas a discutir la política de vivienda".

"Esta reunión pretende ser, además, un lavado de cara a la nefasta gestión de este gobierno en materia de vivienda justamente el día antes de que la Ministra comparezca en el Congreso para rendir cuentas por ello. Mientras miles de personas pedimos su dimisión, quiere una foto con las inquilinas", denuncian.

Para terminar, en un comunicado remitido a los medios de comunicación, ponen sobre la mesa cuáles son sus propuestas -de carácter innegociable-: una bajada de los alquileres del 50%; la recuperación de las viviendas vacías, turísticas y de temporada para su uso residencial; la expropiación de las viviendas de fondos buitre y la desarticulación de todo grupo de desokupación